viernes, 18 de enero de 2013

Capítulo 57

No podía dormir, directamente no podía. Por mucho que lo intentara no había forma alguna. Miré el reloj de mesa y vi que ya eran las cuatro, era demasiado tarde, tenia que dormirme si mañana quería ver el lugar.
Después de pensarlo un rato mientras miraba el techo lo hice, me levanté de la cama... para irme a la de Kit, ¿Por qué lo hacía?
Pasé a la habitación intentando hacer el menor ruido posible, pero daba igual, estaba completamente dormido. Me metí debajo de sus sábanas y el gruñó un poco hasta que entre abrió los ojos y me sonrió.
-¿Que haces aquí?
-No podía dormir-Dije avergonzada-.
No volvimos a decir palabra, pero el me abrazó durante toda la noche. Me dio un beso en la frente y volvió a cerrar los ojos. Me quedé mirándolo un rato, tenia la piel completamente, un par de pecas resaltaban aun más sus pómulos, sus labios eran carnosos y estaban bastante secos. Mi tentación por besarlo cada vez era mayor, pero no, no debía, bastante había hecho ya en meterme en su cama. Lo único que pude hacer es darme media vuelta y agarrar la mano que rodeaba mi cintura.


Lucas cada vez estaba más animado  como si le hubieran metido un petardo por el culo, no paraba. Me reí al pensar en aquella expresión "Un cohete por el culo" ¿A quien se le ocurriría eso? A saber lo que estaría haciendo.
-¡Natalia!-Mark me llamó desde unos metros más adelante, me había quedado parada como una tonta-¡Vamos que te quedas atrás!
-¡Ya voy!-Le dije mientras apretaba el paso.
Le alcancé a unos pocos segundos y seguimos andando de la mano. Otra vez estábamos viajando, siempre viajando, esto me gustaba la verdad. Cuando salimos del aeropuerto había una limusina esperándonos fuera, lo que me faltaba, más lujos. Paula estaba tan nerviosa que casi se sube por las paredes, pocas veces había montado en una limusina y la hacia ilusión. Yo también había montado en una pocas veces, pero ahora había cosas mucho más importantes.
En aquel lugar ya era casi de noche, menos mal que Lucas ya lo tenia todo planeado, era realmente rápido haciendo este tipo de cosas tan espontaneas. En todo el camino lo que más se oía era la risa de Paula, una risa bastante particular que contagiaba a cualquiera.
Llegamos a un gran hotel, no me fijé en como se llamaba, lo único que quería en ese momento es desplomarme en la cama y dormirme ya que en el avión había un niño que lloró durante todo el camino. Empecé a pensar sobre como será tener un hijo, ¿Estoy preparada? Esta era la maldita pregunta que pensaba nada más levantarme y que me amargaba durante el resto del día. Pero siempre me contesto, "Esta Mark, el me ayudará y seremos buenos padres" Esa simple frase me anima, aun que solo sea un poco.
Estuvimos menos de 5 minutos en recepción, me asombró ya que siempre que iba yo con mi familia tardábamos hasta una hora. Subí los dos últimos pisos corriendo por las escaleras, no aguantaba más, ¡Quería dormir! Metí la tarjeta que Mark me había dado y cuando abrí la puerta me quedé parada, eso no era una habitación, era un apartamento.
Pasé con cuidado intentando no tocar nada hasta que al abrir una de las puertas vi la cama, no pude evitarlo, salté hacia ella y me tapé con la manta deseando dormir ya.


Era realmente idiota, había cogido 3 habitaciones iguales, osea, para dos personas. Creo que lo único que quería era torturarme más o yo que sé, pero cuando vi aquella cama tan grande y me imaginé a Clara tumbada allí se me calló el mundo encima. Necesitaba verla, la necesitaba a mi lado ¿Cuantas veces lo había dicho ya? Me tumbé en la cama, en el lado izquierdo ya que Clara siempre dormía en el otro. No pude evitarlo y de la fuerza que hice rompí la almohada, me quedé mirando las plumas que volaban en el aire. Me sentía tan mal, me sentía tan solo que tuve que irme al sofá y dormir ahí. En realidad lo único que hice fue pensar mirando al techo, pensando en como podríamos encontrar a Liliana. Era casi imposible encontrarla, no me había parado a pensarlo antes pero haría lo que fuera por recuperar a Clara.
Primero empezaríamos por la ciudad, pediré a gente que la busque y así será mas fácil. Empecé a pensar en todo tipo de cosas, cosas realmente absurdas pero ¿Que otra cosa podía hacer?
La mayoría del tiempo evitaba pensar que estaba muerta, era lo peor que podía hacer, pero de vez en cuando lo hacía, lo pensaba y empezaba a temblar. Al final acabé durmiéndome pero no por mucho tiempo, dentro de 2 horas tendría que levantarme.
Llamaron a mi puerta repetidas veces hasta que por fin pude levantarme de aquel sofá y abrir la puerta, al otro lado estaba Natalia con una bandeja llena de bollos y un café. Pasó sin que la dijera nada, despues, cerré la puerta a su paso.
-Sabia que no te levantarías.
-Buenos días a ti también-La dije mientras me revolvía el pelo-.
-Cómete el desayuno, yo mientras te busco algo que ponerte-Se paró un segundo delante mío y me escrutó con la mirada, después soltó una risilla-. Estas hecho una caca, no has dormido ¿Verdad?-yo negué con la cabeza- Esta bien Lucas, no te preocupes-Me dio un beso y se fue hacia mi maleta que había dejado en alguna parte.
Me senté a la mesa y no probé bocado, solo di un pequeño sorbo al café, no tenia ganas de nada. Natalia me tiró la ropa a la cara, algo que Clara solía hacer, por un momento pensé que besaría a Natalia, después lo pensé mejor y me paré. Me había lanzado unos pantalones de deporte cagados, una sudadera roja y unas vans del mismo color ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=69295136&.locale=es ). Combinaba la ropa igual que Clara y la miré durante un segundo, era tan diferente a ella. Natalia era lista, centrada y sabía perfectamente lo que hacía pero con solo mirarla a los ojos sabías que estaba asustada y cansada, me levanté y la abracé.
-¿Q-que haces?-Me preguntó nerviosa.
-Tranquila, va a salir todo bien-Entonces ella se calmó y me devolvió el abrazo-, serás la mejor madre de todas Natalia-La dije separándome de ella sin soltarla aun, la miré a los ojos-, nunca estarás sola.
Ella no dijo nada, solamente se volvió a juntar a mi y empezó a llorar, algo que no esperaba que hiciera fue lo que dijo a continuación.
-Lucas, te quiero tanto. Aun que nunca te lo haya dicho eres... eres demasiado importante para mi, no quiero perderte, ni a ti ni a Clara y menos a Mark... Gracias de verdad Lucas yo... yo...-Comenzó a llorar de nuevo-.
Yo la abracé fuerte durante un largo rato hasta que alguien entró en la habitación.

