lunes, 19 de noviembre de 2012

Capítulo 47

Hacia ya 3 días desde el accidente y los chicos ya podían levantarse sin ayuda aunque todavía se cansaban rápido. Cada uno estaba en una habitación distinta y ahora, Mark era la mama de todos. El se había recuperado a las 12 horas de haber curado a Lucas.
-¡Mark!-Llegué a la cocina gritando su nombre- ¡Mark!
-¿Que ¿QUE?¡¿QUE?!
-Te tengo que contar una cosa muy importante-Le dije con una sonrisa, aun que el tema era demasiado serio-.
-Pues rápido, tengo que limpiar la cocina, esta echa un asco.
-Ten cuidado con Arsen-Se paró en seco-.
-¿Por que?
-Creo que esta interesado en Natalia, pero en Paula también. Pero le estoy convenciendo, lo juro.
-Le voy a partir la cara-Dijo quitándose el delantal rosa y apretando los puño, pero yo me interpuse en su camino-.
-No Mark.
El bufó y volvió a ponerse el delantal. Siguió limpiando la encimera pero por culpa de su fuerza y enfado partió la encimera por la mitad, por el estruendo yo salté asustada.
-¡Mierda!-Gritó tirando el pañuelo con el que limpiaba y se fue hacia el jardín.
De pronto Arsen bajó por las escaleras con una sonrisa tímida, a saber que quería  Yo me senté y esperé a que viniera. El se sentó a mi lado y me cogió la mano.
-¿Q-que quieres Arsen?
-Clara-Dijo mirándome a los ojos, tragué saliva-, esto es difícil de decir...
De pronto el se puso rojo mientras que se humedecía los labios. Me dieron ganas de besarle... eran tan carnosos pero... ¡¿Que poder tiene este chico?!
-¡Arsen!-Dije soltándole la mano-¡¿Que me estas pidiendo?!
-Era broma tonta-Me dijo con una gran sonrisa-, simplemente necesito ropa.
-Eres un idiota-Le dije mientras le daba una palmada en la espalda-, anda vamos.
-Vaya que rápido has reaccionado.
-¿Sabes conducir?-Le pregunté dubitativa.
-Pues claro, tengo 19 años.
Cogimos uno de los 4 mil coches, y nos fuimos al centro comercial donde vamos siempre Natalia, Marina y yo... Me entristecí un poco al recordar que ya no seria igual pero en seguida me recuperé.
Pasamos por un par de tiendas y el lo único que hacia era sacar dinero de los bolsillos y gastárselo. Después de estar una hora dando vueltas Arsen tenia como 7 bolsas en cada brazo y yo tenia otras 3 en los míos.
-¿Cuanto dinero te has gastado ya Arsen?-Le pregunté asustada.
-No se, mucho-Dijo mirando mi tienda favorita- ¡Oh dios mio! Vamos a esa.
Me cogió de la mano y tiró de mi arrastrándome hacia dentro de la tienda.
-Que sepas que yo todavía no me he comprado nada-Le dije mientras dejaba las bolsas en el suelo-, y quiero comprar aunque solo sea un par de cosas.
-Vale-Me dijo poniéndome las dos manos en los hombros y mirándome fijamente-, pero lo elijo yo.
Yo simplemente asentí del miedo que me había dado su mirada, aquel chico era alucinante. Creo que era bipolar o algo por el estilo. me senté en un puf que había al lado de los mostradores y esperé a que apareciera con la ropa. Tardó solo 5 minutos y me tendió unas cuantas prendas, yo sin pararme a mirarlas me metí en el probador y cuando me miré en el espejo me quedé impresionada. Me había traído una camiseta de nirvana sin mangas, unos shorts preciosos y unas botas amarillas con plataforma. Me quedé mirándome un par de segundos mas y cuando salí Arsen también se había cambiado y me estaba esperando fuera. Llevaba un polo azul, a juego con sus zapatillas y unos vaqueros claros. Me cogió del brazo pegándome más a el y nos miramos al espejo ( http://www.polyvore.com/arsen_clara/set?id=63654504 ).
-¿Eres estilista?-Le pregunté con una sonrisa mientras todavía me miraba al espejo.
-En realidad me gustaría hacerlo, pero un semidiós no tiene tiempo para esas cosas.
Yo le miré un par de segundos y me volví al probador para cambiarme otra vez de ropa.



Natalia había estado muy distante estos días  al igual que Mark. No se si estaban deprimidos o simplemente cansados el uno del otro, pero algo les pasaba. Cada vez que pasaba por el salón alguno de los dos estaba tumbado mirando al techo o leyendo un libro. Estaba realmente raro el ambiente, y de pronto me di cuenta de algo. hacia más de una hora que no había visto a Clara y a Arsen, ¿Donde estaban? Decidí llamarla.
-¡Hola!-Me dijo animada- Se me a olvidado avisarte perdóname, es que estamos comprando, bueno, ya estamos de camino-Yo sonreí, su voz tenia un tono diferente, un tono feliz-.
-¿Me has comprado algo?-Le dije bromeando.
-¡Pues claro! ¿Como no te voy a comprar algo?
-¿Y el que me has comprado?
-Ya lo verás-empezó a reírse y me contagió-, bueno te cuelgo que ya estamos entrando en el pueblo. Adiós  te quiero.
-Adiós, yo también te quiero.
Colgué y me quedé mirando el teléfono con una sonrisa tonta en la cara, aquella chica me hechizaba. La verdad es que la amaba, era algo muy muy especial, tan especial que estaba convencido que esto iba a durar para siempre. Ella siempre a estado a mi lado, y hemos compartido casi todo. Encajamos perfectamente el uno con el otro y ella, me hace sonreír todos los días, al igual que ahora.
-¿Por qué sonríes?-Me preguntó Mark con la voz apagada mientras entraba en la cocina.
-¿Que cojones os pasa a vosotros dos?-Le pregunté ignorando su pregunta- Estáis demasiado raros, ahora que tenéis un tiempo para vosotros dos estáis cada uno por su lado.
-Lucas, todo esta cambiando-Dijo seriamente mientras se sentaba en un taburete y miraba a la mesa con tristeza-, está embarazada sabes, y todo por mi culpa. Dios la quiero muchísimo Lucas.
-Lo se, pero se que eso no es lo que pasa. Cuéntame lo que pasa.
-Arsen se a interesado por Natalia, y parece que puede conquistarla.
-No creo que se interese por Natalia, Mark. Tu no viste como miró a Paula al entrar en la puerta, le brillaban los ojos a los dos.
El simplemente bajó la mirada, se bajó del taburete enfadado tirando le al suelo y se fue de la cocina con una manzana en la mano.
¿Y si era verdad? ¿Y si Arsen iba detrás de Natalia? Pero todavía no puede irse de aquí o estaría en peligro. Me quedé en la cocina pensando hasta que oí como se abría la puerta de la entrada. Di un saltito para bajarme del taburete y fui corriendo como un niño pequeño hasta saltar encima de Clara y abrazarla con todas mis fuerzas.
-Hola mi amor-La dije mientras la daba un beso en el cuello-.
-¿Que te pasa hoy?-Ella se giró para darme un beso en la boca y me dio una pequeña bolsa- Toma, tu regalo.
Miré dentro y era la camiseta que hace unos cuantos meses había visto en un escaparate, pero la tienda estaba cerrada. Al día siguiente no había rastro de la camiseta.
-¡No me lo puedo creer!-La dije mientras la cogía en brazos- Si es que ¡¿Como no te voy a querer?!
Ella simplemente reía mientras que Arsen se aguantaba la risa hasta que estalló en carcajadas. Después cogió sus miles de bolsas y subió a su habitación.
-Pensará que estamos locos-Me dijo Clara bajito a unos centímetros de mis labios-.
-Es que estamos locos-La besé y la acaricié el pelo-.
Ella empezó a subir las escaleras hacia nuestra habitación y yo la seguí con sus bolsas en la mano. Por el camino nos encontramos con Arsen que nos sonrió nervioso y bajó las escaleras rápidamente. Cuando llegamos a la habitación Clara dejó las bolsas a un lado, al igual que yo, y empezamos a besarnos con dulzura. Cada vez con más intensidad. Poco a poco nos fuimos tumbando en la cama mientras dejábamos nuestra ropa por el suelo. Metidos ya en la cama seguimos besándonos y poco a poco nos fuimos convirtiendo en uno otra vez, pero esta vez fue diferente, con mas intensidad. Fue como mi primera vez.



