sábado, 11 de febrero de 2012

Capítulo 20

Me dirigía a casa de Lucas, ayer quedó con esa tal Carla y ni se molestó en mandarme un maldito mensaje. Su casa estaba a 10 minutos de la mía y como no tenia coche ni nada por el estilo (Menos una bici pero como que no) fui andando hasta su casa.
Llamé dos veces a la puerta y fue Mark quien me abrió la puerta, me dio un fuerte abrazo y puso una cara muy extraña ¿Que le pasaba?
Me dijo que fuera al salón y cuando entré vi que Lucas estaba sentado leyendo un libro, estaba tan perfecto... que me daban ganas de estrangularle por haber quedado con esa furcia, seguramente la abría dicho que la echaba de menos y luego se abrían besado. Me mordí la lengua por haber pensado eso y apreté fuerte mi mano conteniendo mi rabia, respiré hondo y me acerqué a el con una sonrisa.
-Hola-Me dijo levantando la vista del libro-.
-Hola...
-No me has dado un beso.
Yo me acerqué a el y antes de que me diera un beso en la boca y no se como lo hice pero conseguí dárselo en la mejilla. El se quedó un poco perplejo pero luego me sonrió y me pasó un brazo por encima de los hombros.
-¿Y que asuntos tenias que hacer ayer?-Solté por fin, no podía aguantarme mas.
-Em... pues nada interesante.
-A si...-La rabia se estaba concentrando dentro de mi- oye ¿Y que tal con la Carla esa?
-¿Como?-Dijo perplejo.
-Para que la quieres-Le dije quitándome su brazo de encima-.
-Pues si, la quiero y fue un error dejarla-Me dijo levantando la voz-.
Mis ojos se inundaron de lágrimas y me levanté de golpe, las lágrimas caían por mi cara, me giré y me fui por la puerta y antes de irme me giré para mirarle.
-¡TE ODIO!-Le grité apuntándole con el dedo-¡Y OJALÁ NO TE HUBIERA CONOCIDO!
Me volví a girar y al abrir la puerta me encontré con Jhon, Natalia y Marina que se quedaron mirándome mientras me iba, después Mark empezó a gritar mi nombre desde la entrada pero yo no le hice caso y seguí andando. Me había dejado el abrigo en su casa y estaba pasando muchísimo frió. Mis lagrimas seguían cayendo mientras que yo seguían andando.
Llegué a la puerta de mi casa y me di cuenta de que no tenia las llaves y tenia demasiado orgullo como para volver a aquella casa y coger mis llaves así que respiré hondo, cogí una piedra, salté la valla y tiré la piedra hacia una de mis ventanas. Estaba tiritando de frió mientras me colaba con cuidado por la ventana pero no sirvió de nada porque al pasar me rompí el pantalón y me hice una herida en el muslo y luego otra en la mano.
Pasé de recoger los cristales, lo único que hice fue bajar la persiana y subir a mi habitación todavía llorando.
-Idiota, idiota, idiota!!-Gritaba con la almohada en la cara- ¡¿Se puede ser más idiota?!
Estuve llorando y gritando como 3 horas seguidas hasta que por fin me calmé y bajé a preparar la comida, tenia hambre y eran las 10:20. Estaba concentrada cortando una zanahoria hasta que unos gritos me sobresaltaron.
-¡CLARA MATEOS MARTÍN!-Me gritó Natalia desde la entrada-¡¿QUE LECHES HAS HECHO?!
-¡¿Estas loca Clara?!-Gritó Mark después de que Natalia terminara.
Yo no contesté lo único que hice fue seguir cortando y cada vez apretaba más fuerte hasta que rayé la tabla. Solté, bueno más bien tiré el cuchillo a un lado y empecé a comerme la zanahoria muy enfadada y las lagrimas comenzaron a brotar de mi mis ojos.
Natalia gritaba mi nombre buscándome hasta que entro en la cocina y se quedó mirándome como lloraba, acto seguido vino corriendo a abrazarme y yo empecé llorar en mi hombro. Mark apareció por detrás de Natalia y nos abrazó a las dos.
-Es un idiota, le odio-Dije entre sollozos- ¿Como me a podido decir eso?
Ellos no decían nada simplemente me abrazaban y me acariciaban el pelo y eso me gustaba, eran los mejor pero solo faltaban Marina y Lucia. Yo me  calmé un poco y me separé de ellos, miré a Natalia mientras que ella me quitaba las lágrima con los dedos gordos de sus manos. Mark estaba por detrás abrazando a Natalia por la cintura y sonriéndome.
-¿Estas mejor?-Me preguntó Natalia con una sonrisa.
Yo negué con la cabeza con una sonrisa y Natalia hizo una pequeña mueca. Yo me encogí de hombros y les pedí que se fueran, quería estar solo y reflexionar, bueno, más que reflexionar quería estrangular a alguien y preferiría que no fueran uno de ellos.
-¿Enserio que estarás bien-Me preguntó Natalia preocupada.
-Que si...
-¿Y no harás ninguna locura?
-¡Que no Natalia joder!
-Vale.. una cosa más..
-¡¿Que?!-La corté.
-Las llaves...-Me dijo dejándome las llaves en la palma de la mano, me dio un abrazo y se fue-.
-Ninguna locura-Me dijo Mark señalándome con el dedo. Yo asentí- Anda ven aquí-Me dio un abrazo muy fuerte-.
Desaparecieron por la puerta, la cerré y me apoyé en ella, me dejé caer y escondí mi cara entre las piernas mientras que mis lágrimas empezaban a brotar. Estuve llorando unos 20 minutos hasta que me entró sueño y sin cenar ni nada subí a la habitación de mis padres ya que la cama era más grande, me quedé completamente dormida.

