jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 43

-¿De verdad crees que la joven será capaz de guiarles por el buen camino?-Preguntó Ariadna un poco indecisa.
-Le he mostrado todo lo que la tenia que mostrar y es más que suficiente-Alysa contestó cortante, asustando a sus dos hermanas con la ferocidad de su voz-, esta chica es perfecta.
-P-pero es una humana-Siguió discutiendo Ariadna-.
-Es la elegida Ariadna, ¿No lo entiendes?
-¿Y la otra muchacha?-Charlotte habló con firmeza.
-¿Que otra muchacha?-Ariadna estaba temblorosa.
-La madre de tus nietos.
-¡¿Q-que qué?!



Hoy era la graduación, un día importante para todos. Estaba asustada, pero no por la graduación si no por si los dos estúpidos no se podrían controlar. No debería haber roto las joyas antes de la graduación, fui tonta.
-¡Mira Clara!-Gritó Mark desde el pasillo- ¡Corre mira!
Cuando me asomé al pasillo estaba cogiendo a Natalia por un pie mientras que ella intentaba mantener el equilibrio.
-¡Mark!-Le regañé enfurecida- ¡ Bájala! ¡No ves que podría hacerse daño!
-Bueno, perdón-Dijo bajándola con sumo cuidado-.
Yo me fui acercando poco a poco a el, avergonzada, hasta que estaba lo suficientemente cerca como para mirarle a los ojos desde abajo.
-Házmelo a mi-Le dije sonrojada-.
Mark estalló en carcajadas y me cogió del pie, al segundo ya estaba intentando mantener el equilibrio, empezaba a tener miedo.
-¡MARK BÁJAME! ¡POR FAVOR! ¡QUE DA MUCHO MIEDO!-El seguía sin hacerme caso-¡MARK HARÉ LO QUE QUIERAS!
-¿Lo que quiera?-Me dijo con una sonrisa maligna, no debería haberlo dicho- Lo que quiera...
Me bajó y se puso una mano en la barbilla haciéndose el interesante mientras que Natalia estaba tirada en el suelo sin poder respirar casi de lo que se reía.
-Quiero que cantes-Dijo decidido-.
-Vale-Dije asombrada, esperaba algo mejor-.
Cuando me dispuse a cantar Wish you were here de Avril Lavigne, me cortó en seco.
-Quiero que cantes hoy, delante de todo el instituto cuando salgas a dar tu discurso.
Me quedé mirándole durante unos segundos y después me arrodillé.
-Por favor Mark, eso no, ya sabes que dar un discurso es lo peor para mi, no me obligues a cantar por favor, te lo pido de rodillas, ya me ves.
-No hay vuelta atrás pequeña.
Por acto reflejo le mordí la pierna como había hecho en múltiples veces, pero el, inconscientemente, me dio una patada que me hizo volar por los aires hasta que caí en los brazos de Lucas, gracias a Dios.
-¡¿Que cojones haces?!-Le gritó desde la otra punta del pasillo- ¡Por poco la matas!
Yo me levanté sin dificultad de un salto.
-Lucas, de verdad, no ha sido su culpa, he sido yo-De pronto, en una milésima de segundo Mark estaba a mi lado-.
-Lo siento Clara de verdad-El no se daba cuenta de que todos le mirábamos hasta que terminó de hablar y se quedó callado un segundo- ¿Que pasa?
-¿Como lo has hecho?-Pregunté fascinada.
-¿El que?
-Corre todo lo que puedas hasta Natalia-Mark se quedó pensativo un momento y entonces salió despedido hacia Natalia, ni un segundo había pasado antes de que estuviera a su lado-.
-Impresionante-Dijeron los dos primos a la vez, y entonces empezaron a correr y reír por toda la casa, como dos críos pequeños. Aun que Natalia y yo no éramos capaces de verles, sabíamos que estaban ahí-.
Cada vez que pasaban por nuestro lado una ráfaga de viento nos revolvía el cabello.
Me cansé de sentir solo aire en vez de verlos a ellos, cogí el brazo de Natalia y tiré de ella hasta el baño. Ella tenia una sonrisa en la cara.
-¿De que te ríes?
-De que son unos críos Dijo mientras me empezaba a maquillar-. Pero es impresionante que no lo supieran, es algo asombroso.
-Deberían controlarse, no se dan cuenta de que podrían matar a alguien con tan solo un puñetazo.
Natalia simplemente suspiró y siguió pintándome.



