domingo, 30 de diciembre de 2012

Capítulo 52

-¿Donde estoy?-Dije con la voz temblorosa, tenia la vista nublada- N-no veo nada.
Palpé lo que parecía ser una pared y avancé a oscuras hasta chocar con unos pantalones. Me agarré a ellos como pude y empecé a incorporarme como pude, estaba desorientada y mareada.
-N-no veo-Dije con un hilo de voz-. Necesito ver.
-Espera un poco-Dijo el hombre que tenia delante, su voz era grave y penetrante- y verás mejor.
Intenté avanzar más pero algo me retuvo, estaba encadenada por el tobillo. Estaba cada vez más asustada ¿Que era aquel sitio?


Me desperté a las 3 de la tarde, que extraño de Clara no me hubiera despertado. Entre abrí los ojos y vi que no estaba en la cama, pero tampoco se oía ningún ruido, me sobre salté. Busqué por toda la parte de arriba y nada, ni siquiera en el baño, ¿Donde estaba?
-¡Clara!-Grité sin obtener respuesta-¡CLARA!
Empecé a asustarme, no estaba ni contestaba, no oía ninguna respiración. Bajé las escaleras y busqué en el salón, en la terraza e incluso fui al lago, pero nada. Me acordé que no había mirado en la cocina y cuando entré el corazón se me paró.
Había una taza rota en el suelo con café al rededor, me tiré de rodillas en el suelo, ¿Que cojones estaba pasando? ¿Donde estaba?
Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos.
-¡¿Nunca podemos estar solos sin que pase nada?!
-Parece ser que no-Arsen estaba detrás mía  había entrado sin que yo me diera cuenta y tenia de la mano cogida a Paula-.
-¿Donde está?-Ya le había cogido por el cuello de la camiseta y le apretaba contra la pared más cercana- ¡¿DONDE ESTÁ?!
-¡¿TE CREES QUE LO SE?! ¡HE VENIDO AQUÍ PARA HABLAR CON ELLA!
Decía la verdad, no mentía  Le solté a regañadientes  estaba demasiado asustado como para seguir hablando, empecé a temblar, lo que más quería había desaparecido, no estaba. Otra vez empecé a llorar, no estaba, seguramente parecería un lunático pero me daba igual. Paula me abrazaba por detrás, yo agradecí ese gesto pero, no era Clara.
-¡KIT!-Un escalofrío recorrió mi espalda, hace demasiado tiempo que no escuchaba aquel nombre.
-¿Quien es Kit?-Preguntó Paula con su voz inocente.
-El chico que has visto antes-Antes, esa palabra recorrió mis pensamientos, el paria está cerca y se la a llevado-.
-Ha sido el, ¿Verdad?-Dije mirando a Arsen, el solo asintió con la cabeza- ¡Me cago en la puta!-Di un puñetazo a la pared dejando un boquete en ella- ¡Vamos a buscarla!
-P-pero... ¿Y yo que?-Dijo Paula.
-¡Tu con nosotros!-Solté saliendo ya por la puerta.
-¡No!-Me paré en seco, Arsen estaba parado abrazando a Paula-¡Ella también las ve!
-¿Y que?
-¡Pues que son 2 de las 3 elegidas! ¿No sabes esa historia?
-Pues no... Osea que... ¿Clara es una elegida?
-Si, y mi hermano las captura. Por favor, dejémosla con Mark.
Yo respiré hondo y asentí, tenia razón había que protegerlas.


Volvimos a casa en taxi, no me apetecía volver a llevarla en brazos. El taxista en cuanto le dije a donde íbamos casi da saltos de alegría, normal, son 60 pavos. Nos dejó en la puerta de casa, hasta me dio su tarjeta por su necesitaba otro viaje, yo la acepté encantado aunque seguramente no la utilizaría.
Justo cuando estaba abriendo la puerta un grito me hizo parar.
-¡Mark!-Me gritó Lucas mientras que Paula venía hacia mi-¡ Quédate aquí con ellas!
-¿Que a pasado?
-Kit a cogido a Clara-Al oír ese nombre un escalofrío recorrió mi cuerpo-.
-V-vale, me quedaré con ellas, pero por favor, traerla sana y salva.
Lucas asintió con rostro angustiado a la vez que tragaba saliva  después dio media vuelta y los dos salieron disparados hacia el cielo.
Paula y Natalia se tumbaron en el sofá preocupadas, eran 2 de las 3 mejores amigas de Clara, ella me lo había repetido mil veces, que ellas eran las mejores y que las quería mucho, demasiadas veces lo decía.
Me fijé en que Paula temblaba mientras que Natalia la consolaba cogiéndola la mano.
-Mark-De pronto Paula levantó la mirada del suelo para mirarme directamente a los ojos-, yo las veo.
-No jodas-Dije sin pensar-, no puede ser.
-S-si... y Kit vino hace un rato a por mi... pero claro, estaba con Arsen y... y...-De pronto empezó a agobiarse y las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas.

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Siento que este capítulo sea tan corto, pero es que quería recomendar 3 blogs que me gustan mucho, y quería que los leyerais.
El primero es Diario De Una Directioner, este blog es fantástico y se lo recomiendo a todas las directioners, su historia es bastante buena y bueno, estoy enganchadísima. http://tellmealie1d.blogspot.com.es/
La segunda es Mas Allá De La Imaginación, esta es una historia de amor que recomiendo a todos mis lectores, mis lectores jajaja, parece como si yo fuera importante xD http://tellmealie1d.blogspot.com.es/
El tercer blog es de la misma chica que escribió el anterior, pero esta historia va de One Direction, que también recomiendo a todas las directioner que me leen.

Gracias por leerme y por favor por favor, comentarme. Quien quiera que le avise por twitter cada vez que escriba un nuevo capítulo que me lo diga por twitter: @pues_vale

GRACIAS A TODOS Y TODAS! 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Capítulo 51

Solo estábamos los dos, nuestros cuerpos se movían totalmente sincronizados. Veía como gotas de sudor caían desde su flequillo en mi pecho y caían lentamente al colchón. Este chirriaba con cada movimiento al igual que mis gritos cada vez eran mucho mas altos. Dolor, solo notaba dolor, pero era lo más placentero del mundo.
Cada grito, cada dolor era lo que había esperado durante años, era el, el chico que había esperado durante toda mi vida, ¡y lo estaba haciendo con el!
Llegamos los dos juntos hasta arriba y en cuanto llegamos los dos nos desplomamos, estábamos totalmente agotado, normal.
-Guau-Dijo mirando al techo y secándose el sudor de su frente-.
Yo le miré de reojo con una sonrisa y después le di un pequeño beso en la mejilla. El me miró con una media sonrisa y de pronto me abrazó mientras soltaba una carcajada. Yo me quedé quieta en sus brazos, era demasiado perfecto para que fuera real. Pero lo perfecto duró poco.
-¡TÚ!-La ventana estalló en pedazos mientras aquel hombre entraba por la ventana-¡Te doy tres malditos segundos para vestirte!
Arsen estaba totalmente tenso y yo estaba demasiado asustada como para moverme. El chico levantó su mano derecha y empezó a contar, pero al levantar el segundo dedo Arsen ya estaba totalmente vestido, era inexplicable. Yo me quedé mirándole y el solo me apretó la mano.
De pronto el chico se abalanzó contra el y cayeron los dos al suelo. Daban la puerta por la habitación pero de pronto Arsen salió despedido por la ventana por culpa de la patada que le había dado aquel tipo. Yo estaba aun mas asustada que antes pero algo me dejó sin aliento, Arsen estaba al otro lado de la ventana, volando. Solté un grito sordo y me tapé con las sábanas, no quería ver mas.
-Me dijiste que estaba muerta-El chico me había cogido de los pelos y tiraba de mi como fuera un objeto sin valor, yo gritaba de dolor- ¡ME JURASTE QUE ESTABA MUERTA!
-¡Y ESTA MUERTA!-Arsen se abalanzó sobre el chico haciendo que este soltara mi pelo- ¡Ella no es Laura! ¡No lo es!
-¡Pero si es igual!
-Compruébalo tu mismo, pues-Dijo Arsen separándose de encima de el y señalándome con la mano-. No es ella.
Yo miré a Arsen asustada mientras que el chico se acercaba a mi y me examinaba el cuello meticulosamente. Lo miró durante varios segundos y después abrió los ojos como platos mientras se separaba de mi.
-N-no es posible Arsen, dime que no es posible.
-Si es posible, y ella es mía-Estaba demasiado asustada como para discutir eso de que "era suya"-.
-Dijeron que teníamos que protegerla los dos-El chico le miraba muy serio-, y eso es lo que vamos a hacer.
-¡Y si ella no lo es! ¡Ya hemos encontrado a una! ¡¿Para que necesitamos más?!
Yo estaba paraliza, ¿De que estaban hablando? ¿Como que habían encontrado a una? No entendía nada, lo único que hice fue coger la ropa como pude y empezar a vestirme para salir de aquel sitio cuanto antes. De pronto, antes de salir por la puerta vi algo que no había visto antes, había ahí tres niñas con sangre reseca por la cabeza, solo movían la boca, no emitían ningún sonido pero notaba el dolor en sus rostros, eran las niñas más viejas que había visto nunca´. Grité asustada y salí de aquella habitación lo más rápido que pude. Había un ascensor pero no me iba a parar a esperarlo como una idiota así que bajó las escaleras a toda velocidad por el camino había un señor mayor y casi le tiro por las escaleras.
-¡PERDÓN!-Grite sin mirarle si quiera a la cara.
Seguí bajando sin prestar atención a lo que decía aquel hombre, seguramente serian insultos o algo por el estilo pero me daba igual, debía salir de aquel lugar.
Corrí y corrí hasta salir de aquel portal, y al salir a la calle no avancé mas de tres paso, Arsen ya estaba abajo inexplicablemente.
-Juro que puedo explicarlo-Me cogía la mano con fuerza y me miraba a los ojos directamente-.


Me desperté a las 11 de la noche y vi que Lucas ya estaba dormido así que me incorporé de la cama con cuidado, pero fue en vano.
-¿A donde vas pequeña?-Me dijo con un ojo medio abierto.
-Voy a comer, tu sigue durmiendo-Le di un beso y salí de la habitación-.
Recordaba a la perfección aquella casa. Si seguías recto llegabas a un pasillo sin salida, después, si girabas 2 veces llegabas a un pasillo lleno de habitaciones, y si giradas solo una vez a la derecha ibas directamente a las escaleras. Había baños en todas las habitaciones, yo todavía no podía entender que hicieran casas tan grandes, mas bien era un hotel. Las escaleras crujían a cada paso y los dos últimos escalones rechinaban, el único fallo de aquella casa. La cocina estaba cerca de las escaleras, gracias a dios, ya que me había cansado bajando las escaleras.
En cuanto llegué a la cocina saqué una taza y la llené de leche y en cuanto cerré la nevera una mano me tapó la boca con fuerza, intenté forcejear pero fue en vano. Un olor avinagrado me taponó la nariz y entonces la vista se me empezó a nublar.
No recuerdo mas que unos labio besándome la frente.


Ya eran las once y media y tenia una revisión a menos cuarto, pero lo peor de todo es que la clínica estaba en Madrid. Yo empezaba a ponerme lo de los nervios ¿Que leches estaba haciendo?
-¡Mark por dios que llegamos tarde!
-Ya vooooooooy-Dijo bajando las escaleras- ¿Que tal voy? Espero que bien-Extendió los brazos y yo le examiné-.
Llevaba una camiseta negra en la que ponía boy en letras doradas, unos vaqueros, un gorro y sus vans negras (  http://www.polyvore.com/cgi/set?id=66899302&.locale=es ). Yo levanté mi dedo gordo en modo de aprobación y de pronto me cogió en brazos.
-¿Que haces?-Le pregunté asustada.
-Ya no llegamos tarde-Dicho esto abrió la puerta, la cerró y a los 2 minutos ya estábamos en frente de la clínica-.
Yo respiré un par de veces, no sabia lo que acababa de pasar. Si hace nada estábamos en casa y ahora estábamos en Madrid, en el centro de Madrid.
Me froté los ojos un par de veces para comprobar si era verdad que ya estábamos allí, y si, era verdad. Reí nerviosa y me cogí al brazo de Mark, estaba mareada.
-No había otra forma de llegar a tiempo-Dijo empujándome hacia dentro de la clínica-, lo siento.
No dije una palabra, solo le seguí. Entramos a un ascensor con un par de señoras bastante groseras. Nos miraban cada dos por tres y luego cuchicheaban entre ellas, me irritaban. Menos mal que se bajaban en el segundo piso, nosotros íbamos al tercero.
-Estoy muy nerviosa-Apreté la mano de Mark con fuerza-.
Salimos del ascensor y yo me senté en una de esas sillas incómodas de plástico mientras Mark hablaba con la recepcionista. Volvió y se sentó a mi lado sin decir una palabra.
Esperamos unos 5 minutos y nos pasaron a la sala, en ella se encontraba la médico con su enfermera, las dos me atendieron amablemente. Les expliqué que llevaba 3 meses embarazada, y ella me pasó a una sala.
-Túmbate y levántate la camiseta.
Yo hice lo que me pidió, mientras, Mark estaba en una esquina de la habitación más nervioso que yo incluso. Tenia el rostro pálido, y estaba totalmente asustado, si te fijabas bien podías ver que temblaba.
-Eres un mierdas-Le dije con una media sonrisa-.
-Calla, que estoy muy nervioso.
-Ven, dame la mano.
el se acercó titubeante y se sentó a mi lado con mi mano cogida. En ese momento entró la médico con una especie de crema que me untó por el abdomen y cogió un aparato extraño y empezó a moverla por donde estaba la crema. En la pantalla no se veía nada, hasta que pude diferenciar dos cosas extrañas. ¿Dos?
-Vaya, parece ser que son gemelos-Dijo la señora-, enhorabuena.
De pronto Mark soltó mi mano y se desplomó en el suelo, desmallado.
-No me lo puedo creer-Dije mirándolo-.
-Ya a pasado más veces-Dijo la enfermera que ya lo ayudaba a levantarse-, ¿Estas bien?
-S-si, creo que si-Dijo Mark con los ojos medio abiertos-.
-Ya puedes levantarte-Dijo la médico que ya me había quitado la crema del cuerpo-, también podéis iros, pero antes toma-Me tendió una foto de la radiografía-, de recuerdo.
Yo la sonreí mientras me llevaba a Mark del brazo. Tuve que tirar de el asta el ascensor y del ascensor hasta la calle. Estaba echo una mierda, pobrecillo, normal, eran gemelo ¡GEMELOS!
-Madre mía Natalia, gemelos, yo no se... si voy...
-Si vas a poder, los dos juntos podremos-Dicho esto el me besó, asustado-.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Capítulo 50