Me levanté sola en una cama desconocida, no sabía bien donde estaba hasta que me ubiqué, estaba en la habitación de Kit, me miré el cuerpo a ver si tenia la ropa puesta, respiré tranquila, no había hecho nada de lo que me pudiera arrepentir, y espero que no lo hiciera nunca.
Me levanté de aquella cama y salí de la habitación para ir a la cocina, olía a tortitas toda la casa y eso no me ayudaba a que no tuviera hambre.
Cuando entre en la cocina no pude evitar sonreír  Kit tenia una cinta de pelo puesta quitándole los pelos de la cara, un delantal de color rosa palo y llevaba unas zapatillas de estar por casa de lo más ridículas. Me senté en la enorme mesa que había allí y esperé impaciente a que terminara de cocinar las tortitas.
-Buenos días dormilona-Me dijo mientras se giraba durante un segundo a mirarme-.
-Buenos días.
Me dejó unas cuatro tortitas en frente mío y las devoré sin pensármelo dos veces, al igual que el. Comíamos como dos salvajes pero la verdad, me daba exactamente igual que me viera, no me daba vergüenza comer delante de nadie y menos de el.
Terminó el antes que yo y me quitó un trozo de mi tortita, algo que me sacó de mis casillas y caso le doy una patada por debajo de la mesa pero lo único que fui capaz de hacer fue gritarle mientras el se reía, tenia una sonrisa tan bonita.
-Que sonrisa más bonita tienes-Le dije mientras que dejaba mi plato en el fregadero-.
-Lo sé-De pronto me cogió de la cintura, me atrajo hacia el y me dio un pequeño mordisco en la cintura, algo que me encendió por completo-, vamos, vístete que nos vamos.
-Va-vale...-Dije demasiado aturdida-.
Pero... ¿A donde nos íbamos? Me dirigí a una de las maletas que habían dejado en la puerta el día anterior y cogí lo primero que pillé. Una camiseta sin mangas que se ataba en la tripa color verde, unos shorts altos con un dibujo tribal, unas botas con plataforma marrones y un bolso a juego con los zapatos ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=69297307&.locale=es ). Estaba bastante guapa así que salí de la habitación con una media sonrisa mientras tocaba la marca que me había dejado el mordisco de Kit.

jueves, 10 de enero de 2013

Capítulo 56

Bueno, lectores y lectoras, hoy, 11 de enero de 2013, esta blog cumple un año y había pensado hacer algo especial, bueno, en realidad había pensado en hacer capítulo diferente, más largo. Este capítulo estará entero narrado por Lucas, por si hay dudas.
Espero que os guste, y bueno, prefiero que leáis este capítulo con estas canciones, en este orden.
http://www.youtube.com/watch?v=2sRM39rHoB8
http://www.youtube.com/watch?v=WXaXKS7kofM
http://www.youtube.com/watch?v=ML_-d-UFOkg
http://www.youtube.com/watch?v=fwK7ggA3-bU
http://www.youtube.com/watch?v=HqWlUiYwhwg
Gracias a todos los que han estado ahí desde el principio, dándome apoyos, dejando comentarios. La gente que me paraba por los pasillos y me decía que si, que siguiera. Quería dar gracias a todos y sobre todo a las personas que me han inspirado a escribirla, en concreto a Natalia, ella a sido la que me ha apoyado, me pedía que siguiera, que escribiera más a menudo ya que yo, cuando escribo, siempre estoy de buen humor.
De verdad que sois muy especiales para mi, y aun que la mayoría ni si quiera se como os llamáis  gracias, de verdad.
Aquí os dejo con este capítulo, espero que os guste y no dejéis de comentar, y mucho menos de leer.
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En cuanto me senté en aquel avión me senté, puse mi Ipod en marcha y me despejé por completo.
De nuevo, empecé a recordar cada momento que había vivido junto a ella, ya que era lo que me sacaba una sonrisa cada día, lo que me daba fuerzas para seguir. Esta vez empecé desde el principio.


                                                         ~10-9-16~

Todavía no creía que nos fuéramos a mudar a aquella casa. Estaba recién construida ya que nuestros padres habían invertido demasiado tiempo en que estuviera lista. Era una casa grande, blanca y con grades ventanales, era una pequeña mansión más que un gran chalet.
La miré sonriente, este ría nuestro hogar a partir de ahora, los dos primos, casi hermanos, inseparables prácticamente  vivirían allí a partir de ahora.
Los dos teníamos como mínimo unas 5 o 6 maletas. No quedaba nada en nuestra casa de Inglaterra  menos mal por que si no Amanda las abría quemado todas por el simple hecho de habernos ido de aquel infierno.
-Por fin lo hemos conseguido-Mark miraba con una sonrisa amplia hacia la casa-, por fin salimos de allí.
Yo no dije nada, solo disfruté de pasar unos segundos junto el así  en silencio, mirando lo que podría ser lo mejor de nuestras vidas, pero estaba equivocado, lo mejor pronto vendría.
Cuando entramos a aquella nos quedamos fascinados  mirábamos cada mueble, cada detalle, con el máximo detenimiento mientras que unos cuantos sirvientes o "pingüinos", así los denominaba Mark, subían por las escaleras con maletas de todo tipo.
Cuando entré en la cocina y vi un reloj enorme, y comprobé si estaba bien la hora, y si, eran exactamente las 10 de la noche.
 En cuanto se fueron los sirvientes, empezamos a prepararnos la cena, era demasiado tarde como para seguir inspeccionando la casa y mañana, por desgracia, empezaba nuestro último año de instituto.
Empezábamos segundo de bachillerato. En Inglaterra estábamos en uno de alto nivel, bueno, yo lo estaba, Mark no iba casi nunca a clase pero aun así pasaba de curso gracias al dinero extra que pagaban sus padres a aquel instituto.
Este, estaba más que seguro, que no tendría ni un cuarto del nivel académico que el de allí, pero eso me importaba bien poco, con tal de escapar de allí.
-Esta casa es demasiado grande-Dijo Mark con una sonrisa mientras se llevaba uno de los macarrones pre-calentados que teníamos por cena-, habrá que llenarla.
-No seas cerdo-Le tiré la servilleta-, aun que tienes razón.
Empezamos a reírnos a carcajadas, me encantaban esos momentos ya que eran junto a mi mejor amigo. Eramos inseparables, y lo mejor de todo es que no nos parecíamos en nada, solo en la forma del cuerpo y la forma de la nariz y ojos, ya que viene de familia, pero por lo demás, eramos diferentes totalmente.
Terminamos de cenar y los dos nos fuimos a nuestra respectivas habitaciones. Cuando entré en la mía no me  imaginé todas las cosas que viviría en aquella habitación, todavía era un ignorante.
Me tiré de espaldas a la cama con los brazos abiertos y sin poder evitarlo, a los 5 minutos ya estaba profundamente dormido.