-Mierda-Dijo Mark mientras se dejaba caer a mi lado-, ahora se les oye más.
-¿Lo están haciendo?-Pregunté divertida.
-Joder, si-Mark ponía caras extrañas, sacándome mi primera sonrisa del día-. Que asco.
-Eh, que nosotros también hacemos esas cosas-Le dije dándole un puñetazo flojo en el hombro-.
-Pero contigo no da asco-Y entonces me besó, el primer beso desde que nos habíamos levantado y eran las 5 de la tarde-.
-Vaya por fin-Le dije dándole otro-.
-¿Que pasa?-Se separó confundido.
-Todavía no me habías besado.
-Si, ya bueno...-Su expresión había cambiado por completo-Estaba pensando-Dicho esto se levantó y salió al jardín-.
-¿Que cojones le pasa?-Pensé en voz alta.
-Creo que es mi culpa-Arsen apareció a mi lado con una radiante sonrisa, aunque sus ojos expresaban dolor-.
Aquel muchacho desconocido era realmente uno de los chicos mas guapos que había visto nunca. Era amable, considerado, gracioso. ¡Igual que Mark! ¡Natalia por favor! ¡¿En que estas pensando?! Es un chico guapo, pero no podría llegar a sentir nada por el ¿O si? ¿Que me estaba pasando?
Mi corazón empezó a latir con fuerza mientras miraba sus ojos azules verdosos, y su sonrisa, una de las mas bonitas que había visto, aparte de la de Mark.
-¿P-por tu culpa?-Pregunté nerviosa.
-Natalia...-Se sentó a mi lado mirando al suelo, parecía triste y avergonzado. De pronto, me cogió la mano- Creo... que me estoy enamorando de ti.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Capítulo 46

Alysa y Ariadna se había encerrado en la cocina y de vez en cuando alguna de las dos subía con una bandeja llena de comida para Lucas o para Arsen. Charlotte atendía todos los cuidados del muchacho mientras que yo le daba cariño a mi novio.
Natalia estaba en la habitación de al lado cuidando a Mark, ya que estaba totalmente agotado después de curar a Lucas.
Cuando Charlotte salió de la habitación un momento aproveché y fui a preguntar.
-¿Quien es el?
-¿Arsen?-Yo asentí- Es... bueno, es el hermano de un paria.
-¿Un paria?
-Un paria es un vástago que mata a otro de la misma casta. Y bueno, su hermano es ahora mi novio, bueno novio, si te soy sincera no se ni lo que somos-Dijo con una sonrisa triste-, es esta ahora en París con un amigo suyo pero... bueno, hace mas de 3 años que no ve a su hermano y cuando lo he visto hoy... se me a parado el corazón y tenia que hacer lo que fuera por curarle.
-Lo entiendo-La dije mientras que Ariadna me daba una bandeja llena de comida y otra se la daba a Charlotte-.
Cuando entré en la habitación los dos chicos estaban hablando y cuando entré los dos sonrieron mirándolos a las dos. Yo correspondí las dos sonrisa al igual que Charlotte.
-¿ Todavía tienes habré?-Le pregunté a Lucas con una sonrisa burlona.
-Ya no tengo tanta, pero tengo.
Le seguí dando de comer ya que ni el ni Arsen podían mover ni un solo musculo. Se comió todo lo que había en la bandeja y me sonrió calidamente pidiéndome más comida y yo sin rechistar le di un beso en la frente antes de irme a por mas comida. Cuando llegué a la cocina alguien llamo a la puerta.
-¡Ya voy yo!-Grité mientras dejaba la bandeja en la encimera-¡ Llévale la comida a Lucas, por favor!
Ariadna asintió con la misma sonrisa amable que tenia su hijo. Llegué a la puerta y antes de abrir la puerta sabia quien era, su perfume traspasaba la puerta, ese perfume que tantas veces me había echado sin que ella de diera cuenta.
-¡Paula!-Grité mientras me lanzaba a sus brazos después de abrir la puerta- ¡¿Que haces aquí?!
-Fui a tu casa, pero tus padres me dijeron que ahora vivías aquí eh pillina-Me dijo mientras me daba un par de codazos-.
-Anda tonta, ahora tenemos a toda la familia aquí.
Ella me miró sorprendida y yo puse los ojos en blanco.
-Sabes, Robert y yo lo dejamos hace unos cuantos meses.
-¿De verdad?-Pregunté sorprendida.
-Si tía, era todo muy monótono y después bueno, los cuernos me los puso.
-Lo siento-Dije mientras la cogía de la mano-.
-Quiero ver a Lucas-Me dijo con una sonrisa-.
-Acaba de tener un accidente... de coche. Pero esta visible.
-¿Pero esta bien?
-Si, ya está muchísimo mejor.
Ella respiró con una mano en el pecho y las dos empezamos a subir las escaleras. Por el camino nos encontramos a Ariadna que sonrió a Paula y ella se quedó pasmada.
-Que guapa.
-Es la madre de Mark.
Seguimos subiendo y cuando iba a abrir la puerta me paré en seco y miré a Paula seria.
-El chico que hay al lado de Lucas también esta débil  nada de ligar, y la chica que le esta cuidando no es su novia, ¿Vale?
-¿Ya me estas buscando novio?
-Es que es muy guapo.
Ella simplemente puso los ojos en blanco y pasó la primera. Cuando Arsen la vio se quedó mirándola embobado, y ella igual. Solo faltaba una música de fondo. Charlotte empezó a mirarles los dos y después estalló en carcajadas al igual que yo, y bueno, Lucas también lo intentó pero le dolía tanto el cuerpo que tuvo que controlarse.
-Em... Hola-Al final Paula comenzó a hablar- Y-yo soy Paula.
-Y soy Charlotte-Dijo mientras se levantaba y le daba dos besos-, y ahora me voy a por más comida.
-Y-yo soy Arsen-Estaban los dos mirándose sonrojados-.
Pasé por delante de Paula y empecé a darle de comer a Lucas otra vez. Mientras ellas se sentó en el pie de la cama, en el lado mas próximo a Arsen.
-Clara-Ariadna abrió la puerta y las tres hermanas entraron en la habitación-, no vamos ya cariño. Ya no nos necesitáis mas.
-¿De verdad?-Dije levantándome y dándoles un abrazo a cada una-Tener un buen viaje. Prometo que cuidaré de los tres.
-Eso no lo dudamos-Dijeron a la vez, dicho esto desaparecieron-.
Nos quedamos mirando la puerta y después cada uno siguió a lo suyo. Paula empezó a conversar con Arsen, que cada vez parecía mas animado y yo... pues me quedé mirando a Lucas mientras que el empezaba a incorporarse.
-Clara-Me miró avergonzado-, me hago pis.
Yo solo empecé a reírme y le ayudé a incorporarse. El puso una mueca de dolor que me dolió a mi con solo verle y pasó un brazo alrededor de mis hombros, dejando todo su peso sobre mi.
-Madre mía, como pesas-Le dije mientras le chupaba un poco la mano-, sabes bien.
-Lo se.
Le seguí llevando por todo el pasillo y le metí en el baño. Dejé de sujetarle y le dejé de pie en frente del bater y el me miró con cara de cachorrito.
-No te la voy a sujetar mientras meas mi amor-Le di un beso haciendo que se tambaleara un poco y obligándome a sujetarle por el brazo para que no se callera hacia un lado.
Al final le dejé solo en el baño y yo me quedé al otro lado de la puerta con una sonrisa tonta. Vi que Natalia se dirigía hacia nuestra habitación pero se paró al verme en la puerta del baño.
-Esta meando ¿Verdad?
Yo asentí y ella se sentó en el pasillo conmigo.
-Si te digo la verdad todavía no he visto a Arsen y ahora iba de camino.
-Pues que sepas que Paula ya esta ligando con el.
-¿Paula?-Dijo algo confundida- ¿Esta aquí? ¡Voy a verla ahora mismo!



Paula era una chica hermosa, miraba todas sus fracciones y eran totalmente perfectas. En cuando Lucas y Clara desaparecieron de la habitación riéndose Paula se tumbo a mi lado y en seguida de durmió, debería de estar muy cansada para dormirse tan rápido. Era realmente guapa cuando dormía  pero de pronto alguien apareció en la habitación.
-Hola-Dijo la desconocida-.
Me sonaba de haberla visto antes, pero cuando la vi se me disparó el corazón al igual que había pasado cuando Paula me había mirado con sus ojos verdad. ¿Que me estaba pasando? Era imposible que me enamorara dos veces en un margen de 20 minutos, era imposible.
-Soy Natalia-Dijo mientras me quitaba con ternura el sudor de la frente-, venia a ver a Paula pero ya veo que no está disponible. Aparte, todavía no te había visto... normal.
-¿Como?-Pregunté confundido.
-Bueno, cuando te hemos cogido del lago tenias el pecho hundido con la forma de Lucas y la cara deformada, sin exagerar, ahora eres realmente guapo-Dicho esto me sonrió calidamente y se levantó para darle un beso en la mejilla a Paula-. Bueno, me voy a cuidar a mi novio, encantada de conocerte, Arsen.
Novio, novio, novio. Es la única palabra que oía en mi cabeza, mierda, tenia novio. Sus cabellos marrones oscuro, que cualquier ojo mortal habría dicho negro le caía por los hombros con gran belleza y su sonrisa me había alegrado solo de verla. De pronto Paula soltó un gruñido y se despertó sobresaltada.
-Cuanto he dormido-Me preguntó frotándose los ojos mientras me sonreía-.
-Unos... 5 o 10 minutos.
-Suficiente para aguantar una tarde entera.
Se levantó de un salto y salió de la habitación sonriente. Su pelo castaño claro hizo un movimiento increíble antes de salir. El brillo de su pelo era deslumbrador y su sonrisa acompañada de sus ojos verdes era pura belleza.
-¡¿Que me esta pasando?!-Grité sin querer, y justo en ese momento Clara y Lucas aparecieron en la habitación.
Se quedaron mirándome asombrados, había gritado demasiado y después a Clara se le escapó una estúpida risilla que nos contagió a Lucas y a mi. Después se miraron a los ojos y lo supe, supe que estaban echos el uno para el otro y eso me hizo sonreír tontamente.
-¿Que te pasa en la cara?-Me dijo Clara mientras me revolvía el pelo con total confianza- Tienes el pelo suave como Mark.
-¿Mark?
-El novio de Natalia, por cierto ¿Que tal con ella? ¿Te a caído bien?
-S-si...-De pronto me sonrojé y a Clara le cambió la cara-.
-No-Me dijo cortante-, no te puedes enamorar de ella.
Yo la miré humillado y ella me cogió la mano. Me rogó que no lo hiciera pero era demasiado tarde, me había enamorado de ella, y de Paula.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 45