Sentía adrenalina por todo mi cuerpo, era una sensación indescriptible. Mezcla entre fuerza, velocidad y poder, poder de controlar todo mi organismo. Notaba como un ejército de células se movía en mi cuerpo, sentía como la sangre fluía por mis venas y mis latidos eran cada vez más contiguos.
Los dos paramos a la vez, pero ninguno jadeaba, ninguno de los dos estaba cansado.
-Esto es alucinante-Dijo Mark con una sonrisa-, ¿Salimos fuera?
-No-Dije un poco cortante-, no, no. Hay que aprender a controlarnos Mark, ¿Que pasará si hacemos algo extraño en la graduación?
-Ya bueno, pero yo me se controlar.
-Pero que ladras-Le dije mientras me acercaba a el enfadado-, casi la matas por una simple patada. ¿Cuantas veces te ha mordido, Mark? Miles. Y tu única reacción, darle una patada que la a llevado hasta el final del pasillo. Mark, no te sabes controlar.
El me miraba arrepentido y yo solamente di media vuelta y me dirigí hacia mi habitación.
-Discúlpate con ella idiota-Le dije antes de encerrarme en mi habitación-.
Cerré la puerta con llave y me tiré de cara a la cama, estaba demasiado asustado como para mover otro músculo mas. La fuerza que ahora corría por mi cuerpo a veces llegaba a asustar de tal manera que mi cuerpo temblaba, hoy me había pasado un par de veces.
-Aun que es lo mejor del mundo-Razoné en voz alta.-.
Respiré un par de veces antes de levantarme e ir al armario, tenia que elegir algún traje para la graduación. Pensándolo bien no estaba nada entusiasmado ya que la vacaciones de verano siempre me han causado dolor y sufrimiento.
Saqué un antiguo traje de mi padre, si el fuera yo, lo llevaría orgulloso, como solía hacer.
Respiré hondo, dejé el traje encima de la cama y fui al baño a ducharme. Pre-calenté la habitación abriendo el grifo con agua caliente. El denso bao ascendía hasta el techo, nublando rápidamente el espejo.
Notaba como mis poros se abrían rápidamente, relajándome de tal forma que mis piernas flaquearon durante un segundo.
Miré mi reloj nublado por el bao, lo limpie con el dedo indice y mire la hora, las 7 y media,no me daba tiempo.
Decidí ducharme lo mas rápido que pude, ya que siempre tardo mas de 20 minutos en ducharme.
Con la velocidad que había adquirido solo tarde 5 minutos en ducharme con tranquilidad.
Salí del baño con una toalla alrededor de la cintura y el pelo alborotado. Alguien estaba en mi cama.
-Que sexy-Me dijo Clara con una sonrisa pícara-.
La miré detenidamente, llevaba puesto un vestido precioso, era un vestido griego. Todos los accesorios encajaban perfectamente con el traje, y el pelo, aquel precioso pelo castaño. Tenia los laterales recogidos hacia detrás con trenzas mientras que la parte de abajo del pelo reposaba sobre sus hombros.
Los ojos tenia un tono cobrizo que resaltaban sus fracciones haciéndola la mujer mas bella que había visto nunca. Los labios simplemente brillaban al igual que sus mejillas. De pronto el nombre de Helena de Troya me vino a la cabeza.
-Guau-Fue lo único que pude  decir-. Preciosa.
Ella solo sonrió mientras se incorporaba de la cama y daba una vuelta sobre si misma para que la viera mejor.
-¿De verdad estoy bien?- Preguntó inocente mientras me daba un tímido beso en la mejilla.
-Estas impresionante, de verdad.
Ella me sonrió agradecida mientras me volvía a besar, pero esta vez en la boca, después desapareció por la puerta dejando su aroma en la habitación. 

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