Mi despertador sonó justamente a la hora programada, peor yo me adelanté a el unos cinco minutos, a si que aproveché y me fui a preparar el desayuno. En realidad no hice gran cosa, solo 2 tazas de café mas una tostada para cada uno.
Lo dejé todo perfectamente colocado en la mesa de la cocina y subí a despertar a Mark.
-¡Mark que son las 8 y media ya!
-¡¿QUEEEEEE?!-Se revolvió entre las sábanas bastante asustado- ¡ES IMPOSIBLE!
-Era broma, son las 7.
-¡Gilipollas!-Me tiró un cojín que yo esquivé con facilidad-¡Vaya susto me has dado!
-Venga, baja a desayunar.
El me gruñó y se dio media vuelta para envolverse entre sus sábanas. Me encogí de hombros y salí de aquella habitación para bajar a desayunar.
Me lo terminé todo justo cuando Mark bajaba por las escaleras, a las 7 y media, menos mal que baja vestido.
-Da gracias a que he sabia encontrar la ropa-Me dijo mientras se rascaba la cabeza y empezaba a devorar su tostada-.
-Recoge después de que termines.
-Si, mamá-Me dijo con tono burlón-.
Subí las escaleras mientras me reía a carcajadas, no se como me hacía para animarme siempre todas las mañanas.
Cuando llegué a la segunda planta me perdí, no sabia donde estaba mi habitación. Fui abriendo puerta por puerta hasta que encontré la mía  En cuanto entré empecé a revolver mis maletas, no encontraba nada con lo que estuviera cómodo, hasta que por fin encontré una camiseta de tirantes con una foto de Wiz Khalifa, me puse los vaqueros con los que había llegado a la casa ayer y unas vans negras, mis favoritas. Después empecé a buscar como loco la maleta donde había metido mis gorros, me encantaban los gorros ¿Por qué? Ni idea.
Al final fue la última en la que busqué y saqué mi favorito, el negro. Me miré en el inmenso espejo que había a un lateral de la habitación.
-¡Lucas son menos cuarto!
Sin pensármelo dos veces cogí una mochila que había traído de equipaje de mano, la vacié encima de la cama y salí corriendo hacia la puerta.
-¿Por qué llevas mochila?-Me preguntó Mark al salir de la casa.
-Hoy dan los libros.
El resopló y empezamos a andar, a  cada paso yo me perdía más. Teníamos que estar a las 8 y media en aquel instituto y no teníamos ni idea de donde estaba, un gran fallo por mi parte. Cuando giramos una calle vimos a un chaval de nuestra edad, gracias a dios, el nos podría guiar hasta el instituto.
-Hola, me llamo Lucas-Le dije mientras le extendía una mano, el me la estrechó con fuerza-. Y el es Mark.
-¡Vaya ingleses!-Era un chico realmente agradable, el también tenia un acento bastante inglés, pero más del sur-.Yo soy Jhon.
-¿Te podemos acompañar hasta el instituto? Es que no tenemos ni idea de donde esta.
-¡Claro! Será un placer.
Emprendimos la marcha, el chaval nos contó que el hacia también pocos días que se había instalado aquí pero que conocía este sitio gracias a un amigo que vive aquí.
Hablamos durante todo el trayecto y llegamos a las 8 y treinta y uno a la puerta del instituto.
-Tenemos que ir al aula 38.
Nunca pensé que al abrir aquella puerta, la del aula 38, me cambiaría la vida por completo. Al entrar había alguien que llamaba toda mi atención, era una chica con el pelo moreno, y sus ojos marrones oscuros brillaban por si solos. Para los demás abría sido una chica corriente, del montón, pero para mi no, fue un flechazo.
Me fijé en que Mark miraba a la chica del pelo negro que tenia al lado, era bastante atractiva pero aquella chica, dios, era impresionante el simple hecho de contemplarla. En aquel momento no tenias idea de todas las cosas que pasaríamos juntos a partir de ese momento, a partir de ese flechazo.
-Hola chicas-Intenté parecer lo más cordial posible aun que se me saltaban los ojos con tan solo verla-.
Aparté a regañadientes los ojos de ella para mirar al resto de la clase, pero nada se comparaba con ella. Después miré al profesor, tenia pinta de ser el hombre más aburrido del mundo.
-¡Dejar de chismorrear chicas!-El señor las regañó y ellas estallaron en carcajadas, menos ella, ella tenia mirada de culpabilidad en los ojos-.Voy a pasar lista.
La chica del pelo negro le susurró algo y ella se rió.
-Minia Rodriguez.
-Presentes.
-Natalia González.
-¡Presente!-Gritó la chica del pelo negro, después miré a Mark, estaba completamente embobado mirándola.
-Marcos Owen ¿Se pronuncia así?
-Si, así es-Mark todavía seguía embobado, pero pudo contestar correctamente-.
-Lucas Owen.
-¡Aquí!-Entonces me miró, se me quedó mirando unos segundos. Se me aceleró el corazón solo de pensarlo.
Siguieron diciendo nombres un buen rato hasta que la tocó a ella.
-Clara Mateos.
-¡Presente!-Dios, que voz más bonita. Su nombre se me quedó grabado a fuego en la mente.
-Marina Lamas-Aquella chica del pelo rizado dejó de mirar a Jhon durante unos segundo para contestar, estaba realmente perdida mirándole-.
-Natalia Perez.
-No está-Contestó Clara, me ruboricé con tan solo oír su voz-, no ha venido.
-Y por último Jhonathan Martín.
-Aquí-Contestó Jhon-.
-Bueno, podéis hablar y esas cosas que hagáis los jóvenes-Dijo el profesor cogiendo el periódico y poniendo los pies encima de la mesa-.
Un alumno preguntó alguna duda pero no presté atención ya que toda mi atención la tenia ella. La miraba fijamente y ella lo notó, se giró para mirarme y nos quedamos así, mirándonos. Entonces intenté no reírme ya que era un juego que jugábamos mucho Mark y yo en casa, pero no aguanté mucho y solté una carcajada.
-You win-Solté en inglés sin querer, estaba demasiado nervioso-.
Ella se me quedó mirando con una sonrisa hasta que llamaron a la puerta.
-¿Se puede?-Era una chica con una cara bastante simpática.
-Pasa, ¿Eras Natalia Perez?
-La misma-Lo dijo de una forma tan natural que me arrancó una sonrisa de los labios, sin conocerla ya me caía bien-.
La chica se nos quedó mirando y de pronto Clara empezó a hablar más alto de lo normal.
-Pues son, Lucas Owen-Levanté la mano ya que ella me señalaba con la cabeza-, Marcos Owen-El simplemente levantó la cabeza- y Jhonathan Martín.
-Hola, pero prefiero que me llaméis Jony o Jhon, queda más profesional-Las cuatro chicas rieron a la vez, pero Clara se veía feliz, más que las demás-.
Pero de pronto toda esa felicidad se esfumó de su cara al escuchar decir algo a la chica que había entrado, parecía grave ya que todas se quedaron serias.
Toda esa tensión terminó cuando Mark empezó a hablar con ellas, aun que principalmente se dirigía a la chica del pelo negro, Natalia creo que se llamaba.
Al final sonó el timbre y todos volvimos a casa, Jhon se vino a la nuestra, queríamos conocerle mejor y pensé que si estaba el en casa no parecería tan grande.
Pensé que pasaríamos la tarde jugando a la PlayStation o cosas parecidas. Pero no, Jhon nos ayudó a desempaquetar todas nuestras maletas, no se como acabamos haciendo aquello pero Jhon parecía divertirse.
Al final Jhon se fue a las diez a casa, y nosotros ni si quiera cenamos antes de irnos a la cama.

Llevaba una semana intentando conseguir el número de Clara, hasta que por fin un amigo de Jhon me lo pasó, era amigo de Clara y claro, obviamente lo tenía.
Guardé su número en mi agenda y miré la pantalla durante más de un minuto, o eso me pareció a mi. Quería llamarla, pero no me atrevía.
-¡Dios mio Lucas!-Mark acababa de entrar a la cocina- ¡ Llámala ya!
-Voy, voy, ¡VOY!
Y sin pensarlo 2 veces más le dí a llamar. Sonaron tres pitidos y de pronto descolgaron, el corazón de dio un vuelco.
-¿Si?
-Hola Clara-Miré la mano que tenía libre, estaba temblando-.
-¿Lucas?-Parecía sorprendida.
-Si, el mismo.
-¿Como es que tienes mi número?
-Tengo contactos-Dije demasiado brusco, me arrepentí al instante-.
-Oh... Bueno ¿ Querías algo?
-Si, bueno, aparte de oír tu voz me preguntaba...
-¿Si?
-¿Quieres quedar mañana?-Dije de golpe, me costó una barbaridad.
-Claro, ¿Por qué no?
-¡¿Enserio?!-Estaba realmente nervioso- Vale, pues entonces mañana a las 6:30 en... en el parque de enfrente del instituto.
-Me parece bien
-Bueno pues, allí te espero. Adiós.
-Adiós.
Me quedé mirando el teléfono un par de segundos, no podía creer lo que acababa de hacer, estaba demasiado feliz, demasiado todo, tanto que empecé a gritar y saltar por toda la cocina. Y así pasé el día, intentando pensar en lo que haríamos, en lo que diría, en como reaccionaría. Cosas de esas, que de tanto pensarlas me quedé dormido.

Me levanté a las 12 de la mañana, algo inusual en mi, siempre e levanto sobre las 3 de la tarde, pero puede que el motivo fuera simplemente lo nervioso que estaba.
Para despejarme me dirigí a una pequeña sala que teníamos en la sala, era como una especie de gimnasio. Cogí mi Ipod, me puse los cascos y empecé a correr en la cinta hasta que la tripa empezó a pedirme comida.
Pasé a la cocina con los cascos todavía puesto. Mark estaba ahí sentado leyendo un libro, algo bastante extraño en el. Empezó a mover los labios hacia mi dirección, yo señalé mis orejas pero el me hizo un gesto para que me los quitara.
-¿Que pasa?-Odiaba que me interrumpieran mientras tenia los cascos puestos.
-Están aquí nuestras madres, aquí justo no, pero en España si. Tenemos que ir a comer con ellas.
-¡¿Que?! ¡TENGO LA CITA CON CLARA!
-¿Y que quieres que le haga? Han venido, ya sabes que no puedes desobedecer.
-Ya lo se, pero justo hoy...
-Vamos, ve a vestirte. Vendrán a por nosotros en media hora.
-Joder, anda que avisas antes, sabes que tardo muchísimo en ducharme.
Mark se encogió de hombros y bajó la vista a su libro. ¿Que estaría leyendo? Sentía curiosidad.
-¿Que lees?
-Diarios antiguos-De pronto me fijé que había un par más a su derecha-, los encontré en una de mis cajas.
Levanté las cejas en modo de asombro y después me fui directo a la ducha. En cuanto sentí el agua caer por mi espalda me olvidé de todo, dejé de pensar. Aquellos momentos me relajaban por completo, tanto que una vez que quedé dormido.
Salí de la ducha con una toalla alrededor de la cintura y justo al salir del pasillo, una de las chicas más guapa que había conocido, Charlotte traía un vestido que mostraba parte de sus piernas doradas por el sol. Su pelo rubio casi blanco, su sonrisa podría arreglar a cualquiera el día. Y de pronto la toalla que rodeaba mi cintura calló al suelo, intenté taparme lo antes posible pero ella ya me había visto todo.
-Se te ha visto el pajarito Lucas-Charlotte se burló de mi y después me dio una fuerte abrazo-, como si no te lo hubiera visto todo ya.
-¡Que por mucho que seas mi tía no significa que no tengas la misma edad que yo!
-¡Tengo una año más!-Me revolvió el pelo-Venga, que te seco el pelo, pero antes ponte la ropa.
Yo la hice caso, a los cinco minutos ya tenia a Charlotte encima mía con un secador en la mano.
Solo había venido ella a buscarnos, y salimos de la casa justamente a las 3 y media. Mi madre y mi tía estaban en un restaurante de Madrid. De camino allí le conté a Charlotte sobre Clara, al igual que Mark la contó sobre Natalia. Hablamos todo el camino, aquella chica era única.
Cuando llegamos al restaurante nuestras madres esperaban en una mesa con 3 asientos libres.
-Hola mamá-Dijimos los dos a la vez y cada uno abrazó a su respectiva madre-.
Ellas simplemente nos respondieron con su abrazo. Hablamos durante toda la cena, estaban muy contentas de que hayamos salido de allí, a ellas tampoco les gusta ese lugar. Mi madre era adivina, o algo por el estilo, nunca lo he sabido. De pronto su rollo de adivinación empezó, me cogió la mano y cerró los ojos.
-Debes besar a esa chica-¿Estaba hablando de Clara? ¡¿Como lo sabía?!-, será tu primer y único amor en esta vida. Y es mucho más importante de lo que crees, ella es especial, demasiado.
Me quedé mirándola unos segundos antes de apartar la mano bruscamente.
-¡¿Como lo sabes?!
Cuando volvió en si ni se molestó en contestar. El resto de la comida se volvió incómoda, por lo menos desde mi punto de vista. Cuando miré el reloj casi me da algo.
-¡¿Son las seis y cuarto?!
-Si, hijo, corre, te dejo marchar. Hay un chófer fuera.
-¡Gracias mamá!-Le dí un beso en la mejilla y me despedí de mis tías-¡Desearme suerte!
Salí corriendo de ese restaurante, todo el mundo se me quedó mirando pero la verdad es que solo podía pensar en ella, en no llegar tarde. Le di un par de voces al señor que había en el capó de un coche de mi familia. Cada vez era más tarde, y media, menos cuarto, hasta que por fin, a las 7 y cinco entramos a Alovera y en cuanto llegué al parque la vi, estaba yéndose ya, había esperado más de media hora. Lo único que se me ocurrió fue cogerla del brazo y tirar de ella para poder tenerla entre mis brazos. Le pasé mis manos por la espalda, disfrutando de la textura, tenía los cascos puestos y se los quitó con cuidado. Cada vez tenía más ganas de besarla, pero todavía no.

-Hello-Dije nervioso, sin evitar me acerqué un poco más a ella-.
-Ho... Hola-Estaba tan mona nerviosa-.
-Lo... Siento, no he podido venir antes, tenia un asunto pendiente.
-No pasa nada.
-Pero ya te ibas...
-Porque llevo aquí pues... 20 minutos.
-Lo siento.
Madre mía, era demasiado tiempo. Se sentó en un banco y yo con ella. Estuvimos hablando una hora, andando que aquí para allá, fue fantástico.

-Me tengo que ir-Me dijo poniendo cara triste-.
-Te acompaño a casa, no quiero que vallas sola.
-Está hay mismo.
-Me da igual, quiero acompañarte-Quería estar con ella más rato-.
Le sonreí y empezamos a andar, de pronto la cogí la mano y me miró a los ojos, yo me sonrojé, obviamente.

-Oye, ¿A tu amiga Natalia le... le llama la atención Mark?
-¿Mark?
-Si, mi primo.
-A Mark... si, bastante ¿Por?
-No por nada.
-¿No me digas que le gusta Natalia?
-Bueno, puede.
Soltó una carcajada y detrás de ella vinieron muchísimas más. Al final llegamos a su casa y volví a tirar de ella para dejarla entre mis brazos.
-Esto acostumbrándome a esto.
Entonces nos fuimos acercando más y más hasta que nuestra narices se tocaron, cerramos ambos los ojos y nos dimos un beso de esquimal. Se quedó parado durante un segundo hasta que finalmente nuestro labios se juntaron. Al principio solo era presión hasta que nuestros labios empezaron a moverse muy lentamente pero cada vez con más pasión. Estuvimos como 10 segundos sintiendo nuestros labios hasta que lentamente fuimos separándonos todavía con los ojos cerrados. Me quedé con los ojos cerrados un buen rato hasta que ella me dio un pequeño beso.
-Adiós-Me dijo todavía abrazada a mi-.
-Bye-Dije sin querer en inglés-.
Ella se separó de mi lentamente y empezó a andar hacia su casa. Cuando llegó a su puerta, se giró una última vez y me sonrió. mi madre tenía razón, era el amor de mi vida.

                                                           .......

-Lucas...-Natalia me zarandeaba- ¡Lucas! ¡Ya hemos llegado!
-¿Que?-Dije todavía aturdido, al final me había quedado dormido- Ah si, voy.
Natalia se fue y yo me levanté de mi asiento, pero antes de irme me quedé observándolo y le di las gracias en silencio por haberme hecho recordar de nuevo el momento en el que empezó todo, donde mi amor por ella empezó a crecer.


lunes, 7 de enero de 2013

Capítulo 55

Salí de la habitación intentando no hacer ruido. Avancé por el pasillo y antes de salir de el empecé a oírles  Me apoyé en la pared sin que me vieran y empecé a escuchar.
-Pronto estarás libre-La voz era de una mujer, era una voz bastante extraña, de esas que atraen a cualquiera, muy sexy vamos-, has cumplido casi todo. Ahora lo que debes hacer es retenerla aquí hasta que llegue el día.
-Pero no la harán daño cuando llegue ese día ¿No?-Kit parecía bastante asustado- No debe resultar herida.
-Solo sacaremos parte de su sangre, tiene que juntarse junto con la de las demás-Ahora hablaba un hombre, con el mismo tono sexy de la mujer-. Y podrías decirle a tu amiga que deje de espiarnos y que venga a conocernos.
-Mierda-Dije antes de mostrarme ante ellos-.
Me quedé mirándolos  era 3 personas. A la derecha estaba una mujer con pecho voluminosos y curvas  su pelo rubio echado hacia atrás le llegaba hasta sus caderas con curvas. Era realmente hermosa al igual que el señor que tenia a su lado, debía de tener unos 30 años y en el centro había un chico joven, de unos 12 años, estaba mirándome fijamente y de pronto solté un grito. Ahí estaban, detrás de ellos, casi tocándoles.
-Osea, que es verdad, puede verlas-La voz de aquel niño hermoso sonaba demoníaca-. Es un placer conocerte Bianca.
-¿Bianca?-Estaba confusa-¿Que?
Poco a poco me fui juntando a Kit, hasta cogerle la mano, asustada. El me la apretó mostrándome que el también estaba asustado.
-En realidad deberías llamarte Bianca, un fallo técnico de tus padres. Pero bueno, Clara también es bonito.
-Ahora nos vamos, solo queríamos comprobar que tenias alguna de ellas.
De pronto desaparecieron, como si se hubieran tele-transportado. Respiré entrecortadamente, esto era extraño, demasiado.
-Eran los...
-Si, eran esos-Kit se sentó en una silla y se tapó la cara con las manos-. Creí que no aguantaría más viéndolas.
-Pero ya a pasado-Le cogí una de las manos-, ya esta.
El me sonrió y me besó la mano que cogía la suya, eso me ruborizó por completo y el estalló ne carcajadas, al final acabó contagiándome de ellas.
-No tengo ropa Kit.
-Si tienes-Señaló unas maletas que había encima del sofá-, las han traído ahora mismo.
-¿Que? ¿Como?
-Es tu ropa, la han cogido de tu casa.
-¿Por qué siempre entran desconocidos en mi casa?-Dije mientras cogía una de las maletas, era lo suficientemente pesada como para provocarme una hernia  pero Kit vino por detrás y cogió las dos como si fueran un trozo de papel.
-Eres una blandengue.
-Y tu un idiota.

Pasé la noche en el tejado, contando estrella. Mentira, me quedé dormido a los dos minutos de subir. A la mañana me levanté con un dolor de espalda impresionante, como si me hubieran dado un masaje el día anterior, pero no un masaje sin dolor, no, uno de esos tan horribles que me daba Mark.
Volé hasta la cocina bastante dolorido y al ver la hoja en la encimera me acordé de lo que tenia que hacer. Busqué a Mark por toda la casa hasta que le encontré en el garaje, a saber que estaba haciendo  pero no me importaba, tenia que contárselo.
-Mark-El me miró y se le iluminó la cara-, ayer me llamó Clara.
-¡¿Que?!-Se levantó de un golpe- ¿Como es posible?
-Me llamó desde un número oculto, y no me dijo donde estaba porque si iba a por ella moriría. Estaba con Kit pero el dijo que la protegería, parecía sincero y me tranquilizó bastante, pero no del todo por supuesto. Entonces hay 3 chicas, las cuales conocemos a dos y  tenemos que ir a por otra y se donde esta, y me lo dijo Clara, y... y...-Empecé a desconcentrarme-.
-¡Lucas! ¡Relaja tío!
-Tenemos que ir a Colombia a por la última chica.
-¡¿Que?!
-Si, si, por el bien de Clara.
Mark se quedó mirando al suelo y depués me miró triste.
-Solo una semana, después volveremos-Yo sin poder evitarlo le abracé con fuerzas y le besé la mejilla-.
-¡Te quiero!-Dije antes de salir de allí- ¡Muchísimo!
-¡GAY!
Seguí avanzando por el pasillo y de camino me encontré a Natalia que cogí en brazos y la besé de la misma forma que a su novio. Ella se quedó desconcertada mientras que yo seguía andando a grades zancadas. Quería contárselo a Arsen.
Lo encontré en su habitación, Paula no estaba. Entre y cerré la puerta detrás mía, después me tiré encima de su espalda mientras que el intentaba librarse de mi.
-¡¿Que cojones te pasa a ti ahora?!
-Ayer hablé con ella. Con Clara digo, y no podemos ir a buscarla, pero si podemos ir a Colombia para coger a la otra chica y cambiársela a tu hermano por Clara.
-¿No jodas? ¿Se te a ocurrido a ti este plan?
-Si.
-Mira que me extraña...-Me sonrió de lado y de pronto sacó una maleta del armario- ¿Cuanto tiempo nos vamos?
-Vaya, pensé que te negarías.
-¿Yo? Vamos, me encantan las aventuras y más si son en contra de mi hermano.
-Será una semana-Dije sonriendo-, gracias de verdad.
El me levantó el dedo gordo en modo de aprobación mientras que yo salía por la puerta para hacer mi maleta.

Me dirigía al garaje cuando Lucas me asaltó con uno de sus besos, después se fue saltando por el pasillo ¿No estaba totalmente destrozado? Me encogí de hombros y seguí mi camino. Sin llamar a la puerta entré en aquel amplio garaje y le vi ahí, sentado mientras miraba unas fotografías. Me acerqué por detrás y le abracé por la espalda.
-¿Sabes que le pasa al duende verde?
-¿Que duende verde?
-El tío loco que va saltando por los pasillos.
-Que ayer habló con Clara, pero no puede ir a por ella o morirá. Pero tiene el plan de ir a Colombia a buscar a la chica que falta. Y tendríamos que ir a hacer la maleta.
-¿Nos vamos ya? ¡¿A Colombia?!-Yo ya empezaba a ponerme histérica.
-Si, ya sabes como es Lucas, así que vamos- Me cogió como si fuera un saco de patatas y me llevó hasta a la habitación-.
Me dejó con cuidado en la cama y el empezó a meter camisetas, sudaderas y pantalones en una maleta que siempre dejamos fuera "por si acaso".
Yo hice lo mismo, metí todo lo que conjuntaba y todo lo que parecía cómodo. ahora solo faltaba cambiarse.
Yo me puse una camiseta de tirantes de Jhonny Deep, unos shorts de hollister y unas botas, mientras que Mark se puso una camiseta de manga corta en la que ponía "I love cats", unos vaqueros y unas supra negras ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68276249&.locale=es ).
Cogimos cada uno nuestras correspondientes cosas, pero al final Mark terminó bajando todas, mientras que yo bajaba sin llevar nada, solo mi móvil.
Arsen y Paula estaban abajo, cada uno con una maleta. Me alegré muchísimo de que Paula también viniera, ya que estar rodeada de 3 semidioses no me agrada nada, aun que ella una de las elegidas. Madre mía  estaba condenada, pensé mientras bajaba ya el penúltimo escalón.
Me fijé en como iban vestidos, Paula iba despampanante, como siempre. Llevaba un pequeño corset que dejaba ver su ombligo, una falda azul marina que por delante era más corta que por detrás y sus tacones, madre mía que tacones, eran una botas con tachuelas. Arsen llevaba una camiseta roja de adidas, unos vaqueros y unas Vans grises y rojas, nada especial, pero en el todo parecía impresionante, tenia la figura de un modelo, era normal que siempre estuviera guapo ( http://www.polyvore.com/paula_arsen/set?id=68277739#stream_box ). Lucas llevaba una camiseta gris con algo escrito que no me apetecía nada leer en este momento, unos vaqueros oscuros y unas toms cerradas, aparte de uno de sus múltiples gorros y unas RayBan que le resaltaban sus fracciones (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68278407&.locale=es ).
Madre mía  estaría rodeada de gente buenorra durante toda una semana, y la verdad es que es siempre así  estoy rodeada de gente guapa.
Fui la última en salir de aquella inmensa casa.

Capítulo 54

Avancé por el pasillo por donde Kit había desaparecido. Quería explorar la casa, conocerla, ya que no tenia otra opción.
Había 3 puertas, la primera estaba abierta, era el cuarto de baño. Era bastante amplio y bonito. Cerré la puerta y seguí avanzando, la siguiente estaba cerrada y llamé antes de entrar.
-Pasa-Kit habló amablemente-, no interrumpes nada.
Cuando pasé vi el panorama. La habitación estaba completamente recogida, todo en perfecto estado. El estaba tumbado, sin camiseta, en la cama. Me miró con una media sonrisa y sin poder evitarlo yo también sonreí.
-Kit-Me senté con cuidado en una esquina de la cama, estaba tan estirada que no quería descolocarla-, ¿Por qué me quieres aquí?
Me miró a los ojos directamente, con la mirada triste y después miró hacia un lado. Suspiró y no dijo nada, solamente se llevó las dos manos detrás de la nuca y cerró los ojos.
-¡Kit!-Le cogí de su tobillo y le zarandeé un poco, quería saberlo- Dímelo por favor.
-Está bien...-Me dijo abriendo un solo ojos, después lo cerró y cogió aire antes de empezar a hablar- Sois tres elegidas, Paula, Liliana y tú-Liliana, ese era el nombre de aquella chica-. Es una suerte que Paula y tú estuvieras tan juntas, es fácil encontraros, pero a la otra chica es más difícil ya que vive en Colombia-De pronto se incorporó y me cogió de las manos-. Esto no lo hago por gusto Clara, pero es necesario. Necesito volver a ver a mi hermano sin querer matarle, al igual que muchos otros también lo quieren. Eres una persona comprensible Clara, y por eso te voy a proteger, lo juro-Cada vez me apretaba más las manos, y de pronto, empezó a llorar-. P-perdón, no quería que me vieras así-Sin pensármelo dos veces le abracé- ¿Por qué me abrazas?
-Porque lo necesitas-El me abrazó con fuerzas-.
Y siguió llorando en mi hombro durante un largo tiempo, hasta que se separó de mi.
-No te he contado todo-Se tumbó de nuevo ya calmado-, estoy obligado Clara, no tengo remedio.
-No te voy a forzar a contármelo si no quieres Kit.
-¡No me digas esas cosas!-Me dijo con una sonrisa triste- Porque si no me da más pena tener aquí.
Le di un beso en la mejilla y me incorporé para salir de allí, no quería saberlo aun, si me lo contaba todo de golpe no podría procesarlo. Me paré en seco antes de salir.
-Supongo que la siguiente habitación es la mía-Le miré con una sonrisa y el asintió con la misma sonrisa-, lo suponía.
Cerré la puerta tras mi espalda y me dirigí a la siguiente habitación. Cuando abrí la puerta se me escapó un pequeño grito ya que aquella habitación era preciosa. La cama estaba pegada a tres pareces y el lateral de una daba a un pequeño jardín tropical. La otra pared doblaba para que la habitación fuera más grande y en ella había otra puerta, supuse que el baño, y así era. Era un baño igual de amplio que el otro, incluso más. Sin poder evitarlo me tiré en bomba hacia la cama de colchas blancas perfectamente colocadas. Al caer sobre ella unas cuantas plumas volaron por el aire provocándome un ataque de risa.
De pronto Kit apareció tumbado a mi lado, lo había hecho a una velocidad que yo ya estaba acostumbrada a ver, bueno, a casi ver.
-¿Te gusta?
-Me encanta-Dije con una sonrisa tonta, de pronto una cosa me vino a la cabeza-Kit.
-Dime-El seguía mirando al techo, absorto en sus pensamientos-.
-No quiero que me controles los sentimientos, de verdad. Así no podré llevarme bien contigo.
Kit me miró con una sonrisa y de pronto levantó el dedo meñique de su mano derecha.
-Te lo prometo-Yo le cogí su meñique con el mio y tiramos de ellos un instante antes de separarlos-.
Después nos quedamos los dos en silencio, mirando al techo. Tendría que dejar de llevarme bien con todo el mundo, hasta con los que me secuestraban, pero no podía evitarlo, este chico era un cacho de pan. Sonreí al pensarlo y después me abracé a el, voluntariamente, ya que era consciente de lo que hacia. Solamente necesitaba cariño.
-Kit, necesito hablar con Lucas.
-No se si sería buena idea...
-Por favor, te prometo que me quedaré aquí, pero necesito hablar con el.
-Joder...-Se frotó sus ojos con su mano izquierda y con la derecha sacó un móvil de última generación de su bolsillo-. Toma.
-¡Oh dios gracias!-Le quité el teléfono de las manos y le di un pequeño beso en la mejilla antes de marcar rápidamente el número de Lucas.