En cuanto llegamos a casa Clara me dio un libro que sacó de una mochila negra, me dijo que teníamos que investigar y estar informados, por si acaso.
El libro que me dio en la portada ponía "Historia Griega" yo la miré desconcertado.
-Tu lee, nos servirá.
Yo la hice caso sin rechistar y empecé a leer. Cuando llegué a un capítulo llamado "Los Vástagos" empecé a leer con mas detenimiento. Contaba que todo teníamos la fuerza de los dioses y puede que desarrolláramos poderes que solo ellos, los dioses, poseían o poderes similares, lo mismo vaya. Cuando pasé la siguiente hoja la garganta se me seco y empecé a respirar con dificultad. Había una imagen de tres mujeres que a primera vista parecían ancianas, pero en realidad eran 3 pequeñas niñas con el rostro deformado y llenas de sangre, de sufrimiento.
Clara se acercó a mi por detrás para ver la imagen que tanto me había atormentado.
-Dios mio-Dijo con la voz temblorosa mientras se llevaba una mano a la boca-.
-Aquí pone que cuando nos encontremos con alguien de una casta diferente a la nuestras, estas tres pequeñas aparecerán como por arte de magia. Nos intentaran atormentar. Son las parcas
-¿Castas?
-Si, como familias de vástagos. Dice aquí que hay cuatro castas. La casta de Tebas, la de Atreo, la de Roma y la de Atenas.
-Vaya.
De pronto oí a alguien sollozar levemente, venia del jardín y me levanté de un salto. Salí corriendo en busca de aquellos sollozos y en cuanto salí al jardín le vi, un muchacho con una belleza impresionante y a su lado, las parcas. El chico estaba realmente asustado pero apretaba sus manos con fuerza. Las parcas sollozaban cada vez mas fuertes, me pedían que le matara y en cualquier momento es lo que haría, matarle. De pronto Clara gritó detrás mía.
-Son ellas-¿ También las veía?-.
Y justo cuando me iba a abalanzar sobre el chico Lucas se me adelanto y cayó del cielo como si se hubiera lanzado desde un avión. Empezaron a forcejear mientras que yo simplemente observaba.



La expresión de aquel muchacho asustaba, tenia mas experiencia que yo, eso seguro pero de pronto empezó a convulsionar y empezó a oler a pelo quemado. Aproveché para alejarme de el lo máximo que pudo, no quería matarlo y ¿Quienes eran esas tres ancianas horripilantes?
El chico se levantó aturdido y antes que Mark pudiera alcanzarle desapareció.
-¿Q-que me a pasado?-Pregunté confundido, estaba aturdido.
Clara simplemente se acercó corriendo hacia mi y me abrazó con fuerza mientras sollozaba, yo la devolví el abrazo y la apreté contra mi pecho.
-Las he visto-Dijo todavía llorando-, las he visto. Era horrible Lucas.
La cogí en brazos y la metí en casa. Mark ya estaba dentro temblando en el sofá mientras que Natalia le cogía la mano.
-Le has electrocutado Lucas-Me dijo Clara temblando-, has brillado durante un momento, lo has echo y yo las veía a ellas, las he visto.
Analicé todas las palabras que había dicho Clara ¿Que le había electrocutado? ¿Por eso olia a pelo quemado? Espera, ¿Ese era mi poder? 
-¿Quienes eran lastres viejas?
-Eran las parcas-Dijo Mark, estaba tranquilizado ya-, y no son viejas, son tres niñas.
-Pobrecillas, son horribles.
-¿Soy la única que no las ha visto?
-Si-Respondimos los 3 a la vez, a ella se le escapó una risilla-.
Clara se calmó y me cogió de las manos con fuerza.
-Eres impresionante, sabes lanzar rayos-Ahora que lo decía tenia la boca seca, ¿ Tendría algo que ver?-.
-Y no solo lanza rayos-Dijo Mark con una sonrisa-, también vuela.
Los tres le miramos atónitos, ¿Que estaba diciendo? No podía volar. Aparte ¿Quien era aquel chico?
El resto de la tarde estuvimos estudiando los libro que mi madre la había dado.



Me levanté de golpe  había soñado con ellas. Estaba aterrorizada, sin duda, la imagen mas horrible que había visto nunca. Miré la hora y vi que eran las 7 de la mañana, buena hora para salir a correr. Me vestí lo más rápido que pude, aquella mañana hacia bastante frió para estar en julio así que me puse un chándal de adidas azul y blanco ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63565044&.locale=es ).
Cogí las llaves, el móvil y me puse la música antes de salir de casa. Fui por el camino de siempre, el camino hacia el lago.
Y justo cuando llegué a aquel lago, las vi, estaban allí las tres, las parcas. Miré para todos los lados, se supone que cuando las ves tienes ganas de matar, pero en realidad lo único que sentía era miedo.
-Tranquila-Dijo una voz masculina detrás de mi espalda-, no pueden tocarte.
Me giré de un salto y le vi, era el mismo chico que estaba ayer en el jardín  se supone que tendría ganas de matarle pero no fue así, esas ganas nunca llegarían ya que yo no soy ninguno de ellos.
-¿Por que no quiero matarte?-Dijo confuso, era un chico realmente guapo.
-Soy una humana-El chico abrió la boca pero yo seguí hablando-, y no, no se porque las veo yo también.
-Hola, soy Arsen. Casta de Atreo-Me cogió la mano y la besó, estaba incómoda y alagada-.
-Y-yo bueno, yo soy Clara. Casta de mi casa.
el me sonrió tiernamente y después empezó a pedirme perdón por lo de ayer, estaba perdido, un pueblo nuevo, solo volaba por los alrededores y las parcas le habían traído hasta aquí  el no sabia que había vástagos por esta zona.
-Espera, ¿Vuelas?
-Si, y parece que tu amigo, aparte de electrocutar, también lo hace.
Las parcas seguían allí, pero ya no daban tanto miedo, simplemente sollozaban pero de pronto empezaron a hablar de nuevo, rogaron que matara, pero a mi no me lo pedían  se lo pedían a Arsen. De pronto Lucas lo agarró por el cuello.
-¡Corre Clara!-yo le hice caso de inmediato y me escondí detrás de uno de los múltiples árboles.
Los dos empezaron a forcejear cada vez mas y mas fuerte, se metieron en el lago pero de pronto Lucas salió despedido hacia el cielo ascendió y ascendió, detrás de el subió Arsen y entonces ascendieron tanto que a los 2 segundos no se les veía estuvieron un rato sin aparecer pero de pronto vi algo que bajaba demasiado deprisa, cada vez mas deprisa y calló en el lago. Una onda me hizo volar por los aires un par de metros y me tiró al suelo. Empezó a caer agua del cielo, el lago estaba medio vació ya que los dos chicos habían caído con tal velocidad que el agua había salido del lago.
-¡Lucas!-Grité mientras entraba en el agua buscándoles- ¡LUCAS!
Empecé a buscar y de pronto el suelo terminó, los dos chicos habían hecho un agujero bastante grande así que tuve que bucear para llegar a ellos. Lucas estaba tumbado encima de Arsen, los dos tenían la cara deformada. Primero cogí a Lucas del brazo y tiré de el, cuando vi el pecho de Arsen solté un pequeño grito, estaba aterrorizada. Su pecho estaba hundido hacia dentro con la forma del cuerpo de Lucas.
Saqué a Lucas a la orilla, estaba inconsciente. Le pasé una mano por su pelo mojado, le di un beso en la frente y me sumergí para buscar a Arsen. Cuando volví a verlo la reacción que tuve no fue distinta a la anterior. Le cogí del brazo con los ojos cerrados y tiré de el con todas mis fuerzas hasta ponerle al lado de Lucas. De pronto noté algo extraño, las furias habían desaparecido. Respiré hondo, intentando no mirar mucho a Arsen y llamé a Mark que me lo cogió en seguida.
-¿Que pasa Clara?-Dijo con la voz ronca, acababa de levantarse- Son las 8 de la mañana.
-Mark por favor-Dije mientras empezaba a llorar-, ven al lago, no puedo explicar esto , están inconscientes Mark. Por favor ven.
-¿Quien? ¿Quienes?
-Mark ven por favor-Las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas-.
El simplemente colgó y a los pocos segundos apareció a mi lado. Se quedó mirando a los dos chicos inconscientes y se quedó mirándolo a el, a Arsen, miraba su pecho horrorizado.
-No las veo.
-Trae el coche-Le dije sin pensar-. Tráelo, tenemos que llevarlos a casa.
El desapareció al segundo, era bastante rápido. A los cinco minutos apareció con un todo terreno negro y Natalia iba dentro, cuando vio a Arsen se quedó paralizada, una reacción que esperaba que fuera peor. Les tumbamos en los asiento de atrás  yo tenia la cabeza de Lucas en las piernas y le acariciaba el pelo mojado todavía.
Llegamos a casa y metimos a los dos en casa con cuidado, tumbamos a los dos en una cama, en la cama de invitados, ya que es lo suficientemente grande para que 4 personas duerman en ella. Entonces se me ocurrió llamar a Alysa, pero ella se me adelantó.
-Se lo que ha pasado pequeña-Me dijo con su voz tranquilizadora-, todavía estamos en España y estamos de camino. Ya hemos llegado, ábrenos las puerta.
Todo iba deprisa, ellos iban deprisa, su naturaleza era rápida y yo estaba muy aturdida. Las tres hermanas entraron en la habitación y las tres miraron a Arsen y Charlotte ahogó un grito, se sentó a su lado y le cogió la mano.
-Es su hermano-Dijo mirando a Alysa-, es el hermano de Karsten.
-Lo se, pero ahora hay que salvarle-Alysa hablaba seria-, empieza por el, Mark curará a Lucas.
-¿Yo?-Mark estaba asombrado- Yo no puedo.
-Si puedes, tienes ese poder-Charlotte hablaba amable-, solo tienes que concentrarte y visualizar su cuerpo, despues solamente tienes que pensar en curarlo.
Mark se arrodillo a un lado de la cama, en el que estaba Lucas y Charlotte se arrodilló al lado de Arsen. Ella puso sus dos manos a unos 20 centímetros encima del cuerpo de Arsen, cerró los ojos y su piel cada vez era mas gris, daba bastante miedo. Mark la miró atónito y después, el empezó a adquirir el mismo color.
El pecho de Arsen volvía a su forma original con una velocidad imposible y la cara volvía a su forma original con facilidad.
Me giré y vi a Natalia mirando a Mark asustada, era normal, el estaba gris, su piel estaba gris, estaba sudando y su expresión era de dolor. De pronto, los dos sanadores pararon con una sincronización alucinante. De pronto Lucas abrió los ojos y yo me abalancé hacia el para coger su mano.
-Oh Lucas, gracias a dios-Dije mientras lágrimas me mojaban las mejillas-.
-Eh-estoy bien-Me dijo con la voz ronca mientras apretaba mi mano-, pero me duele todo. Y-y tengo hambre. Mi cuerpo se cura rápido pero lo de Mark, a dolido.
Yo le sonreí y le di un beso con ternura, ahora respiraba tranquila.

