lunes, 7 de enero de 2013

Capítulo 54

Avancé por el pasillo por donde Kit había desaparecido. Quería explorar la casa, conocerla, ya que no tenia otra opción.
Había 3 puertas, la primera estaba abierta, era el cuarto de baño. Era bastante amplio y bonito. Cerré la puerta y seguí avanzando, la siguiente estaba cerrada y llamé antes de entrar.
-Pasa-Kit habló amablemente-, no interrumpes nada.
Cuando pasé vi el panorama. La habitación estaba completamente recogida, todo en perfecto estado. El estaba tumbado, sin camiseta, en la cama. Me miró con una media sonrisa y sin poder evitarlo yo también sonreí.
-Kit-Me senté con cuidado en una esquina de la cama, estaba tan estirada que no quería descolocarla-, ¿Por qué me quieres aquí?
Me miró a los ojos directamente, con la mirada triste y después miró hacia un lado. Suspiró y no dijo nada, solamente se llevó las dos manos detrás de la nuca y cerró los ojos.
-¡Kit!-Le cogí de su tobillo y le zarandeé un poco, quería saberlo- Dímelo por favor.
-Está bien...-Me dijo abriendo un solo ojos, después lo cerró y cogió aire antes de empezar a hablar- Sois tres elegidas, Paula, Liliana y tú-Liliana, ese era el nombre de aquella chica-. Es una suerte que Paula y tú estuvieras tan juntas, es fácil encontraros, pero a la otra chica es más difícil ya que vive en Colombia-De pronto se incorporó y me cogió de las manos-. Esto no lo hago por gusto Clara, pero es necesario. Necesito volver a ver a mi hermano sin querer matarle, al igual que muchos otros también lo quieren. Eres una persona comprensible Clara, y por eso te voy a proteger, lo juro-Cada vez me apretaba más las manos, y de pronto, empezó a llorar-. P-perdón, no quería que me vieras así-Sin pensármelo dos veces le abracé- ¿Por qué me abrazas?
-Porque lo necesitas-El me abrazó con fuerzas-.
Y siguió llorando en mi hombro durante un largo tiempo, hasta que se separó de mi.
-No te he contado todo-Se tumbó de nuevo ya calmado-, estoy obligado Clara, no tengo remedio.
-No te voy a forzar a contármelo si no quieres Kit.
-¡No me digas esas cosas!-Me dijo con una sonrisa triste- Porque si no me da más pena tener aquí.
Le di un beso en la mejilla y me incorporé para salir de allí, no quería saberlo aun, si me lo contaba todo de golpe no podría procesarlo. Me paré en seco antes de salir.
-Supongo que la siguiente habitación es la mía-Le miré con una sonrisa y el asintió con la misma sonrisa-, lo suponía.
Cerré la puerta tras mi espalda y me dirigí a la siguiente habitación. Cuando abrí la puerta se me escapó un pequeño grito ya que aquella habitación era preciosa. La cama estaba pegada a tres pareces y el lateral de una daba a un pequeño jardín tropical. La otra pared doblaba para que la habitación fuera más grande y en ella había otra puerta, supuse que el baño, y así era. Era un baño igual de amplio que el otro, incluso más. Sin poder evitarlo me tiré en bomba hacia la cama de colchas blancas perfectamente colocadas. Al caer sobre ella unas cuantas plumas volaron por el aire provocándome un ataque de risa.
De pronto Kit apareció tumbado a mi lado, lo había hecho a una velocidad que yo ya estaba acostumbrada a ver, bueno, a casi ver.
-¿Te gusta?
-Me encanta-Dije con una sonrisa tonta, de pronto una cosa me vino a la cabeza-Kit.
-Dime-El seguía mirando al techo, absorto en sus pensamientos-.
-No quiero que me controles los sentimientos, de verdad. Así no podré llevarme bien contigo.
Kit me miró con una sonrisa y de pronto levantó el dedo meñique de su mano derecha.
-Te lo prometo-Yo le cogí su meñique con el mio y tiramos de ellos un instante antes de separarlos-.
Después nos quedamos los dos en silencio, mirando al techo. Tendría que dejar de llevarme bien con todo el mundo, hasta con los que me secuestraban, pero no podía evitarlo, este chico era un cacho de pan. Sonreí al pensarlo y después me abracé a el, voluntariamente, ya que era consciente de lo que hacia. Solamente necesitaba cariño.
-Kit, necesito hablar con Lucas.
-No se si sería buena idea...
-Por favor, te prometo que me quedaré aquí, pero necesito hablar con el.
-Joder...-Se frotó sus ojos con su mano izquierda y con la derecha sacó un móvil de última generación de su bolsillo-. Toma.
-¡Oh dios gracias!-Le quité el teléfono de las manos y le di un pequeño beso en la mejilla antes de marcar rápidamente el número de Lucas.