-No me lo puedo creer-Dije incrédula-, es imposible que halla 2 personas idénticas, o casi.
-Pues es posible...
Me quedé mirándole  tenia la mirada perdida. Los ojos volvieron a llenarse de lágrimas y yo lo único que podía hacer era quitárselas. Le abracé pero no funcionó, el lloraba y lloraba. ¿Tanto dolía?
Me cansé de verle llorar, ya que si seguía viéndolo puede que yo también comenzara a llorar. Salí de la habitación dando pequeñas zancadas y recapacitando todo. No es posible que haya 2 personas idénticas en el mundo.
El timbre sonó un par de veces, después otras dos. Fuera quien fuese el que llamara parecía impaciente. Alguien abrió la puerta y un simple "Hola" recorrió la casa entera, era Paula. Se me paró el corazón y di media vuelta para ver como Arsen salia de su habitación y bajaba las escaleras a toda velocidad. Al segundo ya rodeaba a Paula con sus musculosos brazos. Di un par de zancadas y me dejé caer por la barandilla de las escaleras para contemplar mejor la escena.
-¿Arsen?-Preguntó Paula con un tono grácil- ¿Que te pasa?
-Muchas cosas...-Dije sin pensar-.
Arsen se separó un segundo de ella y me escrutó con la mirada, yo callé asustada. Arsen cogió la mano de Paula, la besó y después subió las escaleras tirando de ella. Paula simplemente le seguía un poco confusa, normal, yo también tendría esa cara de pasmada si alguien tan guapo me besara la mano. Inconscientemente miré a Lucas al pensar aquello y le sonreí contenta, hoy estaba feliz, o eso creo, menos por el incidente de Carla todo iba la más de bien.
Lucas me devolvió la sonrisa y después me abrazó.
-Vámonos-Me susurró al oído-, lejos.
-¿A donde?-Le dije con una sonrisa.
-A la casa de fin de año-Al oír aquello el rostro se me iluminó-.
-¡Vamos!
Lucas se rió mientras salía disparado hacia la habitación. Yo como era una maldita humana subía las escaleras con esfuerzo. Cuando llegué a la planta de arriba me encontré a Lucas saliendo de la habitación con una bombilla en la mano, a saber lo que habría inventado ya.
-¡Clara mira!-Dijo entusiasmado-¡Es alucinante!
Sujetaba la bombilla con la mano derecha y de pronto una chispa en la mano izquierda encendió la bombilla. El simplemente la sujetaba, pero la encendía  era alucinante. Me quedé mirándola perpleja hasta que el la apagó y chasqueó los dedos delante de mis ojos.
-Mola, ¿Eh?
-Mu-mucho...-Dije todavía asombrada-.
-Vamos-Me cogió de la muñeca y una pequeña descarga recorrió mi cuerpo, no pude evitar gritar-.
-Apaga el interruptor antes de tocarme, majo.
El empezó a pedirme perdón mientras avanzábamos por el pasillo hasta llegar a la pequeña habitación, bueno, de pequeña no tenia nada, era más bien un pequeño apartamento. Con tele, armarios y hasta baño propio.
Lucas me alcanzó la maleta que estaba en lo alto del armario y empecé a llenarla con ropa. Metí un par de bikinis ya que había un pequeño lago allí. Metí camisetas, pantalones, hasta un vestido. Por último metí ropa interior y comencé a vestirme, todavía seguía en pijama. Cogí una camiseta con un dibujo de galaxia, un sweater rosa, unos vaqueros y unas Vans fucsias. Cuando me giré vi que Lucas también se había cambiado ya, llevaba una camiseta negras, un sweater gris con un corazón rojo en el lado izquierdo, vaqueros y unas Vans rojas ( http://www.polyvore.com/clara_lucas/set?id=65744400 ).
-Lo que no entiendo es por qué cogemos sudaderas-Dije mientras ya salíamos de la habitación-.
-Vamos a la sierra, hará frío, supongo.
Yo asentí y bajamos las escaleras a toda prisa, teníamos ganas de irnos, eran vacaciones de verano. Nos despedimos a gritos mientras salíamos por la puerta. Empecé a preguntarme si dejar a Paula allí sola con Arsen sería buena idea, después aparté ese pensamiento de mi cabeza, quería relajarme.
Llegamos a la casa en menos tiempo del que recordaba y sacamos las maletas lo mas rápido que pudimos, queríamos entrar en aquella casa cuanto antes, eran muchos recuerdos y yo por lo menos quería repetirlos.
La casa estaba exactamente igual a como la dejamos, menos por una lámpara rota y unas tazas en las mismas condiciones. Miré a Lucas asustada pero el me comentó que el era el culpable ya que fue allí cuando nos peleamos, respiré tranquila.
A medida que subía las escaleras unas capas de polvo se levantaban a mi paso y cada vez me costaba más respirar.
-Lucas, hay que limpiar-Le dije mientras me ponía ya ropa vieja y cogía la escoba-. Manos a la obra.
Empecé por la entrada, todo estaba lleno de polvo. Cuando ya se veía el suelo Lucas empezó a fregar y así con toda la casa menos con las habitaciones.
Cuando comenzamos con las habitaciones Lucas levantaba los muebles como si no costara nada en absoluto y yo mientras barria y fregaba.
Terminamos de limpiarla casa en... 4 horas y media, estaba realmente agotada, pero el nada de nada, seguia dando saltos por toda la casa.
-Por dios Lucas, ¿No estas cansado?-Dije mientras me tiraba en bomba a la cama giratoria- yo estoy rebentada.
-Que poco aguante tienes-Me dijo mientras se tumbaba a mi lado-.
-Es que no se si sabes que tu no eres como yo...
El solamente me miraba con una sonrisa y me dio un pequeño beso en la nariz. Mis ojos se cerraban y eso que solo eran las 6 y media de la tarde.
-Clara...-Me dijo Lucas con voz ñoña- Tengo hambre.
-Baja y hazte algo-Le dije medio dormida ya-.
-Pero es que quiero que me lo hagas tu...
Ya vuelta para no tener que mirarle a los ojos y poco a poco me fui quedando dormida.


Paula cada vez se acercaba mas, me tocaba más. No sabia si podría controlarme mas. Yo estaba tumbado en la cama, indefenso, mientras que ella se acercaba gateando. Nos quedamos mirándonos a los ojos, ella encima mia y sin poder soportarlo más la besé.
No podia parar, cada vez el calor iba a más hasta que alguien nos interrumpió, era Mark.
-Por favor, ya he tenido que escuchar a Clara y a Lucas hace unos días, otra vez no.
Paula y yo nos quedamos paralizados mirando a Mark. El sonrió falsamente y cerró la puerta con un portazo.
-Nos a cortado el rollo-Dijo Paula avergonzada-, bueno será mejor que... que me vaya ¡Si! eso... irme.
Yo la miré divertido, estaba muy nerviosa y era muy graciosa y torpe. Yo me levanté de la cama y ella se asustó un poco. La cogí de la mano sin decir nada y tiré de ella para salir de casa, me acababa de acordar de que tenia un pequeño apartamento cerca, lo había alquilado ya que me iba a quedar por estas zonas mucho tiempo pero cuando me acogieron en esta casa se me pasó por completo. busqué las llaves por mi chaqueta de cuero y la encontré, después busqué las del coche y las saqué a medida que salíamos por la puerta sin decir nada en absoluto. Paula estaba callada y se sentó sin rechistar en el asiento del copiloto de mi coche. Sin dudarlo encendí el coche y pisé el acelerador.
Miraba a Paula cada vez que tenia oportunidad, después empecé a pensar. Paula no era Laura, y menos aquel beso. Los besos de Laura ya ni si quiera los recordaba pero estaba totalmente seguro que no habían sido tan impresionantes como los de Paula. Cuando ella me besó algo dentro de mi se encendió enseguida, algo que me hacia seguir y seguir.
Mi apartamento se encontraba en las afueras de Alcalá y cuando llegamos lo único que podía pensar era en Paula y la cama.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 49

-Carla.
-Vaya, pareces asombrado.
-Hombre, me parece normal que este asombrado ya que has aparecido de detrás de unos matorrales.
Ella ni si quiera me prestaba atención, solamente se acercaba peligrosamente hacia mi. Su cuerpo se movía con agilidad hasta que llegó a pegar su cuerpo con el mio. Empezó a jugar con el pelo de mi nuca mientras que yo la empujaba con cuidado para que se apartara, no quería hacerla daño, bueno si, pero no era conveniente.
-¿Que coño quieres?-La pregunté cuando conseguí, por fin, quitarmela de encima.
-Quería haceros una pequeña visita, Mark.-Dijo jugueteando con su pelo, como una niña pequeña-Os echaba de menos.
La miré con desprecio antes de volver a meterme dentro, pero ella fue rápida y se coló en la casa, todo el mundo se calló y se quedaron mirándola  Natalia estaba asombrada, al igual que Lucia e Iván. Lucas estaba asustado y a Clara no la llegué a ver la cara porque en seguida se tiró encima suya.
-¡Maldita guarra!-Gritaba mientras la arrancaba varias extensiones-¡No mereces pisar esta casa!
Las dos se revolvían en el suelo mientras los demás miraban el panorama, nadie las ayudaba, nadie se movía, nadie hacía nada.


Oí un grito que me sacó de mis pensamientos, después otro, y otro. ¿Que estaba pasando ahí abajo? Me levanté de la cama y fui al salón todo lo rápido que pude y cuando llegué me quedé parado, ¿Que estaba pasando?
-¡Separarlas!-Grité haciendo que los dos fortachones reaccionaran, al igual que yo- ¡¿Que esta pasando aquí?!
Las dos chicas gruñían y pataleaban intentando librarse de aquellos brazos, aun que fuera en vano. Clara tenia sangre en el labio y la boca, de vez en cuando escupía, mientras que a la otra chica ya se le empezaba a hinchar el ojo y la sangre de su nariz salía a borbotones.
-No me puedo creer que hayan llegado a los puños y no hayáis echo absolutamente nada-Dije mirándoles a los dos que cada vez las separaban mas-.
Ellos no contestaron, mientras, Clara soltaba insultos a la chica mientras que pequeñas gotas de sangre salían de su boca, mientras, la otra chica simplemente sonreía con aire superior.
-Llevatela-Le dijo Lucas a Mark-. Rápido.
Mark llevó a la chica hasta la entrada y la empujó hacia afuera con brusquedad, entonces miré a Clara y vi que Lucas ya la estaba abrazando y sin poder evitarlo miré a Natalia que me miraba con una media sonrisa. ¿Que me había hecho esa chica?
Me sonrojé y giré sobre mi mismo con un gruñido, odiaba esa sensación y aunque sabía que podía cambiarla, ¿Porque no lo hacia?
Ya sabia la respuesta, el dolor volvería otra vez y ella volvería a mi mente.