Capítulo 44

Fragmentos de este capítulos han sido escritos por Natalia, que me ha inspirado mucho. Espero que os guste el capítulo :)
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Clara y yo llegamos con los nervios de punta. Íbamos a subir a un escenario con muchísima gente delante de nuestras narices, y tendríamos que hacer el discurso de agradecimientos, aunque ese instituto no se merecía ni las gracias, pero era tradición.
Entre el público distinguí a dos personas saludándonos con ímpetu  Mery y Nata. Llevaban unos vestidos preciosos ( http://www.polyvore.com/mery_nata/set?id=63341023 ). Para relajarme aparté la vista de ellas y encontré a Mark entre el público, el me sonrió y me levantó el dedo pulgar animándome.
-Suerte-Leí en sus labios-.
Yo simplemente le sonreí y le cogí la mano a Clara que ella apretó mostrándome que también estaba nerviosa.
Ya era el momento, ya apagaron las luces del público y solo dejaron un foco alumbrando el escenario, concretamente donde había que ponerse para leer. Yo era la 5º, y eso me relajó un poco la verdad, pero aún así estaba apretando la mano de Clara con fuerza. Clara salia la última, pobre, eso si que me pondría nerviosa, tendría que finalizar todo y si lo estropeaba la conciencia la mataría, bueno, no la mataría sino que la amargaría durante un par de días.
-¡Ahora Natalia González!
Toda la grada estalló en aplausos, pero toda mi atención se dirigía a la persona que estaba delante, trajeado, y con el pelo negro revuelto, Mark.



Mientras que Natalia daba un emotivo discurso yo empecé a escrutar a la gente del publico, estaban mirándola seriamente, estaban totalmente enganchado a las palabras que decía  De vez en cuando soltaba algún comentario gracioso y la gente estallaba en carcajadas.
Me fijé en 3 personas que no apartaban la mirada de mi, una de ellas era Lucas, pero las otras dos...
-¡Dios mio!-Grité asombrada, ellas estaban aquí.
Alysa y Charlotte me miraban serias, aun que Charlotte estaba sonriente. Al lado suya estaba Ariadna mirando a Natalia con un brillo en los ojos que no sabría explicar del todo bien.
Natalia acabó su discurso y la gente, con lagrimas en los ojos de la emoción, se levantaron aplaudiendo mientras que Ariadna se mostraba todavía atónita por el discurso de la novia de su hijo, de su queridísimo Mark.
Pasaban los estudiantes graduados, pasaban minutos, horas... Hasta que me tocó a mi. Salí al escenario mirando fijamente a Alysa, que escrutaba cada uno de mis pasos.
-Hola-Me aclaré la voz-. Como ya habéis oído, me llamo Clara Mateos, y bueno, me acabo de graduar. Este instituto a significado mucho para mi, aunque se caiga a pedazos y no haya dinero para restaurarlo, siempre a sido mi pequeño refugio, un lugar donde socializar, estar con la mayoría de mis seres queridos. Se que para mucha gente, la etapa de instituto no ha sido lo mejor, incluso puede que la odien, pero la vida es así  injusta. Mi vida a sido demasiado justa, más que eso, este ultimo curso a sido... ¿Como explicarlo con palabras? Es imposible. La gente que me rodea me ha apoyado más que nunca y se, que nunca voy a olvidar este ultimo curso. Felicitaciones a todos los graduados, y muchísima suerte en vuestro futuro, gracias-Dicho esto me fui temblando como un flan sin pararme a escuchar los aplausos de los demás  simplemente salí corriendo a los brazos de Lucas-.
Me olvidé por completo de Alysa y las demás, ya no estaban en mi cabeza, solo estaba el olor de Lucas y su traje de color negro.



Clara me abrazaba con fuerza, mientras yo olía su aroma mientras le acariciaba el pelo. Después se separó de mi y me besó con ternura, hace mucho que no nos besábamos así, es malo perder costumbres como esa. Cuando me separé de ella y miré un segundo al público, de pronto me puse tenso al igual que ella.
-¿Que hacen aquí?-Pregunté serio.
-No lo se, las he visto antes, siguen en el mismo sitio.
-Vamos-La dije mientras empecé a tirar de ella-.
Andábamos cada vez mas rápido, intentaba controlarme y cada vez lo hacia mejor. Al final nos encontramos con ellas en medio de un pasillo completamente vacío.
-Emotivo discurso pequeña-Dijo Alysa con una sonrisa que ella devolvió agradecida-.
-¿Que hacéis aquí?-Pregunté enfurecido.
-¿No puedo venir a la graduación de mi hijo?
-No cuando me has mentido toda mi vida.
-Lucas...-Dijo Charlotte bajando la mirada-, era por tu bien. Yo lo descubrí hace un mes y mírame.
-¿De verdad?-Preguntó Mark desde el otro lado del pasillo, haciendo que Clara y yo nos giráramos- ¿Hace un mes?
-¡Hijo!-Ariadna saltó a los brazos de Mark y el la recibió con una agradable sonrisa, una sonrisa que siempre alegraba a todo aquel que la mirara, sobre todo a Natalia, su cara en estos momentos lo decía todo.
Cuando se separaron Ariadna miró a Natalia de arriba abajo y la abrazó de repente.
-Que discurso mas hermoso-Se separó de ella y la cogió de las manos con fuerza, mientras que Natalia estaba entre sorprendida, alegre y agradecida-, y tu, tu eres también hermosa, estoy muy contenta.
Yo, sin que nadie se dé cuenta, me fui acercando poco a poco a Charlotte hasta estar junto a ella.
-¿Que pasa Charlotte?-La pregunté directamente aunque cualquier oído vástago lo habría oído y por eso todos se giraron hacia mi. La que habló a continuación fue mi madre.
-Cressida, osea Amanda esta furiosa, se enteró y su madre está revolviendo toda España para encontrar a Clara.
-¿Porque a mi?-Preguntó confundida- Yo no he echo nada.
-En realidad-La dijo mi madre cogiéndola de la mano-, eres la única que puedes romper las joyas y ella-Señaló a Natalia con su sonrisa cálida-, tiene dentro de su cuerpo a uno de los descendientes.
Natalia se sonrojó y Ariadna apretó su mano. Entonces Charlotte buscó en su bolso y sacó 2 anillos con una piedra preciosa. Uno era verde y otro marrón, el primero se lo entregó a Clara y el marrón a Natalia ( http://www.polyvore.com/anillos/set?id=63542653 ).
-Estos anillos son una protección, ningún arma o ataque de vástago os puede matar.
-Vaya, gracias-Dijeron las dos a la vez, después se miraron aguantándose las ganas de chocarse la mano-.
-Osea que corremos peligro de morir-Preguntó Natalia bastante asustada-.
-Si, un poco. Esto es una guerra Natalia-Ariadna la miraba a los ojos con serenidad mientras la hablaba-, y sin daros cuenta vosotras dos os habéis metido de cabeza en ella. Aunque vuestro mayor peligro no es ni Chloe ni Amanda, sino los demás vástagos.