Parece ser que no entendían que no podía esperar, no podía  Todos se habían ido a dormir ¿Y yo mientras que hacía? Destrozar cosas del puro dolor que sentía. Me sentía vacío, peor que si me hubiera dejado. Podría estar muerta, aquella idea me destrozaba por completo, pero no, estaba seguro de que seguía viva, aparte es una de las elegidas.
-Una de las elegidas...
Sin poder evitarlo lo dije en voz alta mientras me tiraba al sofá  una de las pocas cosas que no estaban destrozadas. Era una de las 3, y Paula era otra. Solo falta una y podríamos ir a por ella pero a saber donde está ahora mismo. Descarté esa idea de mi cabeza y me tapé la cara con una de las almohadas antes de empezar a llorar otra vez.
Empecé a recordar todos los momentos que había vivido con Clara. El día que quedé con ella, llegué tarde si, pero ella me esperó. Nuestro primer beso en la esquina de su calle, cuando un montón de niñas nos rodearon en el instituto cuando todavía yo era una novedad para todos, cuando la pedí salir en aquel pasillo desierto mientras Natalia se reía en el baño mientras nos escuchaba, nuestro momento en mi lugar secreto de Madrid, su fiesta de cumpleaños, nuestra primera noche juntos, nuestra casa en el campo, nuestros viajes, nuestra pequeñas peleas que acababan en besos, las fiestas, nuestros bailes, besos y caricias, su pelo, sus miradas que me paralizaban por completo, sus abrazos por la espalda, aunque lleváramos solo 9 meses es como si lleváramos mas de 3 años, ¡Es como si viviéramos juntos!, todas esas pequeñas cosas que eran demasiado importantes para mi, la quería tanto...
Las lágrimas caían cada vez a más velocidad por mis mejillas. No podía soportar que ella no estuviese conmigo. Tenia que salvar y más de las garras de aquel idiota, aquel que podía controlar sus sentimientos.
De pronto el teléfono empezó a sonar, el mio. Salté del sofá para cogerlo, era un número oculto, podría ser Clara, lo cogí sin pensármelo dos veces.
-¿Clara?-Dije aun con la voz temblando- ¿Eres tu?
-Oh ¡Lucas!-El corazón me dio un vuelco, era ella. Sabia perfectamente que estaba llorando al otro lado del teléfono- Como te hecho de menos...
-¿Donde estas Clara? ¿Que te ha hecho?
-Lucas...-Tenia la voz triste- No puedes venir a por mi. Te juro que volveré contigo, cuanto antes, peor no debes venir a buscarme, por tu bien.
-¡¿Como que por mi bien?! ¡Clara joder!
-¡NO QUIERO QUE MUERAS! ¡¿NO LO ENTIENDES?!-Yo me callé, suponía que algo de eso estaría implicado en que no hubiera intentado volver todavía-¡PUEDEN MATARTE EN MENOS DE UN SEGUNDO!
-Pe-pero...
-No Lucas, y aparte, Kit se esta portando bien conmigo, no es lo que parece, lo juro.
-Lo que faltaba, te esta controlando los sentimientos Clara... joder.
-Que no, ya lo he hablado-gritado con el Lucas, esto no lo hace porque quiere-De pronto sonó el timbre de aquel sitio donde estaba y se oyó a Kit decirla que se quedara allí, que la protegería  De pronto me alivié al oír aquello, el la protegía, puede que fuera mentira pero aliviaba-.
-Por favor Clara-Dije empezando a llorar otra vez-, no quiero que la que mueras seas tú. Así que dime donde estas.
-No, Lucas, no lo haré.
-¡Clara! ¡Dios, da igual si muero o no, eres tú la que importas!
-¡¿Que da igual?! ¡A mi no me da igual Lucas! No te lo diré para poner tu vida en peligro, yo estoy protegida por el, no me pueden matar, soy la elegida.
-Clara, tengo una idea.
-No me gusta tu tono-Supuse que al otro lado del teléfono ella estaría sonriendo-.
-Dime donde vive la otra chica que queda y como se llama.
-Vive en Colombia-Bajó el tono para que nadie la oyera-, se llama Liliana. Tengo que colgar Lucas.
-Pero, Clara.
-Te amo, ¿Vale? Te prometo que volveré contigo pero por ahora no.
-Adiós pequeña, te amo-Entonces colgó-.
Me quedé mirando el teléfono unos segundos, pensé en estamparlo contra la pared pero si lo hacía no podría volver a hablar con ella. Corrí a por papel y boli y me apunté lo que me había dicho. Colombia, Liliana. ¿Pero en que parte de Colombia? Joder que difícil es esto.
Me quedé mirando el papel unos segundos y me dí cuenta que había escrito el nombre de Clara sin pensar.
Le di un pequeño a la hoja y subí a despertar a Mark. Pero antes de abrir oí a los dos como respiraban agitados, mierda, lo estaban haciendo. ¿Por qué justo ahora?
Se me ocurrió ir a ver a Arsen, pero mas de lo mismo.
-¡¿Pero que cojones pasa en esta casa?!-Dije antes de salir volando por la ventana, tenia que salir de allí- Que asco por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario