martes, 28 de febrero de 2012

Capítulo 26

-¿Que leches haces Lucas?-Le pregunté con cara de pocos amigos.
-Pues coger hojas, ¿No lo ves?-Extendió su mano hacia mi mostrando unas cuantas hojas secas, después las aplastó y empezaron a crujir-, y ahora hago confeti.
Puse los ojos en blanco y seguí andando. El se quedó atrás o eso creía yo porque de pronto alguien sopló detrás mía y me llenó el pelo de pequeños cachitos de hojas. Solté un pequeño grito y empecé a quitarmelos del pelo.
-Te odio-Le miré con mala cara-.
-Espera que te ayudo-Se pegó a mi  empezó a quitarme los cachos del pelo-.
Yo no dije nada solo dejé que me ayudara y después de que mi pelo quedara completamente limpio levanté la mirada y nos sonreímos mutuamente hasta que nuestro labios se juntaron.
-Estas realmente guapa hoy-Dijo mirándome de arriba abajo-.
Yo me miré también, levaba puesto una sudadera de Marylin Monroe, unos shorts y unas Vans negras ( http://www.polyvore.com/clara/set?id=44498004 ).
Sonreí y volví a mirar a Lucas que me miraba embobado, llevaba puesto una camiseta azul claro, unos vaqueros y sus zapatillas blanca de supra que tanto me encantan porque son comos las de Niall Horan (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44532637&.locale=es ). Le di un pequeño beso y comencé a andar cogida de su mano.
-Bueeeeeeno-Dije alargando la "e"- ¿Y que vamos a hacer hoy?
-Pues... no tengo ni pajolera idea.
Íbamos los dos andando al mismo tiempo y balanceando nuestras manos como dos tontos, le miré detenidamente, primero su mano cogida a la mía, su brazo musculado, su camiseta azul claro, su  cuello, su barbilla, su nariz, sus ojos del color de la miel y en su pelo sedoso y rubio, era realmente guapo no se porqué estaba con el, yo era una chica del montó, sin ojos ni pelo bonito, mi sonrisa es..... es una sonrisa y bueno, todo lo demás es normal pero el era algo más que normal, no sé, era diferente, bueno, era inglés.
-Lucas, ¿Por qué estas conmigo? Soy una chica cualquiera, podrías tener otras mucho más guapas que yo.
-Ya sé que puedo conseguir a muchas chicas, pero ninguna es tan perfecta como tu, tienes algo especial, algo que me atrae hacia ti, algo que me hace vulnerable cuando estas lejos contigo me siento bien, más que bien, me siento como nunca me había sentido.
Yo le miraba con la boca abierta y con las lágrimas apunto de caer por mis mejillas, lo miraba sin decir nada ¿Que podía decir? ¿Gracias? Era la cosa más bonita y sincera que me habían dicho nunca.
Me paré en seco haciendo que el se girara para mirarme, me quedé allí parada hasta que reaccioné y le dí un fuerte abrazo. Le pasé mis manos alrededor se su cintura y el pasó los suyos por encima de mis hombros y nos quedamos así sin más, parados en medio de un parque en París, solos los dos sin decir nada, solamente nos abrazábamos.

[NARRA MARINA]


Iba dando pequeños saltos por toda la calle, estaba realmente feliz porque Jhon me habia dicho que tenia una sorpresa para mí. Me paré en seco en frente de una tienda de espejos que por suerte estaba allí. Llevaba puesto una sudadera de rallas rojas, o como yo lo llamo, de marinero, unos vaqueros y unas zapatillas rojas, mis gafas y mi super bolso de Hello Kitty ( http://www.polyvore.com/marina/set?id=44532277 ). Me giré un poco para ver por donde iba Jhon, estaba por el medio de la calle y yo ya estaba casi al final. Resoplé y me apollé contra el escaparate para esperarlo.
-¿Donde vamos?
-Te he dicho que era una sorpresa.
-Jo...
-Tu relajate.
Me encogí de hombros y me enganché a su brazo (raro en mi). Llegamos hasta el final de la calle, la cruzamos y llegamos a un pequeño restaurante apartado del mundo, era realmente bonito. Habia enredaderas colgadas por las paredes, con fotografias de famosos y los camareros y de pronto fijé la vista en la gente que estaba comiendo allí. Me sonaban muchísimo, de verlos por la tele o en alguna foto pero lo que más me impresionó ver fue que en la mesa 35 estaba sentada Jessie J. No me lo podia creer.
-¿Esa es Jessie J?
-Si.
Yo ya estaba de camino de su mesa cuendo Jhon me cogió del brazo.
-Ni se te ocurra.
-¿Por?-Le dije enfadada.
-Si lo haces nos echarán de aquí, este bar es de un "amigo" de mi padre y si molestas a alguien nos echan a la calle.
-Pues valla mierda-Dije agachando la cabeza y caminando hasta nuestra mesa, la 56-.
Me quedé mirando la mesa encobada. Había una vela y unas rosas en el centro, tampoco era gran cosa el restaurante, era como muchos otros pero con famosos y apartado del mundo. Suspiré.
-¿Que vas a comer?-Preguntó el camarero que había llegado sin que yo de diera cuenta.
-Elige tu-Le dije a Jhon, el asintió y se aclaró la garganta-.
En ese momento desconecté porque no entendí nada de lo que dijo y no era francés eso te lo aseguro y inglés menos. Jugué un poco con las rosas y apagué la vela de la mesa, me aburría, no había tema de conversación hasta que estallé.
-¿Que tiene de especial este lugar?-Le pregunté muy bruscamente.
-Tu espera y verás.
Suspiré y de pronto las luces se apagaron y solo había dos o tres focos enfocando a un escenario que no había visto, el camarero apareció de pronto con nuestra comida y nos la puso en el plato pero no la hice caso porque en esos momentos Jessie J estaba subiendo al escenario. Me giré de golpe para mirar a Jhon que me estaba sonriendo y yo le correspondí.
-Bueno chicos-Dijo Jessie en inglés-, esta canción va dedicada para aquella mesa-Extendió el brazo hacia nosotros y yo me quedé boquiabierta-, si la 56. Espero que os guste.
Entonces empezó a sonar Domino, yo me quedé mirándola, no podía creérmelo estaba dedicada a nosotros ¡A MI!