-¿Los demás vástagos?-Natalia estaba confundida- ¿Es que hay más?
-Muchos más.
Empecé a fijarme en las tres hermanas, llevaban ropas realmente bonitas, iban a la moda en todos los sentidos. Y su estilo era realmente increíble, puede que la que mejor vestía de todas era Charlotte, y con diferencia ( http://www.polyvore.com/alysa_charlotte_ariadna/set?id=63542346#stream_box ).
Despues nos quedamos todos callados, un silencio incomodo para Natalia, pero para mi me parecía realmente cómodo, era mi segunda familia y sin saber porque, lo sabia todo sobre ellos, todo.
-Bueno chicos-Dijo Alysa mientras le daba un beso a su hijo y otro a Mark-, nos vamos.
Ariadna se despidió de Natalia con un abrazo y de los dos primos con un beso en la mejilla, a mi me miró con una sonrisa y se puso al lado de su hermana.
-Ven aquí anda-Charlotte extendió los brazos hacia mi y me dio un fuerte abrazo-, protégelos y cuidado con tus movimientos-Me dio un beso-.
En un abrir y cerra de ojos las 3 hermanas desaparecieron como por arte de magia pero el aroma seguía en el aire ya que su perfume olía mucho.
-¿Que hora es?-Pregunté todavía mirando en el sitio donde hace un par de segundos estaban de pie.
-La una y media-Lucas me estaba abrazando por detrás-.
-Nosotros nos vamos-Mark y Natalia ya se iban por el pasillo y giraron la esquina-.
Nos quedamos los dos solos, en silencio mientras nos abrazábamos. Quería irme a casa. Ya había visto a la gente y me había despedido de ella, quería irme de allí lo antes posible o mi cabeza explotaría.
-Quiero irme a casa.
-Creo que Mark quería-Lucas me cogió de la mano y nos fuimos por el camino que habían tomado Mark y Natalia-.
Llegamos a la sala donde se habían hecho los discursos, estaba todavía lleno de gente pero yo estaba agobiada por tanta gente, tantas emociones, tantas voces y risas. Encontré a Mark en una esquina medio mareado mientras que Natalia socializaba con toda la gente, típico en ella.
Me acerqué a Mark con una sonrisa mientras que Lucas rodeaba a Natalia con su brazo derecho. Las chicas con las que ella estaba hablando se quedaron embobadas con Lucas, esto me puso celosa pero preferí ir con Mark.
-¿Nos vamos a casa?
-Gracias al cielo-Gritó levantando las manos hacia arriba-, por favor, vámonos ya, no puedo controlarme mas.
Me cogió de la mano y tiro de mi, cuando ya no hubo gente Mark me subió a su espalda y empezó a correr.



Hacia más de media hora que Mark y Clara se habían ido y yo también quería marcharme de aquel lugar. Busqué a Lucas con la mirada y me lo encontré sentado en una silla hablando con un chico que no había visto nunca. Me acerqué a el y le pedí que nos fuéramos, el me sonrió y se despidió de aquel chico, parecía de primer curso. De camino al coche empezamos a hablar.
-¿De verdad sabes controlarte tan bien?-Pregunté un poco asombrada.
-Bueno, estoy acostumbrado a controlarme, por ejemplo, me controlé para no partirle la cara a Danny.
-Pues me alegro, sabes, podrías enseñar a Mark.
-Ya me lo he planteado, pero es un cabezota y tiene mucho orgullo, quiere hacerlo por si mismo.
Llegamos al coche y nos sentamos a la vez en nuestros asientos correspondientes.
-¿Y como es que no han cogido el coche?-Pregunté un poco desconcertada.
-Mark no podía concentrarse mas, se han ido corriendo.
Arrancó el coche y seguimos hablando todo el camino, Lucas era una persona comprensible y te escuchaba cada palabra que decía, era magnífico hablar con el, era mi mejor amigo, después de Mark claro.
-Y...-Dijo mientras ponía el freno de mano-, llegamos a casa.
Yo le sonreí y bajamos del coche sincronizados, cerrando la puerta a la vez.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 43

-¿De verdad crees que la joven será capaz de guiarles por el buen camino?-Preguntó Ariadna un poco indecisa.
-Le he mostrado todo lo que la tenia que mostrar y es más que suficiente-Alysa contestó cortante, asustando a sus dos hermanas con la ferocidad de su voz-, esta chica es perfecta.
-P-pero es una humana-Siguió discutiendo Ariadna-.
-Es la elegida Ariadna, ¿No lo entiendes?
-¿Y la otra muchacha?-Charlotte habló con firmeza.
-¿Que otra muchacha?-Ariadna estaba temblorosa.
-La madre de tus nietos.
-¡¿Q-que qué?!



Hoy era la graduación, un día importante para todos. Estaba asustada, pero no por la graduación si no por si los dos estúpidos no se podrían controlar. No debería haber roto las joyas antes de la graduación, fui tonta.
-¡Mira Clara!-Gritó Mark desde el pasillo- ¡Corre mira!
Cuando me asomé al pasillo estaba cogiendo a Natalia por un pie mientras que ella intentaba mantener el equilibrio.
-¡Mark!-Le regañé enfurecida- ¡ Bájala! ¡No ves que podría hacerse daño!
-Bueno, perdón-Dijo bajándola con sumo cuidado-.
Yo me fui acercando poco a poco a el, avergonzada, hasta que estaba lo suficientemente cerca como para mirarle a los ojos desde abajo.
-Házmelo a mi-Le dije sonrojada-.
Mark estalló en carcajadas y me cogió del pie, al segundo ya estaba intentando mantener el equilibrio, empezaba a tener miedo.
-¡MARK BÁJAME! ¡POR FAVOR! ¡QUE DA MUCHO MIEDO!-El seguía sin hacerme caso-¡MARK HARÉ LO QUE QUIERAS!
-¿Lo que quiera?-Me dijo con una sonrisa maligna, no debería haberlo dicho- Lo que quiera...
Me bajó y se puso una mano en la barbilla haciéndose el interesante mientras que Natalia estaba tirada en el suelo sin poder respirar casi de lo que se reía.
-Quiero que cantes-Dijo decidido-.
-Vale-Dije asombrada, esperaba algo mejor-.
Cuando me dispuse a cantar Wish you were here de Avril Lavigne, me cortó en seco.
-Quiero que cantes hoy, delante de todo el instituto cuando salgas a dar tu discurso.
Me quedé mirándole durante unos segundos y después me arrodillé.
-Por favor Mark, eso no, ya sabes que dar un discurso es lo peor para mi, no me obligues a cantar por favor, te lo pido de rodillas, ya me ves.
-No hay vuelta atrás pequeña.
Por acto reflejo le mordí la pierna como había hecho en múltiples veces, pero el, inconscientemente, me dio una patada que me hizo volar por los aires hasta que caí en los brazos de Lucas, gracias a Dios.
-¡¿Que cojones haces?!-Le gritó desde la otra punta del pasillo- ¡Por poco la matas!
Yo me levanté sin dificultad de un salto.
-Lucas, de verdad, no ha sido su culpa, he sido yo-De pronto, en una milésima de segundo Mark estaba a mi lado-.
-Lo siento Clara de verdad-El no se daba cuenta de que todos le mirábamos hasta que terminó de hablar y se quedó callado un segundo- ¿Que pasa?
-¿Como lo has hecho?-Pregunté fascinada.
-¿El que?
-Corre todo lo que puedas hasta Natalia-Mark se quedó pensativo un momento y entonces salió despedido hacia Natalia, ni un segundo había pasado antes de que estuviera a su lado-.
-Impresionante-Dijeron los dos primos a la vez, y entonces empezaron a correr y reír por toda la casa, como dos críos pequeños. Aun que Natalia y yo no éramos capaces de verles, sabíamos que estaban ahí-.
Cada vez que pasaban por nuestro lado una ráfaga de viento nos revolvía el cabello.
Me cansé de sentir solo aire en vez de verlos a ellos, cogí el brazo de Natalia y tiré de ella hasta el baño. Ella tenia una sonrisa en la cara.
-¿De que te ríes?
-De que son unos críos Dijo mientras me empezaba a maquillar-. Pero es impresionante que no lo supieran, es algo asombroso.
-Deberían controlarse, no se dan cuenta de que podrían matar a alguien con tan solo un puñetazo.
Natalia simplemente suspiró y siguió pintándome.



Sentía adrenalina por todo mi cuerpo, era una sensación indescriptible. Mezcla entre fuerza, velocidad y poder, poder de controlar todo mi organismo. Notaba como un ejército de células se movía en mi cuerpo, sentía como la sangre fluía por mis venas y mis latidos eran cada vez más contiguos.
Los dos paramos a la vez, pero ninguno jadeaba, ninguno de los dos estaba cansado.
-Esto es alucinante-Dijo Mark con una sonrisa-, ¿Salimos fuera?
-No-Dije un poco cortante-, no, no. Hay que aprender a controlarnos Mark, ¿Que pasará si hacemos algo extraño en la graduación?
-Ya bueno, pero yo me se controlar.
-Pero que ladras-Le dije mientras me acercaba a el enfadado-, casi la matas por una simple patada. ¿Cuantas veces te ha mordido, Mark? Miles. Y tu única reacción, darle una patada que la a llevado hasta el final del pasillo. Mark, no te sabes controlar.
El me miraba arrepentido y yo solamente di media vuelta y me dirigí hacia mi habitación.
-Discúlpate con ella idiota-Le dije antes de encerrarme en mi habitación-.
Cerré la puerta con llave y me tiré de cara a la cama, estaba demasiado asustado como para mover otro músculo mas. La fuerza que ahora corría por mi cuerpo a veces llegaba a asustar de tal manera que mi cuerpo temblaba, hoy me había pasado un par de veces.
-Aun que es lo mejor del mundo-Razoné en voz alta.-.
Respiré un par de veces antes de levantarme e ir al armario, tenia que elegir algún traje para la graduación. Pensándolo bien no estaba nada entusiasmado ya que la vacaciones de verano siempre me han causado dolor y sufrimiento.
Saqué un antiguo traje de mi padre, si el fuera yo, lo llevaría orgulloso, como solía hacer.
Respiré hondo, dejé el traje encima de la cama y fui al baño a ducharme. Pre-calenté la habitación abriendo el grifo con agua caliente. El denso bao ascendía hasta el techo, nublando rápidamente el espejo.
Notaba como mis poros se abrían rápidamente, relajándome de tal forma que mis piernas flaquearon durante un segundo.
Miré mi reloj nublado por el bao, lo limpie con el dedo indice y mire la hora, las 7 y media,no me daba tiempo.
Decidí ducharme lo mas rápido que pude, ya que siempre tardo mas de 20 minutos en ducharme.
Con la velocidad que había adquirido solo tarde 5 minutos en ducharme con tranquilidad.
Salí del baño con una toalla alrededor de la cintura y el pelo alborotado. Alguien estaba en mi cama.
-Que sexy-Me dijo Clara con una sonrisa pícara-.
La miré detenidamente, llevaba puesto un vestido precioso, era un vestido griego. Todos los accesorios encajaban perfectamente con el traje, y el pelo, aquel precioso pelo castaño. Tenia los laterales recogidos hacia detrás con trenzas mientras que la parte de abajo del pelo reposaba sobre sus hombros.
Los ojos tenia un tono cobrizo que resaltaban sus fracciones haciéndola la mujer mas bella que había visto nunca. Los labios simplemente brillaban al igual que sus mejillas. De pronto el nombre de Helena de Troya me vino a la cabeza.
-Guau-Fue lo único que pude  decir-. Preciosa.
Ella solo sonrió mientras se incorporaba de la cama y daba una vuelta sobre si misma para que la viera mejor.
-¿De verdad estoy bien?- Preguntó inocente mientras me daba un tímido beso en la mejilla.
-Estas impresionante, de verdad.
Ella me sonrió agradecida mientras me volvía a besar, pero esta vez en la boca, después desapareció por la puerta dejando su aroma en la habitación. 