*Flashback*

-Como te quiero-La dije mirándola a los ojos, ella simplemente me besó-.
Corríamos por el bosque como dos críos, aunque en realidad solo hacia tres días que había cumplido 17 años. Ella me miraba con sus ojos verdes y su cabello dorado se ondulaba con gracia con cada una de sus zancadas. Su vestido blanco estaba manchado de verde, porque hacia tan solo unos minutos se estaba rebozando entre las plantas. Sus piernas se movían con agilidad y elegancia, era toda una princesa.
-¡Laura!-La grité desde unos metros- ¡No entres ahí! Es la zona de cazadores.
-No te preocupes a esta hora no...-No llegó a terminar la frase ya que una bala le atravesó el pecho-.
-¡LAURA!-Grité acercándome al cuerpo tendido en el suelo con lágrimas en los ojos-No, no... por favor-Dije mientras la sostenía con cuidado-.
Su vestido ahora estaba bañado en sangre y ella, ella había muerto en el acto. Un disparo justo en el corazón. La besé una última vez antes de cerrarla los ojos. Mis lágrimas mojaron su cara y las limpié con sumo cuidado, entonces le vi, el estúpido cazador que había matado a lo que más quería. La ira y el odio se apoderó de mi junto a una fuerza sobrehumana. Al segundo ya le estaba ahogando contra un árbol.
-Maldito cabrón-Le dije antes de romperte el cuello, un chorro de sangre me manchó la camisa y el cuello, dejé caer el cuerpo al suelo y me quedé mirándolo antes de mirarme las manos manchadas de sangre-.. P-pero que he echo...
Volví junto a Laura y le quité su anillo antes de salir huyendo de allí.

*Fin de Flashback*

-¿Estas bien?-Me preguntó Clara quitandose todavía sangre del labio, de pronto noté que una lágrima me delataba, yo simplemente negué con la cabeza y me subí a mi habitación.
Subí con la suficiente lentitud como para que todos me vieran, y cuando su vista no me alcanzaba salí disparado hacia mi habitación. De pronto un nombre me vino a la mente, Paula. La primera vez  que la vi mi respiración se había parado durante varios segundos, ella era igual que ella. Sus ojos verdes, pelo dorado y un par de lunares en la parte de abajo de la mandíbula.
Había intentado apartar las imagenes de aquella chica, y la había evitado las 2 veces que había venido a casa, pero al final siempre la acababa encontrando, ¿Y de quien estaba enamorado? No estaba seguro, pero ¿A caso importa?
-¿Porque tienes una foto de Paula?-Clara tenia una foto de Laura, una que había sacado hace un momento para hacerme recordar- Nunca he visto esta foto...
-N-no es Paula-Dije secándome la penúltima lágrima-.
-¿Como que no es Paula?-Clara cada vez alucinaba más- Pero si es igualíta.
-Ven-La dije mientras daba unas palmadas al lado mio para que se sentara-, te voy a contar mi pequeño secreto.
Clara se sentó en silencio y antes de que empezara ella me cogió la mano y la apretó con fuerza mientras me sonreía, un gesto que me ayudó a seguir.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Capítulo 48


Hola chicos y chicas, me gustaría que leyerais este capítulo con esta canción: http://www.youtube.com/watch?v=qXHo30Oye8s
Siento mucho no haber podido escribir antes, es que he estado castigada, con exámenes y cosas por el estilo. Tenia este capítulo ya escrito pero se me olvidó subirlo.
Recomendarme, comentarme y leerme, ya sabéis :)
Gracias por leer. Un beso,
Clara.
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El corazón se me paró de repente, no me creí lo que acababa de decir. Mis pulsaciones empezaron a subir, llegaron a tal punto en el que empecé a hiperbentilar.
-¿C-como has dicho?-Le pregunté aturdida apartando mi mano de la suya.
-No me hagas repetirlo Natalia-Me miró directamente a los ojos provocándome un escalofrió que me recorrió la espalda y la lengua se me trabó-.
-Y-yo estoy con Mark, ¿No lo entiendes? Le quiero a el Arsen...
-Te juro-Dijo poniéndose de pie bruscamente-, que seguiré detrás de ti Natalia, hasta que alguien me haga cambiar de opinión.
Entonces desapareció escaleras arriba.
-¿Que cojones acaba de pasar?-Pensé en voz alta.
De pronto alguien me dio un beso en la frente y cuando miré hacia arriba, me sonrió.


Oí un portazo y eso me sobre saltó, venia de la habitación de Arsen y de pronto un gruñido de dolor rompió el silencio. Me levanté de la cama con cuidado, ya que Lucas estaba totalmente dormido, normal.
Salí al pasillo y miré para ambos lados antes de dirigirme hacia la derecha, hacia la habitación de Arsen.
Llamé un par de veces antes de entrar, pero al no obtener respuesta simplemente abrí la puerta. Cuando vi el panorama mi habitación me vino a la mente, la habitación de mi casa claro, no esta, esta estaba recogida, pero la habitación de Arsen... Madre mía  aquello parecía una guerra nuclear. Había camisas por el suelo, al igual que pantalones y ropa interior, incluso unos calcetines estaban colgados en la lámpara del techo.
-Arsen...-Dije bajito mientras miraba un bulto en una esquina de la habitación- ¿Que ha pasado?
De pronto el bulto se volvió una sombra y al segundo Arsen me abrazaba mientras lloraba. Cada sollozo me dolía más, me daba tanta pena que tuve que sentarme y ponerle al lado. Le sequé las lágrimas una a una hasta que se calmó.
-¿Que a pasado?-Le pregunté con dulzura.
-La quiero joder-Me dijo mientras se tapaba la cara con las manos-, la quiero muchísimo, se lo he dicho y... y...
-Te a dicho que no-El asintió, y yo le acaricié el pelo-. Arsen... Esta embarazada, esta con Mark, se quieren.
-Ya pero aun así...
-Arsen-Le dije obligandole a mirarme a los ojos-, olvídate de ella.
-P-pero no puedo.
-Si puedes, Arsen, y lo vas a conseguir.
El simplemente me abrazó y de pronto alguien se tiró encima de la cama y se frotó su pelo rubio haciendo que brillara.
-Clara tiene razón -Lucas miraba al techo con una sonrisa-, ella esta enamorada de Mark, y eso no se puede cambiar.
Arsen suspiró y se dejó caer hacia atrás, yo mientras me quedé mirándolos  dos personas totalmente diferentes pero me llenaban tanto. Arsen se había convertido en mi hermano pequeño en tan solo unos pocos días, y Lucas, bueno, no hace falta comentar lo mucho que le quiero.
Me levanté de la cama a la vez que Lucas y los dos nos fuimos hacia la cocina. Por el pasillo el me cogió en brazos y empezó a correr.
-¿Que hora es?-Me preguntó dejándome encima de la encimera.
-Ni idea-Dije mientras cogía uno de los miles de bollos que hay en una cesta-, pero tengo hambre.


-¿Lo has escuchado?
-Si...-Dijo entristecido mientras se sentaba a mi lado- Pero no me puedo enfadar, es su naturaleza.
-¡No te guardes las cosas!-Le grité mientras le lanzaba un cojín a la cara.
-Em... bueno, es de la casta de Atreo, se supone que pueden manipular los sentimientos...
-¿Y no puede cambiar los suyos?
-No lo se... Podríamos decírselo a Clara a ver si hace algo.
-Me parece buena idea-Dijo Lucas mientras aparecía de la mano con Clara-, pero no creo que quiera hacer nada.
Clara simplemente asintió, se mostraba decepcionada, a saber lo que le habría dicho el idiota ese. Yo me quedé sentado mirando al techo, ajustando la vista podía ver hasta las motas de polvo que había en el aire. Eran pequeñas y una se me metió en la nariz, haciéndome estornudar. Cuando quité la vista del techo no había nadie, se habían ido así que suspiré y empecé a fijarme en todo. Las pinceladas del cuadro de enfrente ahora tenían mas color y su recorrido ahora me parecía hermoso, antes solo eran líneas.
De pronto oí pasos en la entrada, dos personas, y de pronto el timbre sonó dejándome aturdido, ¿Como podía sonar tan fuerte un simple timbre? Me llevé las manos a la cara.
-¡Abre la puerta Mark!-Gritaron los 3 desde la cocina.
-¡Sois unos idiotas todos!-Les grité mientras me dirigía a la puerta.
Cuando abrí la puerta me quedé pensando un momento ¿Quienes eran? La chica se quedó mirándome con sus ojos verdes y una sonrisa, mientras que el chico de atrás solamente me miraba.
-¡Lucia!-De pronto dos sombras pasaron por mis dos costados y abrazaron a la chica-¡¿Que haces aquí?!
-Ah, claro, Lucia-Dije sin ganas dándome media vuelta-. Pasa Ivan-Le dije con un gesto con la mano-.
Al chico pasó con una media sonrisa, parecía avergonzado. Cuando los dos llegamos al salón al salón Arsen estaba allí medio tumbado leyendo un libro. De pronto Lucia soltó un grito ahogado e Ivan le señaló con el dedo con una expresión de horror.
-Tu eres el que volaba-Gritó Ivan con una expresión horrible-, te vi por la ventanilla ¡Te vi!
-Vaya, me vio alguien...-Dijo estirándose como si fuese superior-.
-¿Como lo hiciste?-Le preguntó Lucia sentándose a su lado, notaba como su respiración era agitada y apuesto lo que quieras a que eso a Arsen le excitaba-Es imposible.
-Em... bueno-Tragó saliva disimuladamente mientras la miraba a los ojos-, es imposible de explicar.
Acto seguido se fue a una velocidad normal hacia su habitación, Lucia se quedó ahí pasmada mirándole  Ivan se aclaró la garganta para llamar su atención pero no funcionó. Oí a Clara y Natalia soltar algunas risillas antes de acercarse a Lucia y empezar a hablar. Me giré y vi que Lucas estaba hablando animadamente con Ivan, así que decidí salir al jardín. ¿Como podían dejar pasar un tema así? Le habían vito volar y pasan olímpicamente del tema, todos son unos idiotas, ¿Soy yo el único que se da cuenta de las cosas? Todo lo que pasaba lo dejaban correr como si no tuviera importancia, somos semidioses y hay que acostumbrarse, parece que a ninguno le importa lo que pueda suceder.Llega Arsen y ahora todo gira entorno a el y ahora le ven volar y como si nada.
-¡Esto es increíble!-Grité en voz alta, gran error.
-¿El que es increíble -La voz venía de los matorrales, era uan voz muy familiar, una voz odiada por muchos de esta casa.
-Carla.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Capítulo 47

Hacia ya 3 días desde el accidente y los chicos ya podían levantarse sin ayuda aunque todavía se cansaban rápido. Cada uno estaba en una habitación distinta y ahora, Mark era la mama de todos. El se había recuperado a las 12 horas de haber curado a Lucas.
-¡Mark!-Llegué a la cocina gritando su nombre- ¡Mark!
-¿Que ¿QUE?¡¿QUE?!
-Te tengo que contar una cosa muy importante-Le dije con una sonrisa, aun que el tema era demasiado serio-.
-Pues rápido, tengo que limpiar la cocina, esta echa un asco.
-Ten cuidado con Arsen-Se paró en seco-.
-¿Por que?
-Creo que esta interesado en Natalia, pero en Paula también. Pero le estoy convenciendo, lo juro.
-Le voy a partir la cara-Dijo quitándose el delantal rosa y apretando los puño, pero yo me interpuse en su camino-.
-No Mark.
El bufó y volvió a ponerse el delantal. Siguió limpiando la encimera pero por culpa de su fuerza y enfado partió la encimera por la mitad, por el estruendo yo salté asustada.
-¡Mierda!-Gritó tirando el pañuelo con el que limpiaba y se fue hacia el jardín.
De pronto Arsen bajó por las escaleras con una sonrisa tímida, a saber que quería  Yo me senté y esperé a que viniera. El se sentó a mi lado y me cogió la mano.
-¿Q-que quieres Arsen?
-Clara-Dijo mirándome a los ojos, tragué saliva-, esto es difícil de decir...
De pronto el se puso rojo mientras que se humedecía los labios. Me dieron ganas de besarle... eran tan carnosos pero... ¡¿Que poder tiene este chico?!
-¡Arsen!-Dije soltándole la mano-¡¿Que me estas pidiendo?!
-Era broma tonta-Me dijo con una gran sonrisa-, simplemente necesito ropa.
-Eres un idiota-Le dije mientras le daba una palmada en la espalda-, anda vamos.
-Vaya que rápido has reaccionado.
-¿Sabes conducir?-Le pregunté dubitativa.
-Pues claro, tengo 19 años.
Cogimos uno de los 4 mil coches, y nos fuimos al centro comercial donde vamos siempre Natalia, Marina y yo... Me entristecí un poco al recordar que ya no seria igual pero en seguida me recuperé.
Pasamos por un par de tiendas y el lo único que hacia era sacar dinero de los bolsillos y gastárselo. Después de estar una hora dando vueltas Arsen tenia como 7 bolsas en cada brazo y yo tenia otras 3 en los míos.
-¿Cuanto dinero te has gastado ya Arsen?-Le pregunté asustada.
-No se, mucho-Dijo mirando mi tienda favorita- ¡Oh dios mio! Vamos a esa.
Me cogió de la mano y tiró de mi arrastrándome hacia dentro de la tienda.
-Que sepas que yo todavía no me he comprado nada-Le dije mientras dejaba las bolsas en el suelo-, y quiero comprar aunque solo sea un par de cosas.
-Vale-Me dijo poniéndome las dos manos en los hombros y mirándome fijamente-, pero lo elijo yo.
Yo simplemente asentí del miedo que me había dado su mirada, aquel chico era alucinante. Creo que era bipolar o algo por el estilo. me senté en un puf que había al lado de los mostradores y esperé a que apareciera con la ropa. Tardó solo 5 minutos y me tendió unas cuantas prendas, yo sin pararme a mirarlas me metí en el probador y cuando me miré en el espejo me quedé impresionada. Me había traído una camiseta de nirvana sin mangas, unos shorts preciosos y unas botas amarillas con plataforma. Me quedé mirándome un par de segundos mas y cuando salí Arsen también se había cambiado y me estaba esperando fuera. Llevaba un polo azul, a juego con sus zapatillas y unos vaqueros claros. Me cogió del brazo pegándome más a el y nos miramos al espejo ( http://www.polyvore.com/arsen_clara/set?id=63654504 ).
-¿Eres estilista?-Le pregunté con una sonrisa mientras todavía me miraba al espejo.
-En realidad me gustaría hacerlo, pero un semidiós no tiene tiempo para esas cosas.
Yo le miré un par de segundos y me volví al probador para cambiarme otra vez de ropa.