[NARRA NATALIA]


Íbamos de camino a una heladería que había visto ayer, ya habíamos comido en un pequeño puesto al lado de la torre Eifel, comimos unos perritos calientes y unos sorbetes de limón.
-Yo quiero uno de chocolate-Dije apoyando mi cabeza en el brazo de Mark-.
-Pues uno de chocolate y otro de vainilla-Le dijo a la dependienta-.
Yo estaba sonriendo todo el rato, estaba feliz, estaba... ¿Enamorada? Seria lo más seguro, ya lo tenia claro, estaba enamorada de Mark Owen. Tendremos dos hijos que llamaremos Javier y Amanda, nos casaremos y tendremos un perro, una mezcla entre pastor alemán y husky y seremos una hermosa familia y....
-Natalia, tu helado-Mark me sacó de mis pensamientos, me estaba yendo por las ramas-. ¿Estas bien?
-Si, si, solo pensaba.
-¿A si?-Dijo mientras nos sentábamos en un banco cercano- ¿Y en que pensabas?
-Es que no se...
-Venga suéltalo.
-Que me enamorado de ti-Le dije sinceramente mirándole esos ojos verdes suyos-.
El sonrió y me besó la frente.
-Yo también me he enamorado de ti Natalia.
Nos volvimos a besar y cuando nos separamos nos quedamos en silencio, abrazados y comiéndonos nuestros helados que por cierto estaban buenísimos. Me remangué la mangas de mi sudadera, hacia un calor terrible aparte de estar al lado de Mark.
Cuando nos terminamos los helados nos levantamos y justo cuando empezamos a andar una niña de 5 años aproximadamente se agarró a mi por las piernas gritando un simple socorro.
-¿Que te pasa?-La dije despegandola de mi para que me mirara a los ojos.
-Que el me esta persiguiendo.
Levanté la vista y vi a un niño más mayor de unos 8 años acercándose hacia nosotros.
-¡Por fin Amanda!-¿Amanda? Me quedé un poco desconcertada al oir el nombre- ¿Sabes el susto que me has dado?
-Déjame Javier-¿Javier? ¿Que leches pasaba?- no quiero ir a casa, con esa bruja no.
-¿Esa bruja?-Preguntó Mark poniéndose a la altura de la niñita.
-Si, nuestra madrastra, la odiamos-Contestó el niño mientras la pequeña asentía-.
Yo negué con la cabeza mientras unas risillas salían de mi boca.
-Tenéis que ir, mirar, si os cae mal u os hace algo peor tenéis que decírselo a vuestro padre-Les dije- ¿Se lo ha beis dicho?
Los dos negaron con la cabeza y yo sonreí tiernamente, eran realmente monos y sabían perfectamente inglés, menos mal que sabia hablar a la perfección.
-Pues venga-Me incorporé y me quedé mirándoles-.
-Gracias-Dijo la pequeña, me dio un abrazo y se fue de la mano de su hermano-.
Yo me abracé a Mark y seguimos andando por las calles, íbamos sin rumbo alguno solamente andábamos en silencio hasta que yo lo corté.
-Yo quiero uno de esos.
-¿Uno de qué?
-Un niño.
El se paró en seco, la había cagado.
-Yo... ¿Tan pronto?
-¿Que? ¡No! Más adelante, soy joven por favor, pero si, me gustaría tener uno contigo.
-Eso te lo aseguro-Me pasó un brazo y seguimos andando-.
Andábamos y andábamos pero esta vez hablábamos y no de cualquier cosa, hablábamos de nuestro futuro, nuestro largo futuro juntos.

2 comentarios:

  1. Holaa! ;) todo bien?
    Te sigo obvio! apenas pueda me pongo a leer de que va tu nove!
    Que andes genial :) te pasas por mi blog,por fis? gracias.Besos♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hahah muchisimas gracias! Ahora mismo me paso por tu blog y te sigo !!Besosss :3

      Eliminar