martes, 13 de noviembre de 2012

Capítulo 42

Le tendí la mano titubeante, ella la cogió con cariño y otra ráfaga de placer recorrió mi cuerpo, pero era menos intensa que la de Orión.
-Lucas, retírate.
El simplemente hizo una pequeña reverencia pero por muy pequeña que fuera resultó patética, una risa se me escapó y Charlotte me dedicó una sonrisa, eso me calmó un poco.
Cuando el joven Owen salió de la sala Alysa empezó a hablar.
-Por lo que veo estas interesada en la historia de esta familia, y no solo en la nuestra, sino con todo lo que tenga que ver.
-Todos tenéis nombre griegos, ¿Verdad?
-Todos menos los últimos 3 descendientes, Lucas, Marcos y Amanda, todos ellos con Owen por apellido, que en realidad es falso.
-¿De verdad es falso?
-Si, aun que ellos todavía no deben saberlo. Todos ellos se llaman Despo por apellido, aunque con un apellido tan extraño nadie dudaría en sospechar de alguno de nosotros. Owen nos pareció atractivo ya que la W es mi letra favorita. No solo por eso la elegimos pero ya son datos confidenciales.
Yo asentí ensimismada por su voz, era tan hermosa, te envolvía una paz indescriptible cada vez que aquella mujer hablaba.
-La pequeña Amanda la corresponde el nombre de Cressida, que significa oro, el mismo material que la manzana de la discordia. La pequeña Amanda es una especie de reencarnación de Eris-Me quedé un poco tensa al oír aquello, pero la mano de Alysa comenzó a acariciarme con ternura y prosiguió-. El nombre real de Marcos es Arsen, que significa fuerte, como el. Y por último Lucas, pensamos que tiene varios nombres, Brontë, que significa trueno; Neo, que significa un ser nuevo; Theron, que significa cazador y por ultimo Kay, que significa fortaleza. El que más nos gusta de Kay, ya que es más fuerte que todos nosotros juntos.
Yo cada vez estaba más inquieta y a la vez asustada.
-Clara, escúchame  los tres tienen los poderes sellados bajo una joya, tienes que destruirla o quitársela  pero solo a Marcos y a Lucas o sino, Amanda podría estallar en cólera y volverse más retorcida de lo que ya es. Todos ellos son como semidioses que han ido pasado de generación en generación al igual que nosotras tres también lo somos- En ese momento se me paró el corazón-. Nos hacemos llamar vástagos.
-Vástagos-Repetí en voz baja-.
-Ahora toma-Me dio un par de libros con una nota-, mételos en esta mochila-Me la dio con una sonrisa y yo los metí dentro mientras que ella seguía hablando- y dale esa nota a Lucas, después el sabrá lo que hacer. no es nada peligroso solo que así es mas misterioso y entretenido-Me dedicó una sonrisa y yo solté una pequeña risilla-. Ahora, vete.
Yo asentí pero antes de irme fui a abrazar a Charlotte y le dije un "Gracias" al oído antes de salir por aquella puerta.



Vi a Clara salir de la sala un poco aturdida, a saber lo que la había dicho mi madre. Con ella traía una mochila color negra y ella sin darme explicaciones me dio una carta. En ella había 2 billetes para volver a España, sanos y salvos.
-Vamos-La dije-.
-No tenemos que coger nada ¿No?
-Todo destruido.
Ella rió nerviosa, estaba muy tensa.
Sin pensarlo dos veces salimos que la casa y fuimos a por un taxi que no tardó en llegar. A la media hora ya estábamos dentro del avión.



-Kakakakakakaka.
-¿Que cojones haces?
Estaba tumbada con las piernas hacia arriba y la cabeza colgada.
-Aburrirme, ¿Cuando llegan?
-Me han dicho que vendrán sobre las 12 o así.
Le cogí la mano y empecé a mirarla, me fijé en su pulsera de cuero, con su cerradura de oro y una pequeña piedra incrustada, siempre la había llevado, ¿No? Nunca la había visto la verdad.
Me levanté de golpe y me fui a la cocina, tenia hambre y todavía no habían cenado. Tenia la sensación de que se me olvidaba algo, algo muy muy muy importante pero no sabia que era.
De pronto Mark me rodeó con sus brazos.
-Mañana es nuestra graduación-Me quedé petrificada, es verdad, ese era el dato importante-.
-Y no tengo que ponerme-Dije sobresaltada-.
Di un pequeño brinco y salí corriendo hacia mi habitación para ver lo que tenia, en realidad no era mi armario, era un armario con cien mil cosas mías ahí metidas, porque en realidad aquella no era mi casa, ni mucho menos, era la casa de Mark y Lucas, nosotras nos habíamos acoplado allí sin pedir permiso. Ya hacia bastante que los padres de Clara habían vuelto pero aun así  ella prefería estar aquí  al igual que yo. a mis padres no le había echo ni pizca de gracia que pasara en mi casa una vez cada 2 semanas, y muchísimo menos que estuviera embarazada, esa fue la gota que colmó el baso, pero al final, mi madre consiguió asimilarlo y me dejó en paz.
Abrí el armario con brusquedad y empecé a sacar prendas de ropa, cada vez más y más hasta que di con lo que quería.
Un vestido azul marino con falda de gasa y unos tacones del mismo color que encontré por el fondo de el armario ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63301962&.locale=es ).
Lo dejé encima de la cama y de pronto llamaron al timbre, las 12 en punto, estaba impresionada.
Bajé corriendo las escaleras y por poco me mato. Lucas y Clara estaban en la puerta con cara cansada y no traían maletas, solo una pequeña mochila.
-¿Que pasa con vosotros?-Dije haciéndome la enfadada.
De pronto Clara me miró asustada y yo me quedé paralizada, ¿que leches había pasado en Londres?