[1:35 de la tarde]


Me desperté de golpe, había tenido una horrible pesadilla. Me estiré un poco y me giré hacia la derecha y me encontré con alguien que no me esperaba que estuviera allí, bueno, la verdad es que no me esperaba a nadie.
-¡¿Que coño haces aquí?!-Dije levantándome de golpe- ¡Vete ahora de mi casa!
-Clara, lo siento mucho de verdad.
-¡Lucas que te vallas de una puta vez!
-Por favor déjame explicarte.
-¡¿Explicarme que?! ¡¿Que has quedado con tu ex-novia y encima me dices que te arrepientes de a verla dejado?! ¡Ya me lo has explicado! ¡Y ahora quiero que te vallas!
-¡Clara!-Me gritó sujetándome los hombros.
-¡ Suéltame!
-No es verdad lo que te dije ¿Vale? Te quiero a ti Clara, solo a ti.
Mis lagrimas empezaron a caer por mis mejillas, el me abrazó y yo me dejé abrazar mientras que mis sollozos cesaban.
-No... no llores por favor-Me apretó fuerte contra su pecho-, no pensé lo que dije estaba muy enfadado.
-¿Por que quedaste con ella?
-Me llamó y la dije que si, hace como 5 meses que no la veía y no se, quería verla.
-Así que querías verla...
-No pasó nada, la verdad es que me fui como una hora y media antes. Se puso muy pesada.
Yo solté una carcajada y levanté la vista para mirarle a los ojos. Le pedí perdón como unas cien mil veces.
Y  por fin pasó lo que estaba deseando desde que me dijo ese te quiero. Poco a poco nos fuimos acercando y vi como sus labios se separaban poco a poco hasta que por fin se juntaron con los míos, se movían lentamente y yo me separé a los 10 segundos.
-Odio pelearme contigo Lucas.
-Yo también lo odio, en cuanto te fuiste iba a ir a buscarte pero Marina y Jhon me agarraron de los brazos y me metieron en mi habitación cerrando con llave.
-¿Y eso?
-Para que pensara en lo que había echo y el resultado fue este....-Levantó la mano derecha y vi que tenia los nudillos a carne viva-.
-¡¿Eres tonto?!-Le dije enfadada- ¿Como has podido hacerte esto?
-Es lo mínimo que me merecía.
Yo le miré con cara de pocos amigos y le llevé al baño para curarle las heridas. Le senté en el inodoro y yo saqué el botiquín. Cogí el agua oxigenada, una gasa y vetadine. Me arrodillé ante el, le cogí la mano y le eché agua oxigenada por los nudillos.
-Au!-Se quejó- Duele...
-Te jodes-Dije cortante-.
Seguí curandolo las heridas y finalmente le puse una venda. Le miré a los ojos y le besé en la frente, el me abrazó y nuestros labios se juntaron de nuevo fundiéndose en un gran beso. Entonces el me cogió la mano y solté un alarido de dolor, no me acordé de las heridas que me hice a noche. Separé mi mano de la de Lucas y vi que su mano estaba llena de mi sangre, el me miró con los ojos desorbitados y me miró el pantalón roto que no me había quitado para dormir.
-Quítate el pantalón ahora mismo y dame la mano.
Yo le hice caso y me quité el pantalón quedándome en bragas y le di la mano que acto seguido me echo agua oxigenada por encima. La raja me ardía, dolía muchísimo pero no me quejé, después hizo lo mismo con el muslo pero este dolió muchísimo más.
-Dios como duele.
-Aguanta, ahora mismo pasa.
Me puso una venda en el muslo y otra en la pierna, me miró a los ojos y me besó la frente. Después me abrazó fuerte.
-No vuelvas a hacerlo-Me dijo con los labios un poco separados de mi pelo-.
-Nunca. Tu tampoco.
-Jamás lo volveré a hacer-Me dijo esta vez mirándome a los ojos-.
Nos quedamos mirándonos fijamente hasta que nos fundimos en otro beso pero esta vez fue más largo e intenso que el anterior.

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