Natalia había estado muy distante estos días  al igual que Mark. No se si estaban deprimidos o simplemente cansados el uno del otro, pero algo les pasaba. Cada vez que pasaba por el salón alguno de los dos estaba tumbado mirando al techo o leyendo un libro. Estaba realmente raro el ambiente, y de pronto me di cuenta de algo. hacia más de una hora que no había visto a Clara y a Arsen, ¿Donde estaban? Decidí llamarla.
-¡Hola!-Me dijo animada- Se me a olvidado avisarte perdóname, es que estamos comprando, bueno, ya estamos de camino-Yo sonreí, su voz tenia un tono diferente, un tono feliz-.
-¿Me has comprado algo?-Le dije bromeando.
-¡Pues claro! ¿Como no te voy a comprar algo?
-¿Y el que me has comprado?
-Ya lo verás-empezó a reírse y me contagió-, bueno te cuelgo que ya estamos entrando en el pueblo. Adiós  te quiero.
-Adiós, yo también te quiero.
Colgué y me quedé mirando el teléfono con una sonrisa tonta en la cara, aquella chica me hechizaba. La verdad es que la amaba, era algo muy muy especial, tan especial que estaba convencido que esto iba a durar para siempre. Ella siempre a estado a mi lado, y hemos compartido casi todo. Encajamos perfectamente el uno con el otro y ella, me hace sonreír todos los días, al igual que ahora.
-¿Por qué sonríes?-Me preguntó Mark con la voz apagada mientras entraba en la cocina.
-¿Que cojones os pasa a vosotros dos?-Le pregunté ignorando su pregunta- Estáis demasiado raros, ahora que tenéis un tiempo para vosotros dos estáis cada uno por su lado.
-Lucas, todo esta cambiando-Dijo seriamente mientras se sentaba en un taburete y miraba a la mesa con tristeza-, está embarazada sabes, y todo por mi culpa. Dios la quiero muchísimo Lucas.
-Lo se, pero se que eso no es lo que pasa. Cuéntame lo que pasa.
-Arsen se a interesado por Natalia, y parece que puede conquistarla.
-No creo que se interese por Natalia, Mark. Tu no viste como miró a Paula al entrar en la puerta, le brillaban los ojos a los dos.
El simplemente bajó la mirada, se bajó del taburete enfadado tirando le al suelo y se fue de la cocina con una manzana en la mano.
¿Y si era verdad? ¿Y si Arsen iba detrás de Natalia? Pero todavía no puede irse de aquí o estaría en peligro. Me quedé en la cocina pensando hasta que oí como se abría la puerta de la entrada. Di un saltito para bajarme del taburete y fui corriendo como un niño pequeño hasta saltar encima de Clara y abrazarla con todas mis fuerzas.
-Hola mi amor-La dije mientras la daba un beso en el cuello-.
-¿Que te pasa hoy?-Ella se giró para darme un beso en la boca y me dio una pequeña bolsa- Toma, tu regalo.
Miré dentro y era la camiseta que hace unos cuantos meses había visto en un escaparate, pero la tienda estaba cerrada. Al día siguiente no había rastro de la camiseta.
-¡No me lo puedo creer!-La dije mientras la cogía en brazos- Si es que ¡¿Como no te voy a querer?!
Ella simplemente reía mientras que Arsen se aguantaba la risa hasta que estalló en carcajadas. Después cogió sus miles de bolsas y subió a su habitación.
-Pensará que estamos locos-Me dijo Clara bajito a unos centímetros de mis labios-.
-Es que estamos locos-La besé y la acaricié el pelo-.
Ella empezó a subir las escaleras hacia nuestra habitación y yo la seguí con sus bolsas en la mano. Por el camino nos encontramos con Arsen que nos sonrió nervioso y bajó las escaleras rápidamente. Cuando llegamos a la habitación Clara dejó las bolsas a un lado, al igual que yo, y empezamos a besarnos con dulzura. Cada vez con más intensidad. Poco a poco nos fuimos tumbando en la cama mientras dejábamos nuestra ropa por el suelo. Metidos ya en la cama seguimos besándonos y poco a poco nos fuimos convirtiendo en uno otra vez, pero esta vez fue diferente, con mas intensidad. Fue como mi primera vez.



-Mierda-Dijo Mark mientras se dejaba caer a mi lado-, ahora se les oye más.
-¿Lo están haciendo?-Pregunté divertida.
-Joder, si-Mark ponía caras extrañas, sacándome mi primera sonrisa del día-. Que asco.
-Eh, que nosotros también hacemos esas cosas-Le dije dándole un puñetazo flojo en el hombro-.
-Pero contigo no da asco-Y entonces me besó, el primer beso desde que nos habíamos levantado y eran las 5 de la tarde-.
-Vaya por fin-Le dije dándole otro-.
-¿Que pasa?-Se separó confundido.
-Todavía no me habías besado.
-Si, ya bueno...-Su expresión había cambiado por completo-Estaba pensando-Dicho esto se levantó y salió al jardín-.
-¿Que cojones le pasa?-Pensé en voz alta.
-Creo que es mi culpa-Arsen apareció a mi lado con una radiante sonrisa, aunque sus ojos expresaban dolor-.
Aquel muchacho desconocido era realmente uno de los chicos mas guapos que había visto nunca. Era amable, considerado, gracioso. ¡Igual que Mark! ¡Natalia por favor! ¡¿En que estas pensando?! Es un chico guapo, pero no podría llegar a sentir nada por el ¿O si? ¿Que me estaba pasando?
Mi corazón empezó a latir con fuerza mientras miraba sus ojos azules verdosos, y su sonrisa, una de las mas bonitas que había visto, aparte de la de Mark.
-¿P-por tu culpa?-Pregunté nerviosa.
-Natalia...-Se sentó a mi lado mirando al suelo, parecía triste y avergonzado. De pronto, me cogió la mano- Creo... que me estoy enamorando de ti.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Capítulo 46

Alysa y Ariadna se había encerrado en la cocina y de vez en cuando alguna de las dos subía con una bandeja llena de comida para Lucas o para Arsen. Charlotte atendía todos los cuidados del muchacho mientras que yo le daba cariño a mi novio.
Natalia estaba en la habitación de al lado cuidando a Mark, ya que estaba totalmente agotado después de curar a Lucas.
Cuando Charlotte salió de la habitación un momento aproveché y fui a preguntar.
-¿Quien es el?
-¿Arsen?-Yo asentí- Es... bueno, es el hermano de un paria.
-¿Un paria?
-Un paria es un vástago que mata a otro de la misma casta. Y bueno, su hermano es ahora mi novio, bueno novio, si te soy sincera no se ni lo que somos-Dijo con una sonrisa triste-, es esta ahora en París con un amigo suyo pero... bueno, hace mas de 3 años que no ve a su hermano y cuando lo he visto hoy... se me a parado el corazón y tenia que hacer lo que fuera por curarle.
-Lo entiendo-La dije mientras que Ariadna me daba una bandeja llena de comida y otra se la daba a Charlotte-.
Cuando entré en la habitación los dos chicos estaban hablando y cuando entré los dos sonrieron mirándolos a las dos. Yo correspondí las dos sonrisa al igual que Charlotte.
-¿ Todavía tienes habré?-Le pregunté a Lucas con una sonrisa burlona.
-Ya no tengo tanta, pero tengo.
Le seguí dando de comer ya que ni el ni Arsen podían mover ni un solo musculo. Se comió todo lo que había en la bandeja y me sonrió calidamente pidiéndome más comida y yo sin rechistar le di un beso en la frente antes de irme a por mas comida. Cuando llegué a la cocina alguien llamo a la puerta.
-¡Ya voy yo!-Grité mientras dejaba la bandeja en la encimera-¡ Llévale la comida a Lucas, por favor!
Ariadna asintió con la misma sonrisa amable que tenia su hijo. Llegué a la puerta y antes de abrir la puerta sabia quien era, su perfume traspasaba la puerta, ese perfume que tantas veces me había echado sin que ella de diera cuenta.
-¡Paula!-Grité mientras me lanzaba a sus brazos después de abrir la puerta- ¡¿Que haces aquí?!
-Fui a tu casa, pero tus padres me dijeron que ahora vivías aquí eh pillina-Me dijo mientras me daba un par de codazos-.
-Anda tonta, ahora tenemos a toda la familia aquí.
Ella me miró sorprendida y yo puse los ojos en blanco.
-Sabes, Robert y yo lo dejamos hace unos cuantos meses.
-¿De verdad?-Pregunté sorprendida.
-Si tía, era todo muy monótono y después bueno, los cuernos me los puso.
-Lo siento-Dije mientras la cogía de la mano-.
-Quiero ver a Lucas-Me dijo con una sonrisa-.
-Acaba de tener un accidente... de coche. Pero esta visible.
-¿Pero esta bien?
-Si, ya está muchísimo mejor.
Ella respiró con una mano en el pecho y las dos empezamos a subir las escaleras. Por el camino nos encontramos a Ariadna que sonrió a Paula y ella se quedó pasmada.
-Que guapa.
-Es la madre de Mark.
Seguimos subiendo y cuando iba a abrir la puerta me paré en seco y miré a Paula seria.
-El chico que hay al lado de Lucas también esta débil  nada de ligar, y la chica que le esta cuidando no es su novia, ¿Vale?
-¿Ya me estas buscando novio?
-Es que es muy guapo.
Ella simplemente puso los ojos en blanco y pasó la primera. Cuando Arsen la vio se quedó mirándola embobado, y ella igual. Solo faltaba una música de fondo. Charlotte empezó a mirarles los dos y después estalló en carcajadas al igual que yo, y bueno, Lucas también lo intentó pero le dolía tanto el cuerpo que tuvo que controlarse.
-Em... Hola-Al final Paula comenzó a hablar- Y-yo soy Paula.
-Y soy Charlotte-Dijo mientras se levantaba y le daba dos besos-, y ahora me voy a por más comida.
-Y-yo soy Arsen-Estaban los dos mirándose sonrojados-.
Pasé por delante de Paula y empecé a darle de comer a Lucas otra vez. Mientras ellas se sentó en el pie de la cama, en el lado mas próximo a Arsen.
-Clara-Ariadna abrió la puerta y las tres hermanas entraron en la habitación-, no vamos ya cariño. Ya no nos necesitáis mas.
-¿De verdad?-Dije levantándome y dándoles un abrazo a cada una-Tener un buen viaje. Prometo que cuidaré de los tres.
-Eso no lo dudamos-Dijeron a la vez, dicho esto desaparecieron-.
Nos quedamos mirando la puerta y después cada uno siguió a lo suyo. Paula empezó a conversar con Arsen, que cada vez parecía mas animado y yo... pues me quedé mirando a Lucas mientras que el empezaba a incorporarse.
-Clara-Me miró avergonzado-, me hago pis.
Yo solo empecé a reírme y le ayudé a incorporarse. El puso una mueca de dolor que me dolió a mi con solo verle y pasó un brazo alrededor de mis hombros, dejando todo su peso sobre mi.
-Madre mía, como pesas-Le dije mientras le chupaba un poco la mano-, sabes bien.
-Lo se.
Le seguí llevando por todo el pasillo y le metí en el baño. Dejé de sujetarle y le dejé de pie en frente del bater y el me miró con cara de cachorrito.
-No te la voy a sujetar mientras meas mi amor-Le di un beso haciendo que se tambaleara un poco y obligándome a sujetarle por el brazo para que no se callera hacia un lado.
Al final le dejé solo en el baño y yo me quedé al otro lado de la puerta con una sonrisa tonta. Vi que Natalia se dirigía hacia nuestra habitación pero se paró al verme en la puerta del baño.
-Esta meando ¿Verdad?
Yo asentí y ella se sentó en el pasillo conmigo.
-Si te digo la verdad todavía no he visto a Arsen y ahora iba de camino.
-Pues que sepas que Paula ya esta ligando con el.
-¿Paula?-Dijo algo confundida- ¿Esta aquí? ¡Voy a verla ahora mismo!



Paula era una chica hermosa, miraba todas sus fracciones y eran totalmente perfectas. En cuando Lucas y Clara desaparecieron de la habitación riéndose Paula se tumbo a mi lado y en seguida de durmió, debería de estar muy cansada para dormirse tan rápido. Era realmente guapa cuando dormía  pero de pronto alguien apareció en la habitación.
-Hola-Dijo la desconocida-.
Me sonaba de haberla visto antes, pero cuando la vi se me disparó el corazón al igual que había pasado cuando Paula me había mirado con sus ojos verdad. ¿Que me estaba pasando? Era imposible que me enamorara dos veces en un margen de 20 minutos, era imposible.
-Soy Natalia-Dijo mientras me quitaba con ternura el sudor de la frente-, venia a ver a Paula pero ya veo que no está disponible. Aparte, todavía no te había visto... normal.
-¿Como?-Pregunté confundido.
-Bueno, cuando te hemos cogido del lago tenias el pecho hundido con la forma de Lucas y la cara deformada, sin exagerar, ahora eres realmente guapo-Dicho esto me sonrió calidamente y se levantó para darle un beso en la mejilla a Paula-. Bueno, me voy a cuidar a mi novio, encantada de conocerte, Arsen.
Novio, novio, novio. Es la única palabra que oía en mi cabeza, mierda, tenia novio. Sus cabellos marrones oscuro, que cualquier ojo mortal habría dicho negro le caía por los hombros con gran belleza y su sonrisa me había alegrado solo de verla. De pronto Paula soltó un gruñido y se despertó sobresaltada.
-Cuanto he dormido-Me preguntó frotándose los ojos mientras me sonreía-.
-Unos... 5 o 10 minutos.
-Suficiente para aguantar una tarde entera.
Se levantó de un salto y salió de la habitación sonriente. Su pelo castaño claro hizo un movimiento increíble antes de salir. El brillo de su pelo era deslumbrador y su sonrisa acompañada de sus ojos verdes era pura belleza.
-¡¿Que me esta pasando?!-Grité sin querer, y justo en ese momento Clara y Lucas aparecieron en la habitación.
Se quedaron mirándome asombrados, había gritado demasiado y después a Clara se le escapó una estúpida risilla que nos contagió a Lucas y a mi. Después se miraron a los ojos y lo supe, supe que estaban echos el uno para el otro y eso me hizo sonreír tontamente.
-¿Que te pasa en la cara?-Me dijo Clara mientras me revolvía el pelo con total confianza- Tienes el pelo suave como Mark.
-¿Mark?
-El novio de Natalia, por cierto ¿Que tal con ella? ¿Te a caído bien?
-S-si...-De pronto me sonrojé y a Clara le cambió la cara-.
-No-Me dijo cortante-, no te puedes enamorar de ella.
Yo la miré humillado y ella me cogió la mano. Me rogó que no lo hiciera pero era demasiado tarde, me había enamorado de ella, y de Paula.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 45

En cuanto llegamos a casa Clara me dio un libro que sacó de una mochila negra, me dijo que teníamos que investigar y estar informados, por si acaso.
El libro que me dio en la portada ponía "Historia Griega" yo la miré desconcertado.
-Tu lee, nos servirá.
Yo la hice caso sin rechistar y empecé a leer. Cuando llegué a un capítulo llamado "Los Vástagos" empecé a leer con mas detenimiento. Contaba que todo teníamos la fuerza de los dioses y puede que desarrolláramos poderes que solo ellos, los dioses, poseían o poderes similares, lo mismo vaya. Cuando pasé la siguiente hoja la garganta se me seco y empecé a respirar con dificultad. Había una imagen de tres mujeres que a primera vista parecían ancianas, pero en realidad eran 3 pequeñas niñas con el rostro deformado y llenas de sangre, de sufrimiento.
Clara se acercó a mi por detrás para ver la imagen que tanto me había atormentado.
-Dios mio-Dijo con la voz temblorosa mientras se llevaba una mano a la boca-.
-Aquí pone que cuando nos encontremos con alguien de una casta diferente a la nuestras, estas tres pequeñas aparecerán como por arte de magia. Nos intentaran atormentar. Son las parcas
-¿Castas?
-Si, como familias de vástagos. Dice aquí que hay cuatro castas. La casta de Tebas, la de Atreo, la de Roma y la de Atenas.
-Vaya.
De pronto oí a alguien sollozar levemente, venia del jardín y me levanté de un salto. Salí corriendo en busca de aquellos sollozos y en cuanto salí al jardín le vi, un muchacho con una belleza impresionante y a su lado, las parcas. El chico estaba realmente asustado pero apretaba sus manos con fuerza. Las parcas sollozaban cada vez mas fuertes, me pedían que le matara y en cualquier momento es lo que haría, matarle. De pronto Clara gritó detrás mía.
-Son ellas-¿ También las veía?-.
Y justo cuando me iba a abalanzar sobre el chico Lucas se me adelanto y cayó del cielo como si se hubiera lanzado desde un avión. Empezaron a forcejear mientras que yo simplemente observaba.



La expresión de aquel muchacho asustaba, tenia mas experiencia que yo, eso seguro pero de pronto empezó a convulsionar y empezó a oler a pelo quemado. Aproveché para alejarme de el lo máximo que pudo, no quería matarlo y ¿Quienes eran esas tres ancianas horripilantes?
El chico se levantó aturdido y antes que Mark pudiera alcanzarle desapareció.
-¿Q-que me a pasado?-Pregunté confundido, estaba aturdido.
Clara simplemente se acercó corriendo hacia mi y me abrazó con fuerza mientras sollozaba, yo la devolví el abrazo y la apreté contra mi pecho.
-Las he visto-Dijo todavía llorando-, las he visto. Era horrible Lucas.
La cogí en brazos y la metí en casa. Mark ya estaba dentro temblando en el sofá mientras que Natalia le cogía la mano.
-Le has electrocutado Lucas-Me dijo Clara temblando-, has brillado durante un momento, lo has echo y yo las veía a ellas, las he visto.
Analicé todas las palabras que había dicho Clara ¿Que le había electrocutado? ¿Por eso olia a pelo quemado? Espera, ¿Ese era mi poder? 
-¿Quienes eran lastres viejas?
-Eran las parcas-Dijo Mark, estaba tranquilizado ya-, y no son viejas, son tres niñas.
-Pobrecillas, son horribles.
-¿Soy la única que no las ha visto?
-Si-Respondimos los 3 a la vez, a ella se le escapó una risilla-.
Clara se calmó y me cogió de las manos con fuerza.
-Eres impresionante, sabes lanzar rayos-Ahora que lo decía tenia la boca seca, ¿ Tendría algo que ver?-.
-Y no solo lanza rayos-Dijo Mark con una sonrisa-, también vuela.
Los tres le miramos atónitos, ¿Que estaba diciendo? No podía volar. Aparte ¿Quien era aquel chico?
El resto de la tarde estuvimos estudiando los libro que mi madre la había dado.



Me levanté de golpe  había soñado con ellas. Estaba aterrorizada, sin duda, la imagen mas horrible que había visto nunca. Miré la hora y vi que eran las 7 de la mañana, buena hora para salir a correr. Me vestí lo más rápido que pude, aquella mañana hacia bastante frió para estar en julio así que me puse un chándal de adidas azul y blanco ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63565044&.locale=es ).
Cogí las llaves, el móvil y me puse la música antes de salir de casa. Fui por el camino de siempre, el camino hacia el lago.
Y justo cuando llegué a aquel lago, las vi, estaban allí las tres, las parcas. Miré para todos los lados, se supone que cuando las ves tienes ganas de matar, pero en realidad lo único que sentía era miedo.
-Tranquila-Dijo una voz masculina detrás de mi espalda-, no pueden tocarte.
Me giré de un salto y le vi, era el mismo chico que estaba ayer en el jardín  se supone que tendría ganas de matarle pero no fue así, esas ganas nunca llegarían ya que yo no soy ninguno de ellos.
-¿Por que no quiero matarte?-Dijo confuso, era un chico realmente guapo.
-Soy una humana-El chico abrió la boca pero yo seguí hablando-, y no, no se porque las veo yo también.
-Hola, soy Arsen. Casta de Atreo-Me cogió la mano y la besó, estaba incómoda y alagada-.
-Y-yo bueno, yo soy Clara. Casta de mi casa.
el me sonrió tiernamente y después empezó a pedirme perdón por lo de ayer, estaba perdido, un pueblo nuevo, solo volaba por los alrededores y las parcas le habían traído hasta aquí  el no sabia que había vástagos por esta zona.
-Espera, ¿Vuelas?
-Si, y parece que tu amigo, aparte de electrocutar, también lo hace.
Las parcas seguían allí, pero ya no daban tanto miedo, simplemente sollozaban pero de pronto empezaron a hablar de nuevo, rogaron que matara, pero a mi no me lo pedían  se lo pedían a Arsen. De pronto Lucas lo agarró por el cuello.
-¡Corre Clara!-yo le hice caso de inmediato y me escondí detrás de uno de los múltiples árboles.
Los dos empezaron a forcejear cada vez mas y mas fuerte, se metieron en el lago pero de pronto Lucas salió despedido hacia el cielo ascendió y ascendió, detrás de el subió Arsen y entonces ascendieron tanto que a los 2 segundos no se les veía estuvieron un rato sin aparecer pero de pronto vi algo que bajaba demasiado deprisa, cada vez mas deprisa y calló en el lago. Una onda me hizo volar por los aires un par de metros y me tiró al suelo. Empezó a caer agua del cielo, el lago estaba medio vació ya que los dos chicos habían caído con tal velocidad que el agua había salido del lago.
-¡Lucas!-Grité mientras entraba en el agua buscándoles- ¡LUCAS!
Empecé a buscar y de pronto el suelo terminó, los dos chicos habían hecho un agujero bastante grande así que tuve que bucear para llegar a ellos. Lucas estaba tumbado encima de Arsen, los dos tenían la cara deformada. Primero cogí a Lucas del brazo y tiré de el, cuando vi el pecho de Arsen solté un pequeño grito, estaba aterrorizada. Su pecho estaba hundido hacia dentro con la forma del cuerpo de Lucas.
Saqué a Lucas a la orilla, estaba inconsciente. Le pasé una mano por su pelo mojado, le di un beso en la frente y me sumergí para buscar a Arsen. Cuando volví a verlo la reacción que tuve no fue distinta a la anterior. Le cogí del brazo con los ojos cerrados y tiré de el con todas mis fuerzas hasta ponerle al lado de Lucas. De pronto noté algo extraño, las furias habían desaparecido. Respiré hondo, intentando no mirar mucho a Arsen y llamé a Mark que me lo cogió en seguida.
-¿Que pasa Clara?-Dijo con la voz ronca, acababa de levantarse- Son las 8 de la mañana.
-Mark por favor-Dije mientras empezaba a llorar-, ven al lago, no puedo explicar esto , están inconscientes Mark. Por favor ven.
-¿Quien? ¿Quienes?
-Mark ven por favor-Las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas-.
El simplemente colgó y a los pocos segundos apareció a mi lado. Se quedó mirando a los dos chicos inconscientes y se quedó mirándolo a el, a Arsen, miraba su pecho horrorizado.
-No las veo.
-Trae el coche-Le dije sin pensar-. Tráelo, tenemos que llevarlos a casa.
El desapareció al segundo, era bastante rápido. A los cinco minutos apareció con un todo terreno negro y Natalia iba dentro, cuando vio a Arsen se quedó paralizada, una reacción que esperaba que fuera peor. Les tumbamos en los asiento de atrás  yo tenia la cabeza de Lucas en las piernas y le acariciaba el pelo mojado todavía.
Llegamos a casa y metimos a los dos en casa con cuidado, tumbamos a los dos en una cama, en la cama de invitados, ya que es lo suficientemente grande para que 4 personas duerman en ella. Entonces se me ocurrió llamar a Alysa, pero ella se me adelantó.
-Se lo que ha pasado pequeña-Me dijo con su voz tranquilizadora-, todavía estamos en España y estamos de camino. Ya hemos llegado, ábrenos las puerta.
Todo iba deprisa, ellos iban deprisa, su naturaleza era rápida y yo estaba muy aturdida. Las tres hermanas entraron en la habitación y las tres miraron a Arsen y Charlotte ahogó un grito, se sentó a su lado y le cogió la mano.
-Es su hermano-Dijo mirando a Alysa-, es el hermano de Karsten.
-Lo se, pero ahora hay que salvarle-Alysa hablaba seria-, empieza por el, Mark curará a Lucas.
-¿Yo?-Mark estaba asombrado- Yo no puedo.
-Si puedes, tienes ese poder-Charlotte hablaba amable-, solo tienes que concentrarte y visualizar su cuerpo, despues solamente tienes que pensar en curarlo.
Mark se arrodillo a un lado de la cama, en el que estaba Lucas y Charlotte se arrodilló al lado de Arsen. Ella puso sus dos manos a unos 20 centímetros encima del cuerpo de Arsen, cerró los ojos y su piel cada vez era mas gris, daba bastante miedo. Mark la miró atónito y después, el empezó a adquirir el mismo color.
El pecho de Arsen volvía a su forma original con una velocidad imposible y la cara volvía a su forma original con facilidad.
Me giré y vi a Natalia mirando a Mark asustada, era normal, el estaba gris, su piel estaba gris, estaba sudando y su expresión era de dolor. De pronto, los dos sanadores pararon con una sincronización alucinante. De pronto Lucas abrió los ojos y yo me abalancé hacia el para coger su mano.
-Oh Lucas, gracias a dios-Dije mientras lágrimas me mojaban las mejillas-.
-Eh-estoy bien-Me dijo con la voz ronca mientras apretaba mi mano-, pero me duele todo. Y-y tengo hambre. Mi cuerpo se cura rápido pero lo de Mark, a dolido.
Yo le sonreí y le di un beso con ternura, ahora respiraba tranquila.

Capítulo 44

Fragmentos de este capítulos han sido escritos por Natalia, que me ha inspirado mucho. Espero que os guste el capítulo :)
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Clara y yo llegamos con los nervios de punta. Íbamos a subir a un escenario con muchísima gente delante de nuestras narices, y tendríamos que hacer el discurso de agradecimientos, aunque ese instituto no se merecía ni las gracias, pero era tradición.
Entre el público distinguí a dos personas saludándonos con ímpetu  Mery y Nata. Llevaban unos vestidos preciosos ( http://www.polyvore.com/mery_nata/set?id=63341023 ). Para relajarme aparté la vista de ellas y encontré a Mark entre el público, el me sonrió y me levantó el dedo pulgar animándome.
-Suerte-Leí en sus labios-.
Yo simplemente le sonreí y le cogí la mano a Clara que ella apretó mostrándome que también estaba nerviosa.
Ya era el momento, ya apagaron las luces del público y solo dejaron un foco alumbrando el escenario, concretamente donde había que ponerse para leer. Yo era la 5º, y eso me relajó un poco la verdad, pero aún así estaba apretando la mano de Clara con fuerza. Clara salia la última, pobre, eso si que me pondría nerviosa, tendría que finalizar todo y si lo estropeaba la conciencia la mataría, bueno, no la mataría sino que la amargaría durante un par de días.
-¡Ahora Natalia González!
Toda la grada estalló en aplausos, pero toda mi atención se dirigía a la persona que estaba delante, trajeado, y con el pelo negro revuelto, Mark.



Mientras que Natalia daba un emotivo discurso yo empecé a escrutar a la gente del publico, estaban mirándola seriamente, estaban totalmente enganchado a las palabras que decía  De vez en cuando soltaba algún comentario gracioso y la gente estallaba en carcajadas.
Me fijé en 3 personas que no apartaban la mirada de mi, una de ellas era Lucas, pero las otras dos...
-¡Dios mio!-Grité asombrada, ellas estaban aquí.
Alysa y Charlotte me miraban serias, aun que Charlotte estaba sonriente. Al lado suya estaba Ariadna mirando a Natalia con un brillo en los ojos que no sabría explicar del todo bien.
Natalia acabó su discurso y la gente, con lagrimas en los ojos de la emoción, se levantaron aplaudiendo mientras que Ariadna se mostraba todavía atónita por el discurso de la novia de su hijo, de su queridísimo Mark.
Pasaban los estudiantes graduados, pasaban minutos, horas... Hasta que me tocó a mi. Salí al escenario mirando fijamente a Alysa, que escrutaba cada uno de mis pasos.
-Hola-Me aclaré la voz-. Como ya habéis oído, me llamo Clara Mateos, y bueno, me acabo de graduar. Este instituto a significado mucho para mi, aunque se caiga a pedazos y no haya dinero para restaurarlo, siempre a sido mi pequeño refugio, un lugar donde socializar, estar con la mayoría de mis seres queridos. Se que para mucha gente, la etapa de instituto no ha sido lo mejor, incluso puede que la odien, pero la vida es así  injusta. Mi vida a sido demasiado justa, más que eso, este ultimo curso a sido... ¿Como explicarlo con palabras? Es imposible. La gente que me rodea me ha apoyado más que nunca y se, que nunca voy a olvidar este ultimo curso. Felicitaciones a todos los graduados, y muchísima suerte en vuestro futuro, gracias-Dicho esto me fui temblando como un flan sin pararme a escuchar los aplausos de los demás  simplemente salí corriendo a los brazos de Lucas-.
Me olvidé por completo de Alysa y las demás, ya no estaban en mi cabeza, solo estaba el olor de Lucas y su traje de color negro.



Clara me abrazaba con fuerza, mientras yo olía su aroma mientras le acariciaba el pelo. Después se separó de mi y me besó con ternura, hace mucho que no nos besábamos así, es malo perder costumbres como esa. Cuando me separé de ella y miré un segundo al público, de pronto me puse tenso al igual que ella.
-¿Que hacen aquí?-Pregunté serio.
-No lo se, las he visto antes, siguen en el mismo sitio.
-Vamos-La dije mientras empecé a tirar de ella-.
Andábamos cada vez mas rápido, intentaba controlarme y cada vez lo hacia mejor. Al final nos encontramos con ellas en medio de un pasillo completamente vacío.
-Emotivo discurso pequeña-Dijo Alysa con una sonrisa que ella devolvió agradecida-.
-¿Que hacéis aquí?-Pregunté enfurecido.
-¿No puedo venir a la graduación de mi hijo?
-No cuando me has mentido toda mi vida.
-Lucas...-Dijo Charlotte bajando la mirada-, era por tu bien. Yo lo descubrí hace un mes y mírame.
-¿De verdad?-Preguntó Mark desde el otro lado del pasillo, haciendo que Clara y yo nos giráramos- ¿Hace un mes?
-¡Hijo!-Ariadna saltó a los brazos de Mark y el la recibió con una agradable sonrisa, una sonrisa que siempre alegraba a todo aquel que la mirara, sobre todo a Natalia, su cara en estos momentos lo decía todo.
Cuando se separaron Ariadna miró a Natalia de arriba abajo y la abrazó de repente.
-Que discurso mas hermoso-Se separó de ella y la cogió de las manos con fuerza, mientras que Natalia estaba entre sorprendida, alegre y agradecida-, y tu, tu eres también hermosa, estoy muy contenta.
Yo, sin que nadie se dé cuenta, me fui acercando poco a poco a Charlotte hasta estar junto a ella.
-¿Que pasa Charlotte?-La pregunté directamente aunque cualquier oído vástago lo habría oído y por eso todos se giraron hacia mi. La que habló a continuación fue mi madre.
-Cressida, osea Amanda esta furiosa, se enteró y su madre está revolviendo toda España para encontrar a Clara.
-¿Porque a mi?-Preguntó confundida- Yo no he echo nada.
-En realidad-La dijo mi madre cogiéndola de la mano-, eres la única que puedes romper las joyas y ella-Señaló a Natalia con su sonrisa cálida-, tiene dentro de su cuerpo a uno de los descendientes.
Natalia se sonrojó y Ariadna apretó su mano. Entonces Charlotte buscó en su bolso y sacó 2 anillos con una piedra preciosa. Uno era verde y otro marrón, el primero se lo entregó a Clara y el marrón a Natalia ( http://www.polyvore.com/anillos/set?id=63542653 ).
-Estos anillos son una protección, ningún arma o ataque de vástago os puede matar.
-Vaya, gracias-Dijeron las dos a la vez, después se miraron aguantándose las ganas de chocarse la mano-.
-Osea que corremos peligro de morir-Preguntó Natalia bastante asustada-.
-Si, un poco. Esto es una guerra Natalia-Ariadna la miraba a los ojos con serenidad mientras la hablaba-, y sin daros cuenta vosotras dos os habéis metido de cabeza en ella. Aunque vuestro mayor peligro no es ni Chloe ni Amanda, sino los demás vástagos.



-¿Los demás vástagos?-Natalia estaba confundida- ¿Es que hay más?
-Muchos más.
Empecé a fijarme en las tres hermanas, llevaban ropas realmente bonitas, iban a la moda en todos los sentidos. Y su estilo era realmente increíble, puede que la que mejor vestía de todas era Charlotte, y con diferencia ( http://www.polyvore.com/alysa_charlotte_ariadna/set?id=63542346#stream_box ).
Despues nos quedamos todos callados, un silencio incomodo para Natalia, pero para mi me parecía realmente cómodo, era mi segunda familia y sin saber porque, lo sabia todo sobre ellos, todo.
-Bueno chicos-Dijo Alysa mientras le daba un beso a su hijo y otro a Mark-, nos vamos.
Ariadna se despidió de Natalia con un abrazo y de los dos primos con un beso en la mejilla, a mi me miró con una sonrisa y se puso al lado de su hermana.
-Ven aquí anda-Charlotte extendió los brazos hacia mi y me dio un fuerte abrazo-, protégelos y cuidado con tus movimientos-Me dio un beso-.
En un abrir y cerra de ojos las 3 hermanas desaparecieron como por arte de magia pero el aroma seguía en el aire ya que su perfume olía mucho.
-¿Que hora es?-Pregunté todavía mirando en el sitio donde hace un par de segundos estaban de pie.
-La una y media-Lucas me estaba abrazando por detrás-.
-Nosotros nos vamos-Mark y Natalia ya se iban por el pasillo y giraron la esquina-.
Nos quedamos los dos solos, en silencio mientras nos abrazábamos. Quería irme a casa. Ya había visto a la gente y me había despedido de ella, quería irme de allí lo antes posible o mi cabeza explotaría.
-Quiero irme a casa.
-Creo que Mark quería-Lucas me cogió de la mano y nos fuimos por el camino que habían tomado Mark y Natalia-.
Llegamos a la sala donde se habían hecho los discursos, estaba todavía lleno de gente pero yo estaba agobiada por tanta gente, tantas emociones, tantas voces y risas. Encontré a Mark en una esquina medio mareado mientras que Natalia socializaba con toda la gente, típico en ella.
Me acerqué a Mark con una sonrisa mientras que Lucas rodeaba a Natalia con su brazo derecho. Las chicas con las que ella estaba hablando se quedaron embobadas con Lucas, esto me puso celosa pero preferí ir con Mark.
-¿Nos vamos a casa?
-Gracias al cielo-Gritó levantando las manos hacia arriba-, por favor, vámonos ya, no puedo controlarme mas.
Me cogió de la mano y tiro de mi, cuando ya no hubo gente Mark me subió a su espalda y empezó a correr.



Hacia más de media hora que Mark y Clara se habían ido y yo también quería marcharme de aquel lugar. Busqué a Lucas con la mirada y me lo encontré sentado en una silla hablando con un chico que no había visto nunca. Me acerqué a el y le pedí que nos fuéramos, el me sonrió y se despidió de aquel chico, parecía de primer curso. De camino al coche empezamos a hablar.
-¿De verdad sabes controlarte tan bien?-Pregunté un poco asombrada.
-Bueno, estoy acostumbrado a controlarme, por ejemplo, me controlé para no partirle la cara a Danny.
-Pues me alegro, sabes, podrías enseñar a Mark.
-Ya me lo he planteado, pero es un cabezota y tiene mucho orgullo, quiere hacerlo por si mismo.
Llegamos al coche y nos sentamos a la vez en nuestros asientos correspondientes.
-¿Y como es que no han cogido el coche?-Pregunté un poco desconcertada.
-Mark no podía concentrarse mas, se han ido corriendo.
Arrancó el coche y seguimos hablando todo el camino, Lucas era una persona comprensible y te escuchaba cada palabra que decía, era magnífico hablar con el, era mi mejor amigo, después de Mark claro.
-Y...-Dijo mientras ponía el freno de mano-, llegamos a casa.
Yo le sonreí y bajamos del coche sincronizados, cerrando la puerta a la vez.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 43

-¿De verdad crees que la joven será capaz de guiarles por el buen camino?-Preguntó Ariadna un poco indecisa.
-Le he mostrado todo lo que la tenia que mostrar y es más que suficiente-Alysa contestó cortante, asustando a sus dos hermanas con la ferocidad de su voz-, esta chica es perfecta.
-P-pero es una humana-Siguió discutiendo Ariadna-.
-Es la elegida Ariadna, ¿No lo entiendes?
-¿Y la otra muchacha?-Charlotte habló con firmeza.
-¿Que otra muchacha?-Ariadna estaba temblorosa.
-La madre de tus nietos.
-¡¿Q-que qué?!



Hoy era la graduación, un día importante para todos. Estaba asustada, pero no por la graduación si no por si los dos estúpidos no se podrían controlar. No debería haber roto las joyas antes de la graduación, fui tonta.
-¡Mira Clara!-Gritó Mark desde el pasillo- ¡Corre mira!
Cuando me asomé al pasillo estaba cogiendo a Natalia por un pie mientras que ella intentaba mantener el equilibrio.
-¡Mark!-Le regañé enfurecida- ¡ Bájala! ¡No ves que podría hacerse daño!
-Bueno, perdón-Dijo bajándola con sumo cuidado-.
Yo me fui acercando poco a poco a el, avergonzada, hasta que estaba lo suficientemente cerca como para mirarle a los ojos desde abajo.
-Házmelo a mi-Le dije sonrojada-.
Mark estalló en carcajadas y me cogió del pie, al segundo ya estaba intentando mantener el equilibrio, empezaba a tener miedo.
-¡MARK BÁJAME! ¡POR FAVOR! ¡QUE DA MUCHO MIEDO!-El seguía sin hacerme caso-¡MARK HARÉ LO QUE QUIERAS!
-¿Lo que quiera?-Me dijo con una sonrisa maligna, no debería haberlo dicho- Lo que quiera...
Me bajó y se puso una mano en la barbilla haciéndose el interesante mientras que Natalia estaba tirada en el suelo sin poder respirar casi de lo que se reía.
-Quiero que cantes-Dijo decidido-.
-Vale-Dije asombrada, esperaba algo mejor-.
Cuando me dispuse a cantar Wish you were here de Avril Lavigne, me cortó en seco.
-Quiero que cantes hoy, delante de todo el instituto cuando salgas a dar tu discurso.
Me quedé mirándole durante unos segundos y después me arrodillé.
-Por favor Mark, eso no, ya sabes que dar un discurso es lo peor para mi, no me obligues a cantar por favor, te lo pido de rodillas, ya me ves.
-No hay vuelta atrás pequeña.
Por acto reflejo le mordí la pierna como había hecho en múltiples veces, pero el, inconscientemente, me dio una patada que me hizo volar por los aires hasta que caí en los brazos de Lucas, gracias a Dios.
-¡¿Que cojones haces?!-Le gritó desde la otra punta del pasillo- ¡Por poco la matas!
Yo me levanté sin dificultad de un salto.
-Lucas, de verdad, no ha sido su culpa, he sido yo-De pronto, en una milésima de segundo Mark estaba a mi lado-.
-Lo siento Clara de verdad-El no se daba cuenta de que todos le mirábamos hasta que terminó de hablar y se quedó callado un segundo- ¿Que pasa?
-¿Como lo has hecho?-Pregunté fascinada.
-¿El que?
-Corre todo lo que puedas hasta Natalia-Mark se quedó pensativo un momento y entonces salió despedido hacia Natalia, ni un segundo había pasado antes de que estuviera a su lado-.
-Impresionante-Dijeron los dos primos a la vez, y entonces empezaron a correr y reír por toda la casa, como dos críos pequeños. Aun que Natalia y yo no éramos capaces de verles, sabíamos que estaban ahí-.
Cada vez que pasaban por nuestro lado una ráfaga de viento nos revolvía el cabello.
Me cansé de sentir solo aire en vez de verlos a ellos, cogí el brazo de Natalia y tiré de ella hasta el baño. Ella tenia una sonrisa en la cara.
-¿De que te ríes?
-De que son unos críos Dijo mientras me empezaba a maquillar-. Pero es impresionante que no lo supieran, es algo asombroso.
-Deberían controlarse, no se dan cuenta de que podrían matar a alguien con tan solo un puñetazo.
Natalia simplemente suspiró y siguió pintándome.



Sentía adrenalina por todo mi cuerpo, era una sensación indescriptible. Mezcla entre fuerza, velocidad y poder, poder de controlar todo mi organismo. Notaba como un ejército de células se movía en mi cuerpo, sentía como la sangre fluía por mis venas y mis latidos eran cada vez más contiguos.
Los dos paramos a la vez, pero ninguno jadeaba, ninguno de los dos estaba cansado.
-Esto es alucinante-Dijo Mark con una sonrisa-, ¿Salimos fuera?
-No-Dije un poco cortante-, no, no. Hay que aprender a controlarnos Mark, ¿Que pasará si hacemos algo extraño en la graduación?
-Ya bueno, pero yo me se controlar.
-Pero que ladras-Le dije mientras me acercaba a el enfadado-, casi la matas por una simple patada. ¿Cuantas veces te ha mordido, Mark? Miles. Y tu única reacción, darle una patada que la a llevado hasta el final del pasillo. Mark, no te sabes controlar.
El me miraba arrepentido y yo solamente di media vuelta y me dirigí hacia mi habitación.
-Discúlpate con ella idiota-Le dije antes de encerrarme en mi habitación-.
Cerré la puerta con llave y me tiré de cara a la cama, estaba demasiado asustado como para mover otro músculo mas. La fuerza que ahora corría por mi cuerpo a veces llegaba a asustar de tal manera que mi cuerpo temblaba, hoy me había pasado un par de veces.
-Aun que es lo mejor del mundo-Razoné en voz alta.-.
Respiré un par de veces antes de levantarme e ir al armario, tenia que elegir algún traje para la graduación. Pensándolo bien no estaba nada entusiasmado ya que la vacaciones de verano siempre me han causado dolor y sufrimiento.
Saqué un antiguo traje de mi padre, si el fuera yo, lo llevaría orgulloso, como solía hacer.
Respiré hondo, dejé el traje encima de la cama y fui al baño a ducharme. Pre-calenté la habitación abriendo el grifo con agua caliente. El denso bao ascendía hasta el techo, nublando rápidamente el espejo.
Notaba como mis poros se abrían rápidamente, relajándome de tal forma que mis piernas flaquearon durante un segundo.
Miré mi reloj nublado por el bao, lo limpie con el dedo indice y mire la hora, las 7 y media,no me daba tiempo.
Decidí ducharme lo mas rápido que pude, ya que siempre tardo mas de 20 minutos en ducharme.
Con la velocidad que había adquirido solo tarde 5 minutos en ducharme con tranquilidad.
Salí del baño con una toalla alrededor de la cintura y el pelo alborotado. Alguien estaba en mi cama.
-Que sexy-Me dijo Clara con una sonrisa pícara-.
La miré detenidamente, llevaba puesto un vestido precioso, era un vestido griego. Todos los accesorios encajaban perfectamente con el traje, y el pelo, aquel precioso pelo castaño. Tenia los laterales recogidos hacia detrás con trenzas mientras que la parte de abajo del pelo reposaba sobre sus hombros.
Los ojos tenia un tono cobrizo que resaltaban sus fracciones haciéndola la mujer mas bella que había visto nunca. Los labios simplemente brillaban al igual que sus mejillas. De pronto el nombre de Helena de Troya me vino a la cabeza.
-Guau-Fue lo único que pude  decir-. Preciosa.
Ella solo sonrió mientras se incorporaba de la cama y daba una vuelta sobre si misma para que la viera mejor.
-¿De verdad estoy bien?- Preguntó inocente mientras me daba un tímido beso en la mejilla.
-Estas impresionante, de verdad.
Ella me sonrió agradecida mientras me volvía a besar, pero esta vez en la boca, después desapareció por la puerta dejando su aroma en la habitación. 

martes, 13 de noviembre de 2012

Capítulo 42

Le tendí la mano titubeante, ella la cogió con cariño y otra ráfaga de placer recorrió mi cuerpo, pero era menos intensa que la de Orión.
-Lucas, retírate.
El simplemente hizo una pequeña reverencia pero por muy pequeña que fuera resultó patética, una risa se me escapó y Charlotte me dedicó una sonrisa, eso me calmó un poco.
Cuando el joven Owen salió de la sala Alysa empezó a hablar.
-Por lo que veo estas interesada en la historia de esta familia, y no solo en la nuestra, sino con todo lo que tenga que ver.
-Todos tenéis nombre griegos, ¿Verdad?
-Todos menos los últimos 3 descendientes, Lucas, Marcos y Amanda, todos ellos con Owen por apellido, que en realidad es falso.
-¿De verdad es falso?
-Si, aun que ellos todavía no deben saberlo. Todos ellos se llaman Despo por apellido, aunque con un apellido tan extraño nadie dudaría en sospechar de alguno de nosotros. Owen nos pareció atractivo ya que la W es mi letra favorita. No solo por eso la elegimos pero ya son datos confidenciales.
Yo asentí ensimismada por su voz, era tan hermosa, te envolvía una paz indescriptible cada vez que aquella mujer hablaba.
-La pequeña Amanda la corresponde el nombre de Cressida, que significa oro, el mismo material que la manzana de la discordia. La pequeña Amanda es una especie de reencarnación de Eris-Me quedé un poco tensa al oír aquello, pero la mano de Alysa comenzó a acariciarme con ternura y prosiguió-. El nombre real de Marcos es Arsen, que significa fuerte, como el. Y por último Lucas, pensamos que tiene varios nombres, Brontë, que significa trueno; Neo, que significa un ser nuevo; Theron, que significa cazador y por ultimo Kay, que significa fortaleza. El que más nos gusta de Kay, ya que es más fuerte que todos nosotros juntos.
Yo cada vez estaba más inquieta y a la vez asustada.
-Clara, escúchame  los tres tienen los poderes sellados bajo una joya, tienes que destruirla o quitársela  pero solo a Marcos y a Lucas o sino, Amanda podría estallar en cólera y volverse más retorcida de lo que ya es. Todos ellos son como semidioses que han ido pasado de generación en generación al igual que nosotras tres también lo somos- En ese momento se me paró el corazón-. Nos hacemos llamar vástagos.
-Vástagos-Repetí en voz baja-.
-Ahora toma-Me dio un par de libros con una nota-, mételos en esta mochila-Me la dio con una sonrisa y yo los metí dentro mientras que ella seguía hablando- y dale esa nota a Lucas, después el sabrá lo que hacer. no es nada peligroso solo que así es mas misterioso y entretenido-Me dedicó una sonrisa y yo solté una pequeña risilla-. Ahora, vete.
Yo asentí pero antes de irme fui a abrazar a Charlotte y le dije un "Gracias" al oído antes de salir por aquella puerta.



Vi a Clara salir de la sala un poco aturdida, a saber lo que la había dicho mi madre. Con ella traía una mochila color negra y ella sin darme explicaciones me dio una carta. En ella había 2 billetes para volver a España, sanos y salvos.
-Vamos-La dije-.
-No tenemos que coger nada ¿No?
-Todo destruido.
Ella rió nerviosa, estaba muy tensa.
Sin pensarlo dos veces salimos que la casa y fuimos a por un taxi que no tardó en llegar. A la media hora ya estábamos dentro del avión.



-Kakakakakakaka.
-¿Que cojones haces?
Estaba tumbada con las piernas hacia arriba y la cabeza colgada.
-Aburrirme, ¿Cuando llegan?
-Me han dicho que vendrán sobre las 12 o así.
Le cogí la mano y empecé a mirarla, me fijé en su pulsera de cuero, con su cerradura de oro y una pequeña piedra incrustada, siempre la había llevado, ¿No? Nunca la había visto la verdad.
Me levanté de golpe y me fui a la cocina, tenia hambre y todavía no habían cenado. Tenia la sensación de que se me olvidaba algo, algo muy muy muy importante pero no sabia que era.
De pronto Mark me rodeó con sus brazos.
-Mañana es nuestra graduación-Me quedé petrificada, es verdad, ese era el dato importante-.
-Y no tengo que ponerme-Dije sobresaltada-.
Di un pequeño brinco y salí corriendo hacia mi habitación para ver lo que tenia, en realidad no era mi armario, era un armario con cien mil cosas mías ahí metidas, porque en realidad aquella no era mi casa, ni mucho menos, era la casa de Mark y Lucas, nosotras nos habíamos acoplado allí sin pedir permiso. Ya hacia bastante que los padres de Clara habían vuelto pero aun así  ella prefería estar aquí  al igual que yo. a mis padres no le había echo ni pizca de gracia que pasara en mi casa una vez cada 2 semanas, y muchísimo menos que estuviera embarazada, esa fue la gota que colmó el baso, pero al final, mi madre consiguió asimilarlo y me dejó en paz.
Abrí el armario con brusquedad y empecé a sacar prendas de ropa, cada vez más y más hasta que di con lo que quería.
Un vestido azul marino con falda de gasa y unos tacones del mismo color que encontré por el fondo de el armario ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63301962&.locale=es ).
Lo dejé encima de la cama y de pronto llamaron al timbre, las 12 en punto, estaba impresionada.
Bajé corriendo las escaleras y por poco me mato. Lucas y Clara estaban en la puerta con cara cansada y no traían maletas, solo una pequeña mochila.
-¿Que pasa con vosotros?-Dije haciéndome la enfadada.
De pronto Clara me miró asustada y yo me quedé paralizada, ¿que leches había pasado en Londres?



Subimos a la habitación y me se dejé caer en la cama, estaba agotada y horrorizada por todo lo que había descubierto hoy, era todo tan difícil de asimilar...
-Te cuento...
-¡No!-Me cortó Natalia- Antes de que empieces a asustarme, porque señorita, tu cara lo dice todo, vas a elegir tu vestido para mañana.
-¿Mañana?
-Graduación.
-Hostias-Me levanté de un salto y busque un vestido viejo que tenia estilo griego, lo saqué y lo contemplé durante unos segundos. Era precioso-.
Después saqué unos tacones color marrón y me lo probé todo, me quedaba como un guante ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63302280&.locale=es ).
-Natalia-La dije cuando ya estaba poniéndome el pijama-, ¿Mark lleva alguna pulsera extraña o algo por el estilo?
-Si, antes he visto que llevaba una de cuero, con la cerradura bañada en oro y piedras incrustadas.
-Perfecto.
-¿Por qué lo dices?-Preguntó mi amiga asustada.
-Porque hay que destruirlo.
Natalia se quedó mirándome esperando a que soltara una risa maligna o algo así  la verdad es que había sonado demasiado siniestra.
-Natalia, tenemos que hablar.
-No, no rompas conmigo, cambiaré lo juro-Dijo riéndose de mi-.
-Esta es serio Natalia, tenemos que hablar, los 4.
Nos reunimos los cuatro en el salón comencé a soltar todo lo que Alysa me había comentado.
-Empecemos, cuando fui a la cafetería con Charlotte me contó que sois una familia poderosa, eso es obvio, pero después empezó a decir que si teníais cada uno un punto flaco, como el talón de Aquiles, y que también teníais un poder oculto, no me lo creí hasta el momento en que tu madre comenzó a hablar-Todos me miraban con los ojos abiertos como platos-. Alysa me contó que vuestra historia remonta miles de años atrás, en la antigua Grecia. No se si lo habéis notado pero todos los de vuestras familia tienen nombre griegos menos vosotros, los 3 últimos descendientes, o así lo llamo tu madre. Se supone que eran para pasar desapercibidos, al igual que vuestro nombre, vuestro apellido tampoco es el correcto. Mark, tu, si no recuerdo mal, te llamas Arsen, que significa fuerte. El de el demonio es Cressida,, que significa oro, como la manzana de la discordia y Alysa comentó que Amanda era una especie de encarnación de Eris-Natalia empezó a temblar y Mark la abrazó- y por último tú-Dije mirando a Lucas-, tienes tantos nombres que solo pude recordar 2, Brontë, que significa trueno y Kay, que significa fortaleza. Tu madre dijo que prefería Kay a cualquier otro.
Hice una pausa para respirar y proseguí.
-Según Alysa, todos los de vuestra familia, la familia Despo, sois todos unos semidioses, unos vástagos-Los tres empezaron a mirarme incrédulos-. Tenéis vuestros dones sellados con una joya, y me a ordenado que solo destruya la vuestra ya que si destruyo la de Amanda la liaría parda, así que.
-No me lo creo-Dijo Lucas un poco apenado-, toda mi vida he sido un vástago y me lo han escondido  hasta tal punto de retirarme los poderes, si los llego a tener claro, me parecen paparruchas.
-Todo a sido una mentira Lucas, lo sé-Le animó Mark-, pero si nos lo han mantenido en secreto es porque es mejor para nosotros, ahora que podemos cambiar lo haremos y sin rechistar. Aunque lo de los poderes y todo eso no me lo creo, puede que lo de los nombre si, pero lo demás...
-Toma-Le dije mientras le daba uno de los libros-, esta todo aquí. Pero mientras dame esa pulsera.
-¿Esta?-Dijo señalando la única que tenia, después me la entregó- toma.
Yo fui a la cocina y cogí una piedra grande que había en una maceta. Dejé la pulsera extendida encima de la mesa y sin pensármelo dos veces golpeé la pulsera con todas mis fuerzas haciendo añicos la piedra incrustada. De pronto oí gritar a Mark desde el salón.
-¡¿Que cojones me has hecho?!-Fui corriendo hasta el salón y le vi sujetando un sofá con una sola mano, me quedé paralizada- Esto es impresionante.
-N-no me lo puedo creer-Dijo Lucas mientras me apretaba la mano con fuerza, de pronto se arranco una cadena de otro que tenia en el cuello y me la dio- rompela, vamos.
Observé la fina cadena con una piedra incrustada en el centro, me fui a la cocina y repetí el mismo proceso y entonces oí a Lucas reír a carcajadas desde el salón y volví. Estaba en la misma posición que Mark pero con otro sillón mientras que Natalia estaba en shock.
-No es posible... Es verdad-Dijo con una tímida sonrisa-, son semidioses.
Los chicos empezaron a empujarse y a pelear tontamente, pero sabia que no se controlarían.
-Dejar de hacer el indio, esto es importante. Tenéis que mantenerlo en secreto por favor  es vital para vuestra supervivencia.
De pronto recapacité lo que había dicho, ¿Como sabia todo eso? ¿Que me estaba pasando? Sabia mucho más de lo que Alysa me había dicho, pero la razón, no la sé.

Capítulo 41


Estábamos sentados en una mesa bastante grande para solo estar cuatro personas. Amanda, sentada en frente mía me miraba enfurecida mientras mordía con brusquedad un trozo de pan que había a su izquierda.
A mi derecha estaba Lucas, cogiéndome la mano con fuerza, se había dado cuenta de que la pequeña me miraba.
En frente mía estaba Charlotte, invitada expresamente por mi. Aquella chica tenia fracciones muy suaves, pelo rubio cobrizo recogido en una trenza que la llegaba hasta la cadera. Era una chica con movimientos delicados y rápidos, como si tuviera experiencia en todo lo que hacia. Sus ojos eran un color verde, pero no eran realmente verdes. Aquel sitio era extraño, tanto que a veces sentía que el suelo se movía de tal forma que ya me había tenido que sujetar a algo más de 4 o 5 veces.
Entonces una puerta se abrió, el ambiente se volvió tenso y 2 hombres aparecieron en la sala. Andaban elegantes y orgullosos, con movimientos difíciles de seguir ya que eran bastante rápidos. Uno de ellos andaba un poco más infantil, sonriente, mientras que el otro se sentó directamente en una de las silla que había en la mesa.
-Hola hijo-Dijo el más serio de todos-, por fin nos vemos.
El otro hombre seguía avanzando hasta ponerse detrás de mí y apoyo sus manos en mis hombros, de pronto una oleada de placer me recorrió todo el cuerpo. Miré hacia delante y vi que Charlotte estaba demasiado tensa.
-A si que esta joven es tu nueva mujer-Al oír la palabra mujer me ruboricé. Miré de reojo a Lucas y vi como asentía-. Esta muchacha es hermosa chico, y no solo por fuera.
Dicho esto se sentó al lado de el otro hombre, con una sonrisa hermosa en la cara. Los dos eran guapos y majestuosos, solo con verles sabias que era mala idea comenzar algún tipo de disputa.
De pronto otra de las puertas, que no me había percatado de su existencia, se abrió dejando paso a dos hermosas mujeres. Andaban todavía mas elegantes que sus maridos.
Una de ellas tenia una melena color azabache que le caía en cascada hasta unos pocos centímetros por debajo de los hombros. La otra mujer tenia el pelo un tono por debajo que el de Lucas pero esta tenia el pelo has los codos. Sus fracciones estaban marcadas a la perfección, pero cada vez que me fijaba en cada una de ellas, mas veía que no tenían nada que ver la una con la otra.
La mujer del pelo negro tenia gestos cariñosos con Charlotte, la dijo un simple "Hola" mientas que la acariciaba el cabello durante unos segundos. Después ella se sentó al lado de Orión y le dedicó una sonrisa amplia mientras que la otra mujer se comportó arisca con Jasón, al igual que el con ella.
-Buenas, Lucas-Dijo la señora rubia-, hacia mucho que no nos veíamos.
-Es verdad, pero tampoco hay la necesidad ¿No?
Ella simplemente le miró irritada y después resopló, oí como el pequeño demonio se reía.
-Bueno, todavía no os he presentado-Dijo Lucas mientras me invitaba a levantarme-. Esta es Clara.
-Encantada-Dije con una sonrisa un poco forzada-.
-Yo soy Orión-Dijo el hombre que antes me había adulado-, y esta es mi mujer, Ariadna.
Ella me sonrió con amabilidad, era una sonrisa muy reconfortante, una muestra de amor en una casa de locos.
-Y yo soy Jasón, el padre de Lucas-Dijo levantándose-, Chloe es mi mujer.
Ella simplemente levantó la vista del plato durante un segundo, sin siquiera observarme. Me quedé mirándola con sorpresa, esperando a que volviera hablar.
-Si te estas preguntando si soy su madre-Comenzó a hablar-, no, no lo soy, soy la madre de mi hermosa hija, Amanda.
Sin pensarlo volví mi cabeza hacia Amanda que me miraba con una sonrisa de superioridad. Yo simplemente suspiré y miré a Lucas. El simplemente negó para que dejara el tema y nos sentamos los dos a la vez.
El resto de la comida prosiguió en silenció.



Hacia ya un par de días que tenia la misma pesadilla. Oscuridad total y solo oía voces pidiendo ayuda, la mayoría pedía agua. Después todo se iluminaba de una forma tenue y me fijaba que estaba en un pozo, rodeada de brazos intentando agarrarme y llantos, era el Tártaro.
De pronto venia Mark volando, pero antes de que pudiera agarrarme a el, las mano me empujaban hacia abajo con tanta fuerza que me rompían costillas, brazos y piernas. Después el dolor se apaciguaba y todo se volvía negro.
Me desperté sobresaltada, intentando recuperar el aire. Mark me estaba mirando fijamente.
-¿Que sueñas?
-Pesadilla.
-¿Cuantos días llevas soñando esa pesadilla?
-Un par de días pero... creo que no es de importancia.
-Si es importante, cuéntamela.
-Pues está todo oscuro y solo oigo voces pidiendo ayuda como locas. Después todo se ilumina un poco y me encuentro en el Tártaro. De pronto vienes tu volando y antes de cojerme las manos tiran de mi hacia abajo rompiéndome todos los huesos, después despierto.
Mark me miraba con detenimiento, estaba observándome  preocupado. Me dio miedo pensar que me tomaría por loca, pero en realidad el solo bajó la mirada y murmuró algo que con suerte conseguí entender.
-No lo entiendo, Morfeo.
Entonces mi mente empezó a procesar. Morfeo, dios griego que se encargaba de los sueños. Un hombre hermoso con alas que batía rápidamente que gracias a ellas conseguía volar a una velocidad increíble a cualquier parte del planeta.
-Supongo que Morfeo quiere que sueñe eso-Dije mirándole con una sonrisa-, aunque yo no creo que exista.
-Pues deberías-Me miró durante un segundo con dureza y después desistió-, es un sueño extraño.
-Lo se, por eso lo he buscado-Le dije mientras agitaba el libro delante de sus narices-.
El lo apartó con una mano mientras sonreía con ternura, después me besó y se levantó.
-¿Quieres tomar algo?
-Si me trajeras agua te daría un beso.
El me miró con una sonrisa y a los 30 segundos ya le estaba besando con mi vaso de agua en la mano.



La cena había sido larga, demasiado. No soportaba a aquella mujer que había sustituido a mi madre, en realidad sabia perfectamente que Chloe no amaba a mi padre, al igual que el se casó con ella solo por haberla dejado embarazada. Mi madre aun ocupaba gran parte de su corazón, tanto que todavía seguían conviviendo bajo el mismo techo, aunque tampoco podrían hacer otra cosa o estaría en peligro.
Clara había estado genial en la cena, educada y callada, sin pronunciar ningún comentario obsceno aun que sabia perfectamente que habría tenido ganas de soltar alguno a Chloe, solo por la forma en que la había mirado.
-Ahora vamos a conocer a mi madre-La dije con una sonrisa, ella me miró sorprendida-.
-¿Vive aquí?
-Si, al fondo del pasillo esta su pequeño mundo.
Ella no añadió ni una palabra más y empezó a andar graciosamente por el pasillo. Llegamos hasta la gran puerta de madera que tanto adoraba mi madre, llamé un par de veces y esta se abrió con un horrible chirrido.
Un olor a rosa nos rodeó por completo y, por lo menos a mi, me relajó por completo. Seguimos avanzando hasta llegar a una mesa tallada en madera. Había 3 persona sentadas en aquella mesa y sabia perfectamente quienes eran. Charlotte estaba sentada a la derecha mientras que Ariadna estaba a la izquierda de mi madre.
-¡Hijo!-Mi madre gritó nada más verme y se tiró encima mía como era costumbre- ¡Cuanto tiempo! Déjame que te vea-Dijo mientras se separaba de mi para verme mejor- Estas hermoso.
Aquella mujer, con los ojos color miel y la cabellera rubia, casi siempre recogida en una bonita trenza, era mi madre. Era delgada y pequeña, de metro setenta aproximadamente.
-Tu debes de ser Clara-No me sorprendió aquel comentario, aunque a mi madre no la había dicho nada ella lo sabia todo-, eres realmente guapa muchacha, me alegro de que mi hijo te haya elegido.
Ella simplemente la sonrió ruborizada.
-¡Ah! Perdonar mi descuido, yo soy Alysa.
-Yo bueno, ya sabes mi nombre-Dijo Clara avergonzada-.
Mi madre dio media vuelta y volvió a sentarse en su asiento adoptando una postura de reina, muy común en ella cuando quería parecer importante.
-Acércate hermosa, y dame la mano.