Parece ser que no entendían que no podía esperar, no podía  Todos se habían ido a dormir ¿Y yo mientras que hacía? Destrozar cosas del puro dolor que sentía. Me sentía vacío, peor que si me hubiera dejado. Podría estar muerta, aquella idea me destrozaba por completo, pero no, estaba seguro de que seguía viva, aparte es una de las elegidas.
-Una de las elegidas...
Sin poder evitarlo lo dije en voz alta mientras me tiraba al sofá  una de las pocas cosas que no estaban destrozadas. Era una de las 3, y Paula era otra. Solo falta una y podríamos ir a por ella pero a saber donde está ahora mismo. Descarté esa idea de mi cabeza y me tapé la cara con una de las almohadas antes de empezar a llorar otra vez.
Empecé a recordar todos los momentos que había vivido con Clara. El día que quedé con ella, llegué tarde si, pero ella me esperó. Nuestro primer beso en la esquina de su calle, cuando un montón de niñas nos rodearon en el instituto cuando todavía yo era una novedad para todos, cuando la pedí salir en aquel pasillo desierto mientras Natalia se reía en el baño mientras nos escuchaba, nuestro momento en mi lugar secreto de Madrid, su fiesta de cumpleaños, nuestra primera noche juntos, nuestra casa en el campo, nuestros viajes, nuestra pequeñas peleas que acababan en besos, las fiestas, nuestros bailes, besos y caricias, su pelo, sus miradas que me paralizaban por completo, sus abrazos por la espalda, aunque lleváramos solo 9 meses es como si lleváramos mas de 3 años, ¡Es como si viviéramos juntos!, todas esas pequeñas cosas que eran demasiado importantes para mi, la quería tanto...
Las lágrimas caían cada vez a más velocidad por mis mejillas. No podía soportar que ella no estuviese conmigo. Tenia que salvar y más de las garras de aquel idiota, aquel que podía controlar sus sentimientos.
De pronto el teléfono empezó a sonar, el mio. Salté del sofá para cogerlo, era un número oculto, podría ser Clara, lo cogí sin pensármelo dos veces.
-¿Clara?-Dije aun con la voz temblando- ¿Eres tu?
-Oh ¡Lucas!-El corazón me dio un vuelco, era ella. Sabia perfectamente que estaba llorando al otro lado del teléfono- Como te hecho de menos...
-¿Donde estas Clara? ¿Que te ha hecho?
-Lucas...-Tenia la voz triste- No puedes venir a por mi. Te juro que volveré contigo, cuanto antes, peor no debes venir a buscarme, por tu bien.
-¡¿Como que por mi bien?! ¡Clara joder!
-¡NO QUIERO QUE MUERAS! ¡¿NO LO ENTIENDES?!-Yo me callé, suponía que algo de eso estaría implicado en que no hubiera intentado volver todavía-¡PUEDEN MATARTE EN MENOS DE UN SEGUNDO!
-Pe-pero...
-No Lucas, y aparte, Kit se esta portando bien conmigo, no es lo que parece, lo juro.
-Lo que faltaba, te esta controlando los sentimientos Clara... joder.
-Que no, ya lo he hablado-gritado con el Lucas, esto no lo hace porque quiere-De pronto sonó el timbre de aquel sitio donde estaba y se oyó a Kit decirla que se quedara allí, que la protegería  De pronto me alivié al oír aquello, el la protegía, puede que fuera mentira pero aliviaba-.
-Por favor Clara-Dije empezando a llorar otra vez-, no quiero que la que mueras seas tú. Así que dime donde estas.
-No, Lucas, no lo haré.
-¡Clara! ¡Dios, da igual si muero o no, eres tú la que importas!
-¡¿Que da igual?! ¡A mi no me da igual Lucas! No te lo diré para poner tu vida en peligro, yo estoy protegida por el, no me pueden matar, soy la elegida.
-Clara, tengo una idea.
-No me gusta tu tono-Supuse que al otro lado del teléfono ella estaría sonriendo-.
-Dime donde vive la otra chica que queda y como se llama.
-Vive en Colombia-Bajó el tono para que nadie la oyera-, se llama Liliana. Tengo que colgar Lucas.
-Pero, Clara.
-Te amo, ¿Vale? Te prometo que volveré contigo pero por ahora no.
-Adiós pequeña, te amo-Entonces colgó-.
Me quedé mirando el teléfono unos segundos, pensé en estamparlo contra la pared pero si lo hacía no podría volver a hablar con ella. Corrí a por papel y boli y me apunté lo que me había dicho. Colombia, Liliana. ¿Pero en que parte de Colombia? Joder que difícil es esto.
Me quedé mirando el papel unos segundos y me dí cuenta que había escrito el nombre de Clara sin pensar.
Le di un pequeño a la hoja y subí a despertar a Mark. Pero antes de abrir oí a los dos como respiraban agitados, mierda, lo estaban haciendo. ¿Por qué justo ahora?
Se me ocurrió ir a ver a Arsen, pero mas de lo mismo.
-¡¿Pero que cojones pasa en esta casa?!-Dije antes de salir volando por la ventana, tenia que salir de allí- Que asco por favor.

jueves, 3 de enero de 2013

Capítulo 53

-¿Sabes donde ha ido?
-Si, o eso creo-Arsen parecía convencido-. Creo que está en Galicia, bonito sitio por cierto, yo estuve allí una vez hace...
-¡Arsen!-Le corté, no había tiempo para tonterías-¡Vamos!
El me sonrió un poco y salió disparado hacia el cielo, yo le seguí. Tardamos demasiado en llegar, dábamos vueltas y vueltas, Arsen estaba perdido o eso parecía hasta que de pronto se paró a unos 30 metros de una casa en medio de un bosque. El la señaló con la mano derecha y después se llevó un dedo al os labios  teníamos que callarnos y no hacer ruido.
-Antes de bajar-Empezó a explicarme Arsen-, debo decirte que... bueno... mi hermano lleva demasiados años entrenando, hasta...-Se paró en seco, estaba distante y triste-hasta mató a nuestro padre...-Me miró de repente, le brillaban los ojos-. Pero bueno, eso es algo del pasado-Me sonrió tristemente-, ven vamos.
Empezamos a descender totalmente sincronizados hasta llegar al tejado. Agudicé mi oído y la oí.
-¿Donde estoy?-Era Clara, yo apreté los puños con fuerza-. N-no veo, necesito ver.
-Espera un poco y verás mejor-Recordaba su voz perfectamente, Kit había estado viviendo una temporada en nuestra casa, ya que era un paria y le salvó la vida a Charlotte podíamos convivir con el.
-Ven, vamos-Dijo el con su voz grave-.
De pronto no se oyó nada más, ni un paso. Nos quedamos los dos quietos hasta que de pronto Arsen invistió contra el tejado y este calló a pedazos, yo pasé tras el, pero no había nadie.
-Mierda-Dijo Arsen dando un puñetazo a la pared-, lo ha vuelto a hacer.
-¿Donde se han ido Arsen?
-Mi hermano tiene el don de tele-transportarse  con el tiempo a podido llevar con el a una persona. Y es lo que acaba de pasar, es imposible saber donde están.
-Ya me parecía a mi demasiado fácil-Me giré para mirarle a los ojos-, tenemos que seguir buscando.
Arsen negó con la cabeza y me miró con tristeza.
-Es inútil Lucas, ahora mismo pueden estar en medio de la nada si es lo que le apetece a el.
-P-pero-Me derrumbé en el suelo-.
-Es inútil Lucas-Me puso una mano en el hombro pero yo la aparté antes de salir volando hacia el cielo-.


Mark sacó un libro de la mochila negra que teníamos todavía en el salón, era el mismo libro que Clara se había releído mil veces. Mientras, yo seguía cogida de la mano de Paula, aunque ella ya se hubiera calmado hace un rato.
Mark empezó a pasar las páginas, ví como sus ojos verdes se movían de un lado para otro mientras las páginas iban pasando hasta que abrió los ojos de par en par y sonrió levemente.
-¡Ajá!-Soltó y se aclaró la garganta antes de empezar- Tres elegidas las verán, tres elegidas los salvarán a todos-Leyó aquellas frases con voz misteriosa, aun que a mi me hizo gracia-. Esto es lo que pone.
-¡¿QUE?!-Paula se levantó de un salto del sofá, estaba histérica- ¡Yo no se que tengo que hacer! ¿Porque yo? ¡No quiero salvar a nadie! ¡Yo era una chica normal! ¡¿Por qué yo?! Mira Mark-Se me acercó a la cara, estaba a pocos centímetros-, como me estés vacilando...
-Toma-Le extendí el libro y le marqué por donde estaba escrito-, está en inglés.
-Se leer en inglés-Dijo enfadada, sus ojos se movían y cada vez se abrían más hasta que se le calló el libro al suelo-. No puede ser, ¡Cambiarme el puesto! ¡Yo no tengo suficiente responsabilidad!
-Si te ha tocado será por algo-Natalia ya la había cogido la mano otra vez y la forzaba a sentarse-.
Paula empezó a hiperventilar, tenia un ataque de ansiedad y otra vez empezó a llorar. De pronto la puerta de entrada se abrió y Paula salió corriendo hacia ella para abrazarse a Arsen.
-Hola-Dijo Lucas totalmente agotado, se tiró al sofá-, no esta, no esta, no esta...-Parecía un lunático- S-se la ha llevado Mark-Me miraba con los ojos en lágrimas, pocas veces le había visto llorar- N-no esta joder... no esta...
-Solo hay que esperar a que de señales de vida-Dijo Arsen convencido, el era su hermano, lo sabría mejor que nadie-.


-¿Donde quieres ir?-Me preguntó con su voz grave, cada vez era más acogedora aquella voz- Un lugar donde siempre has querido ir-Casi no podía tiritar, estaba todo negro y hacia demasiado frio, me castañeaban los dientes-.
-N-no lo se-Dije tartamudeando por el frió- Ha-hawaii po-por ejemplo.
-Me parece perfecto.
De pronto todo empezó a dar vueltas, perdí el equilibrio y caí encima de el. Por fin le vi la cara bien. Llevaba unas gafas RayBan pero se le transparentaban unos ojos azules, casi grises, eran preciosos. Sus rasgos estaban bien marcados y sus labios eran carnosos. Era guapísimo y me dieron ganas de besarle, pero no, Lucas era muchísimo mejor. De pronto me entró el pánico.
-¡¿Donde está Lucas?!-Estaba totalmente histérica-¡¿Donde estamos?!
Estábamos en medio de una playa, estaba anocheciendo. Parecía...
-Estamos en Hawaii, como me has dicho.
-P-pero...
-Se su pone que ya no deberían de asombrarte este tipo de cosas.
-Pero esto es diferente...-Me quedé embobada mirando hacia todos lados- ¿Donde está Lucas?
-En su casa, supongo, o puede que buscándote. Quien sabe.
Me paré en saco y sin pensarlo dos veces empecé a correr hacia el otro lado de la playa, quería huir, aun que sabia que era en vano. Empecé a correr y a correr sin mirar atrás pero el no me detenía  yo seguí corriendo hasta llegar a un pequeño acantilado, de pronto me abrazó por la espalda.
-Tengo una casa por aquí cerca, ¿Te vienes o te quedas aquí?
-¡Quiero irme a mi casa!-Me derrumbé en aquel instante, no se como acabé abrazada a el mientras lloraba, ¿Por qué tenia tanta confianza con el? ¡Me había raptado! Me agarré a el sin saber por qué y me dejé llevar hacia aquella casa que había comentado. Empezó a correr, más rápido incluso que Lucas y regamos a una chalet en medio de un bosque. Era muy hermoso aquel paisaje y sin poder evitarlo sonreí levemente.
De pronto me acordé de algo que dijo Mark. "Es de la casta de Atreo, se supone que puede manipular sus sentimientos..."
-¡Oh Dios mio!-Grité mientras me alejaba de el unos paso- ¡Estas controlando mis sentimientos!
-Ah ¿Es que no podía?
-¡Pues no!-Estaba histérica-¡Abre la maldita puerta de una vez!-Me giré y le señalé con el dedo- Y ni se te ocurra controlar mis sentimientos otra vez.
El me sonrió cariñosamente, me cogió de la nunca y me atrajo hacia el para besarme, pero reaccione y le di una bofetada. El soltó un grito de asombro.
-No me lo puedo creer-Me dijo asustado-, me deberías haber besado.
El avanzó hacia la puerta y la abrió con tan solo girar el picaporte.
-Parece que tu amor hacia ese chico es más fuerte de lo que pensaba-Yo le escruté con la mirada y pasé antes que el a aquella acogedora casa. Era bastante luminosa, con un ventana que ocupaba una pared entera y daba a una especie de cascada, era precioso. Me quedé mirándola un rato hasta que Kit me abrazó por la espalda, sin pensarme dos veces le dí una patada.
-¡ Quítate coño!-Me giré para mirarle- Quiero volver a mi casa Kit... espera ¿Por qué sé tu nombre?
-No lo se...-Me miró sonriente-.
-¡QUE NO TE METAS EN MI CABEZA!-Le di un par de manotazos- ¡Y llévame a mi casa Kit! ¡Ahora!
-Si te llevo a casa tendré que matar a tu querido Lucas-Dijo mirando por un segundo a mi derecha, yo miré y vi una foto de muchísima gente, algunas tachadas, otras sin tachar y la cara de Lucas estaba rodeada en rojo, al igual que la de Mark, que estaba a su lado. Más abajo me fijé que había una foto mía  otra de Paula y otra de una chica morena de piel, el pelo rizado negro y unos labios carnosos, era bastante guapa. Había notas escritas en cada una de las fotos-, y tu no quieres eso ¿Verdad?
Yo negué con la cabeza y tragué saliva.
-Bien-Me sonrió levemente y de pronto despareció-.
Yo estaba casi sin respiración, demasiado asustada como para moverme, pero no tenia más remedio o sino matarían a Lucas.
Temblando me acerqué a las fotografías, primero miré la foto en la que salía Lucas. Era de un instituto privado, eran chicos y chicas, la mayoría tachados. Miré a Lucas durante unos segundos y le pasé un dedo por encima como gesto de cariño, puede que fuera la única manera que podría verle durante el resto de mi vida, en una simple foto.
Aparté la mirada de aquella foto y me dirigí a la mía  Eran notas en español, gracias a dios, pero era difícil de leer. Ponía que era la principal elegida, ¿Pero elegida de que? Y me di cuenta de un dato que había pasado por alto, Paula estaba también en una de las fotos, me acerqué a ver que ponía  y había algo que me sorprendió. Estaba en mayúsculas: NO ES LAURA, NO LO ES.
Me quedé pensando un momento hasta que caí en la cuenta, Laura era la novia de Arsen, la que murió ¿ Tendría algún poder?
Seguí leyendo y vi algo que me llamó la atención, ponía que ella las veía, nada más. Pero, ¿A quien veía?
-¡Las parcas!-Me llevé una mano a la boca, Paula también las veía- ¿Y ella?-Miré la fotografía de la chica, era de Colombia, menos mal que hablaba español, y ponía que ella solo las oía, eso era mucho peor que verlas y oírlas, mucho mucho peor. Yo me volvería loca-Pobrecilla.