Subimos a la habitación y me se dejé caer en la cama, estaba agotada y horrorizada por todo lo que había descubierto hoy, era todo tan difícil de asimilar...
-Te cuento...
-¡No!-Me cortó Natalia- Antes de que empieces a asustarme, porque señorita, tu cara lo dice todo, vas a elegir tu vestido para mañana.
-¿Mañana?
-Graduación.
-Hostias-Me levanté de un salto y busque un vestido viejo que tenia estilo griego, lo saqué y lo contemplé durante unos segundos. Era precioso-.
Después saqué unos tacones color marrón y me lo probé todo, me quedaba como un guante ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63302280&.locale=es ).
-Natalia-La dije cuando ya estaba poniéndome el pijama-, ¿Mark lleva alguna pulsera extraña o algo por el estilo?
-Si, antes he visto que llevaba una de cuero, con la cerradura bañada en oro y piedras incrustadas.
-Perfecto.
-¿Por qué lo dices?-Preguntó mi amiga asustada.
-Porque hay que destruirlo.
Natalia se quedó mirándome esperando a que soltara una risa maligna o algo así  la verdad es que había sonado demasiado siniestra.
-Natalia, tenemos que hablar.
-No, no rompas conmigo, cambiaré lo juro-Dijo riéndose de mi-.
-Esta es serio Natalia, tenemos que hablar, los 4.
Nos reunimos los cuatro en el salón comencé a soltar todo lo que Alysa me había comentado.
-Empecemos, cuando fui a la cafetería con Charlotte me contó que sois una familia poderosa, eso es obvio, pero después empezó a decir que si teníais cada uno un punto flaco, como el talón de Aquiles, y que también teníais un poder oculto, no me lo creí hasta el momento en que tu madre comenzó a hablar-Todos me miraban con los ojos abiertos como platos-. Alysa me contó que vuestra historia remonta miles de años atrás, en la antigua Grecia. No se si lo habéis notado pero todos los de vuestras familia tienen nombre griegos menos vosotros, los 3 últimos descendientes, o así lo llamo tu madre. Se supone que eran para pasar desapercibidos, al igual que vuestro nombre, vuestro apellido tampoco es el correcto. Mark, tu, si no recuerdo mal, te llamas Arsen, que significa fuerte. El de el demonio es Cressida,, que significa oro, como la manzana de la discordia y Alysa comentó que Amanda era una especie de encarnación de Eris-Natalia empezó a temblar y Mark la abrazó- y por último tú-Dije mirando a Lucas-, tienes tantos nombres que solo pude recordar 2, Brontë, que significa trueno y Kay, que significa fortaleza. Tu madre dijo que prefería Kay a cualquier otro.
Hice una pausa para respirar y proseguí.
-Según Alysa, todos los de vuestra familia, la familia Despo, sois todos unos semidioses, unos vástagos-Los tres empezaron a mirarme incrédulos-. Tenéis vuestros dones sellados con una joya, y me a ordenado que solo destruya la vuestra ya que si destruyo la de Amanda la liaría parda, así que.
-No me lo creo-Dijo Lucas un poco apenado-, toda mi vida he sido un vástago y me lo han escondido  hasta tal punto de retirarme los poderes, si los llego a tener claro, me parecen paparruchas.
-Todo a sido una mentira Lucas, lo sé-Le animó Mark-, pero si nos lo han mantenido en secreto es porque es mejor para nosotros, ahora que podemos cambiar lo haremos y sin rechistar. Aunque lo de los poderes y todo eso no me lo creo, puede que lo de los nombre si, pero lo demás...
-Toma-Le dije mientras le daba uno de los libros-, esta todo aquí. Pero mientras dame esa pulsera.
-¿Esta?-Dijo señalando la única que tenia, después me la entregó- toma.
Yo fui a la cocina y cogí una piedra grande que había en una maceta. Dejé la pulsera extendida encima de la mesa y sin pensármelo dos veces golpeé la pulsera con todas mis fuerzas haciendo añicos la piedra incrustada. De pronto oí gritar a Mark desde el salón.
-¡¿Que cojones me has hecho?!-Fui corriendo hasta el salón y le vi sujetando un sofá con una sola mano, me quedé paralizada- Esto es impresionante.
-N-no me lo puedo creer-Dijo Lucas mientras me apretaba la mano con fuerza, de pronto se arranco una cadena de otro que tenia en el cuello y me la dio- rompela, vamos.
Observé la fina cadena con una piedra incrustada en el centro, me fui a la cocina y repetí el mismo proceso y entonces oí a Lucas reír a carcajadas desde el salón y volví. Estaba en la misma posición que Mark pero con otro sillón mientras que Natalia estaba en shock.
-No es posible... Es verdad-Dijo con una tímida sonrisa-, son semidioses.
Los chicos empezaron a empujarse y a pelear tontamente, pero sabia que no se controlarían.
-Dejar de hacer el indio, esto es importante. Tenéis que mantenerlo en secreto por favor  es vital para vuestra supervivencia.
De pronto recapacité lo que había dicho, ¿Como sabia todo eso? ¿Que me estaba pasando? Sabia mucho más de lo que Alysa me había dicho, pero la razón, no la sé.

Capítulo 41


Estábamos sentados en una mesa bastante grande para solo estar cuatro personas. Amanda, sentada en frente mía me miraba enfurecida mientras mordía con brusquedad un trozo de pan que había a su izquierda.
A mi derecha estaba Lucas, cogiéndome la mano con fuerza, se había dado cuenta de que la pequeña me miraba.
En frente mía estaba Charlotte, invitada expresamente por mi. Aquella chica tenia fracciones muy suaves, pelo rubio cobrizo recogido en una trenza que la llegaba hasta la cadera. Era una chica con movimientos delicados y rápidos, como si tuviera experiencia en todo lo que hacia. Sus ojos eran un color verde, pero no eran realmente verdes. Aquel sitio era extraño, tanto que a veces sentía que el suelo se movía de tal forma que ya me había tenido que sujetar a algo más de 4 o 5 veces.
Entonces una puerta se abrió, el ambiente se volvió tenso y 2 hombres aparecieron en la sala. Andaban elegantes y orgullosos, con movimientos difíciles de seguir ya que eran bastante rápidos. Uno de ellos andaba un poco más infantil, sonriente, mientras que el otro se sentó directamente en una de las silla que había en la mesa.
-Hola hijo-Dijo el más serio de todos-, por fin nos vemos.
El otro hombre seguía avanzando hasta ponerse detrás de mí y apoyo sus manos en mis hombros, de pronto una oleada de placer me recorrió todo el cuerpo. Miré hacia delante y vi que Charlotte estaba demasiado tensa.
-A si que esta joven es tu nueva mujer-Al oír la palabra mujer me ruboricé. Miré de reojo a Lucas y vi como asentía-. Esta muchacha es hermosa chico, y no solo por fuera.
Dicho esto se sentó al lado de el otro hombre, con una sonrisa hermosa en la cara. Los dos eran guapos y majestuosos, solo con verles sabias que era mala idea comenzar algún tipo de disputa.
De pronto otra de las puertas, que no me había percatado de su existencia, se abrió dejando paso a dos hermosas mujeres. Andaban todavía mas elegantes que sus maridos.
Una de ellas tenia una melena color azabache que le caía en cascada hasta unos pocos centímetros por debajo de los hombros. La otra mujer tenia el pelo un tono por debajo que el de Lucas pero esta tenia el pelo has los codos. Sus fracciones estaban marcadas a la perfección, pero cada vez que me fijaba en cada una de ellas, mas veía que no tenían nada que ver la una con la otra.
La mujer del pelo negro tenia gestos cariñosos con Charlotte, la dijo un simple "Hola" mientas que la acariciaba el cabello durante unos segundos. Después ella se sentó al lado de Orión y le dedicó una sonrisa amplia mientras que la otra mujer se comportó arisca con Jasón, al igual que el con ella.
-Buenas, Lucas-Dijo la señora rubia-, hacia mucho que no nos veíamos.
-Es verdad, pero tampoco hay la necesidad ¿No?
Ella simplemente le miró irritada y después resopló, oí como el pequeño demonio se reía.
-Bueno, todavía no os he presentado-Dijo Lucas mientras me invitaba a levantarme-. Esta es Clara.
-Encantada-Dije con una sonrisa un poco forzada-.
-Yo soy Orión-Dijo el hombre que antes me había adulado-, y esta es mi mujer, Ariadna.
Ella me sonrió con amabilidad, era una sonrisa muy reconfortante, una muestra de amor en una casa de locos.
-Y yo soy Jasón, el padre de Lucas-Dijo levantándose-, Chloe es mi mujer.
Ella simplemente levantó la vista del plato durante un segundo, sin siquiera observarme. Me quedé mirándola con sorpresa, esperando a que volviera hablar.
-Si te estas preguntando si soy su madre-Comenzó a hablar-, no, no lo soy, soy la madre de mi hermosa hija, Amanda.
Sin pensarlo volví mi cabeza hacia Amanda que me miraba con una sonrisa de superioridad. Yo simplemente suspiré y miré a Lucas. El simplemente negó para que dejara el tema y nos sentamos los dos a la vez.
El resto de la comida prosiguió en silenció.



Hacia ya un par de días que tenia la misma pesadilla. Oscuridad total y solo oía voces pidiendo ayuda, la mayoría pedía agua. Después todo se iluminaba de una forma tenue y me fijaba que estaba en un pozo, rodeada de brazos intentando agarrarme y llantos, era el Tártaro.
De pronto venia Mark volando, pero antes de que pudiera agarrarme a el, las mano me empujaban hacia abajo con tanta fuerza que me rompían costillas, brazos y piernas. Después el dolor se apaciguaba y todo se volvía negro.
Me desperté sobresaltada, intentando recuperar el aire. Mark me estaba mirando fijamente.
-¿Que sueñas?
-Pesadilla.
-¿Cuantos días llevas soñando esa pesadilla?
-Un par de días pero... creo que no es de importancia.
-Si es importante, cuéntamela.
-Pues está todo oscuro y solo oigo voces pidiendo ayuda como locas. Después todo se ilumina un poco y me encuentro en el Tártaro. De pronto vienes tu volando y antes de cojerme las manos tiran de mi hacia abajo rompiéndome todos los huesos, después despierto.
Mark me miraba con detenimiento, estaba observándome  preocupado. Me dio miedo pensar que me tomaría por loca, pero en realidad el solo bajó la mirada y murmuró algo que con suerte conseguí entender.
-No lo entiendo, Morfeo.
Entonces mi mente empezó a procesar. Morfeo, dios griego que se encargaba de los sueños. Un hombre hermoso con alas que batía rápidamente que gracias a ellas conseguía volar a una velocidad increíble a cualquier parte del planeta.
-Supongo que Morfeo quiere que sueñe eso-Dije mirándole con una sonrisa-, aunque yo no creo que exista.
-Pues deberías-Me miró durante un segundo con dureza y después desistió-, es un sueño extraño.
-Lo se, por eso lo he buscado-Le dije mientras agitaba el libro delante de sus narices-.
El lo apartó con una mano mientras sonreía con ternura, después me besó y se levantó.
-¿Quieres tomar algo?
-Si me trajeras agua te daría un beso.
El me miró con una sonrisa y a los 30 segundos ya le estaba besando con mi vaso de agua en la mano.



La cena había sido larga, demasiado. No soportaba a aquella mujer que había sustituido a mi madre, en realidad sabia perfectamente que Chloe no amaba a mi padre, al igual que el se casó con ella solo por haberla dejado embarazada. Mi madre aun ocupaba gran parte de su corazón, tanto que todavía seguían conviviendo bajo el mismo techo, aunque tampoco podrían hacer otra cosa o estaría en peligro.
Clara había estado genial en la cena, educada y callada, sin pronunciar ningún comentario obsceno aun que sabia perfectamente que habría tenido ganas de soltar alguno a Chloe, solo por la forma en que la había mirado.
-Ahora vamos a conocer a mi madre-La dije con una sonrisa, ella me miró sorprendida-.
-¿Vive aquí?
-Si, al fondo del pasillo esta su pequeño mundo.
Ella no añadió ni una palabra más y empezó a andar graciosamente por el pasillo. Llegamos hasta la gran puerta de madera que tanto adoraba mi madre, llamé un par de veces y esta se abrió con un horrible chirrido.
Un olor a rosa nos rodeó por completo y, por lo menos a mi, me relajó por completo. Seguimos avanzando hasta llegar a una mesa tallada en madera. Había 3 persona sentadas en aquella mesa y sabia perfectamente quienes eran. Charlotte estaba sentada a la derecha mientras que Ariadna estaba a la izquierda de mi madre.
-¡Hijo!-Mi madre gritó nada más verme y se tiró encima mía como era costumbre- ¡Cuanto tiempo! Déjame que te vea-Dijo mientras se separaba de mi para verme mejor- Estas hermoso.
Aquella mujer, con los ojos color miel y la cabellera rubia, casi siempre recogida en una bonita trenza, era mi madre. Era delgada y pequeña, de metro setenta aproximadamente.
-Tu debes de ser Clara-No me sorprendió aquel comentario, aunque a mi madre no la había dicho nada ella lo sabia todo-, eres realmente guapa muchacha, me alegro de que mi hijo te haya elegido.
Ella simplemente la sonrió ruborizada.
-¡Ah! Perdonar mi descuido, yo soy Alysa.
-Yo bueno, ya sabes mi nombre-Dijo Clara avergonzada-.
Mi madre dio media vuelta y volvió a sentarse en su asiento adoptando una postura de reina, muy común en ella cuando quería parecer importante.
-Acércate hermosa, y dame la mano.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Capítulo 40


Cuando entré en mi habitación miles de recuerdos me vinieron a la mente, como un viento helado. La mayoría de ellos eran con Mark, claro, pero había otros tristes y otros con Carla.
De pronto alguien entró en mi habitación sin que me diera cuenta y se tiró encima mía saltando antes en la cama.
-¡LUCAS!-Me gritó mi hermanastra-¡Has venido!
-Claro que he venido pequeña-Dije sin ganas-.
Ella me sonrió con una sonrisa malévola, esa niña asquerosa era horriblemente mala. No había día en que no la odiara, siempre metiéndose en medio y empeorando las cosas, esa niña era una pesadilla.
-¿Sabes que ya me he desecho de mi doncella durante un tiempo? ¡Al igual que la chica esa que iba contigo!
-¿Como?
-Si, bueno, se han ido a tomar un café, dijo ella, Claudia.
-Clara-La corté-.
-Eso Clara, pues dijo que como parecía que quería estar contigo que se iba a tomar un café para dejarnos solos.
-Oh, vaya. Pues me voy con ellas pues.
-Ni se te ocurra-Me cogió de la camiseta con fuerza-, si lo haces sabes que puedo hacer cualquier cosa.
Maldita niña, ella y su estúpido chantaje. Pero sabia que lo decía en serio, ella no vacilaba ni un solo momento. Era muy astuta y bueno, como había dicho, podría hacer cualquier cosa.
Me quedé mirándola  era tan semejante a mi y a la vez tan diferente, era un demonio dentro del cuerpo de una pobre niña.
-¿Que quieres que hagamos bicho con  piernas?
-Nada, ahora no me apetece jugar.
-Mejor-La cogí de la mano y la saqué de la habitación-.
Cerré la puerta con cerrojo y me dejé caer por la pared hasta sentarme en el suelo.



Cuando bajé al salón vi que Natalia se había dormido leyendo un libro, me acerqué para verla mejor. Estaba preciosa. Su pelo marrón oscuro, casi negro, caía en  cascada por el lado del sofá casi tocando el suelo, después me fijé en el libro y me sorprendió. "Libro de los sueños" a saber que era eso, con lo rara que es.
-Hablando de raros-Pensé en voz alta- ¿Y Lucas?
Saqué el móvil de camino a la cocina y le llamé. Tardó bastante en cogerlo, como de costumbre.
-¿Donde estas idiota?-Le pregunte con una sonrisa.
-Me vas a pegar cuando te lo diga.
-Miedo me das.
-Estoy bueno, en casa.
-Que dices, aquí no estas.
-Estoy en Londres coño, y acabo de echar a Amanda de mi habitación porque me la acaba de volver a liar y encima no se donde ha dejado las cosas Clara...
En ese momento a los dos se nos cortó la respiración.
-¡Vete a buscarlas ahora mismo Lucas!
-¡Eso es lo que hago joder! ¡¿Donde están?!
-Mira en la habitación de invitados de Amanda.
Se oía como Lucas corría y jadeaba solo por salvar las cosas de Clara, aun que bueno, merecía la pena porque, esa niña era un maldito demonio, y lo mínimo que puede hacer es eso.
-Ha roto una camiseta solo.
-¿En serio?
-Y manchado lo demás... Esta niña es horrible. T-te dejo, Clara me va a matar.
-Good luck.
-Thanks.
Entonces colgó. Yo me quedé mirando el teléfono y rezando porque Amanda no fastidie más, pero sabia que sería en vano.
Lo que no entendía era por qué no nos ha dicho nada de que se iba, o por lo menos a mi. A lo mejor a sido algo espontaneo, conociendo a Jasón es capaz de revolver medio planeta para encontrarle.
Malditos raritos, todos ellos eran raritos. Solo dos nos salvamos, mientras que los demás se han quedado encerrados en aquel país, en aquella casa infernal donde no dejan de pasar cosas estúpidas.
Lucas y yo por lo menos fuimos listos y huimos en cuanto pudimos, conseguimos librarnos de su padre, mi padre, Orión, y de lo peor de aquella casa, aquella criatura que asustaba con tan solo mirarle a aquellos ojos infernales, maldita niña del demonio ¡Nos tenia acojonados a todos!



Aquella chica era tímida pero con grandes conocimientos sobre todo lo que la rodea, era demasiado observadora para mi gusto pero estoy acostumbrada a cosas mucho peores.
-Oye, y Amanda parece un cielo de niña.
Charlotte me miró con compasión y después me cogió la mano y empezó a acariciarla.
-Pobrecilla, envidio tu ignorancia pero, esa niña en realidad es un demonio.
-¿En serio?
-¿La has mirado a los ojos?
-La verdad... es que no.
-Entonces normal que te parezca un cielo. En cuanto llegues a casa, olvídate de tu ropa, se me olvidó advertírtelo.
Me quedé pensando un segundo, pero si aquella niña era un cielo, aun que bueno, tenia algo que no encajaba.
-Anda, vayámonos a casa ya-Dijo Charlotte dejando un par de billetes en la mesa-.
Yo la seguí sin rechistar, ya que ella conocía la ciudad y yo era una forastera. Fuimos andando hasta la casa ya que estaba bastante cerca para mi sorpresa.
Cuanto más miraba aquella casa, más grande me parecía.
-Hermosa, ¿Verdad?-Charlotte me había pillado mirando la casa con la boca abierta- Pues si te digo la verdad, en realidad es un infierno. Allá a dentro están todos locos. Solo Mark y Lucas han salido de aquí, y los únicos cuerdos de esta casa son Jasón y Orión.
-¿Jasón y Orión?
-Los dos primos, herederos de una riqueza inmensa, decidieron compartir todo ya que eran muy unidos-Me quedé mirándola esperando a que me aclarara más la cosas-. Jasón es el padre Lucas y Orión el de Marcos. Ellos dos son los herederos y así continuará hasta que alguien destruya esta familia, aunque bueno, la pequeña Amanda está en camino.
-¿Pero Amanda es hermana de Lucas?
-Hermanastra, odiada por todos. Esta familia  tiene muchas historias Clara y si te interesan, tengo un libro que cuenta toda su historia. Y el dato más importante, dicen que cada uno de esta familia tiene un punto flaco, como el talón de Aquiles, pues algo parecido. Cada uno es bueno en algo, Marcos en la fuerza, Amanda en el caos, Jasón en la manipulación de personas, y podría seguir así todo un día  También se dice que cada uno tiene un poder oculto, pero eso si que ya no es posible.
-¿De verdad cuentan todo eso?
Charlotte solo asintió mientras llamaba al telefonillo.
-Ahora sígueme y te daré el libro-Dijo algo nerviosa-, pero nadie puede saber que lo tienes.
-Charlotte, escúchame-La dije mientras ella empujaba una de las múltiples de la puerta para entrar al jardín- si me lo das ahora Amanda podría verlo.
-Es verdad-Estaba avergonzada-, te lo daré cuando sea lo más apropiado. Ahora ve a la habitación que te indicó Amanda, recoge tus cosas y yo mientras me cambio de ropa.
En cuanto entré en la casa vi a Lucas entrar corriendo en la habitación donde había dejado mis cosas. me acerqué sigilosamente y me quedé medio escondida, estaba hablando por teléfono.
-Ha roto una camiseta solo.
-...
-Y manchado lo demás... Esta niña es horrible. T-te dejo, Clara me va a matar.
-...
-Thanks.
Entonces decidí entrar y taparle los ojos mientras le daba unos besos en el cuello.
-Tu hermana me ha dado una buena bienvenida.
Lucas se giró y se quedó mirándome a los ojos arrepentido.
-Te juro que en cuanto podamos saldremos de aquí.
Yo solo le sonreí y le dí un beso en la mejilla, era lo único que podía hacer en esos momento ya que la niña me miraba desde la puerta.