martes, 24 de enero de 2012

Capítulo 11

Dentro de 3 dias seria el cumpleaños de Natalia y no tenia nada preparado, ni siquiera sabia que íbamos a hacer. Seguramente saldríamos a dar una vuelta por Guadalajara o algo.
Me levanté de la cama poco a poco y le besé en los labios.
-Mmmm… Quiero otro-De dijo pronunciando muy mal-.
Yo reí y me tiré encima de el aplastándole mientras nuestras lenguas jugaban entre sí, hasta que el empezó a toser y yo me caí de la cama. Los dos empezamos a reírnos hasta que me rugió la tripa y me fui a la cocina después de darle un beso en la frente.
-Me apetecen unos gofres, unos gofres, unos gofres. Me apetecen unos gofres para desayunar-Canturreaba mientras bajaba las escaleras dando saltitos. Ya llevamos 4 días sin instituto y los que quedaban por venir.
Lucas llevaba en mi casa esos 4 días y había convencido a mis padres para que se fueran a un balneario ¡En mi cumpleaños! ¡¿Como leches a podido?! Lo pensé durante dos días pero al final me rendí, no quería desvelarme su secreto ya que si lo hacia no funcionaria conmigo.
-¡Yo también quiero unos!-Me gritó desde mi habitación.
-¡Vale!
Llegué a la cocina y como no me apetecía preparar la masa cogí una prefabricada y empecé a hacerlos, a los 10 minutos ya los tenia en el plato.
-¡¿Bajas o te los subo?!-Le grité a pleno pulmón.
-¡Subemelos porfaaaaaaa!
Yo resoplé y cogí una bandeja con patas para que comiera en la cama, era más tonto. Subí con cuidado las escaleras y cuando entré en la habitación casi me meo de risa. Estaba en calzoncillos con la cabeza contra la almohada y con el culo en pompa.
-Túmbate bien Lucas.
-¡No!-Me dijo en ingles, o eso creo porque no se entendía nada con la almohada en la cara.
-Pues tu mismo-Me giré y me fui-.
-¡No espera!-Dijo en ingles-.
Yo me giré y vi que estaba sentado en la cama con las piernas cruzadas esperando el desayuno con los brazos extendidos hacia mi. Yo negué con la cabeza acercándome a el para darle el desayuno, le di un beso y cuando me iba a ir el me agarró del pantalón del pijama y me atrajo hacia el para abrazarme y darme un beso en la espalda que hizo que se me pusieran los pelos de punta.
Bajé a mirar el correo, había como 10 cartas y supuse que todas serian para mis padres pero había una para mi, lo único que pensé en ese momento fue ¡Lucia!
Abrí la carta con mucho cuidado y una lágrima cayó por mi rostro mientras leía la carta.
                 
                 Muchísimas felicidades Clara, espero que esta carta 
                 llegue pronto o por lo menos no muy tarde. Estoy 
                 deseando veros pero no se cuando podré volver a 
                 España. Mis padres todavía no me han contado que
                 hacemos aquí pero si que os veré pronto, más pronto
                 de lo que creéis. Os quiero muchísimo chicas.
                                                             
                                                                           Lucia.


Guardé la carta con todas la demás y me sequé un poco las lágrimas antes de subir con Lucas. 
Me miré al espejo por ultima vez, respiré hondo y empecé a subir las escaleras. En cuanto entré en la habitación la cara de Lucas cambió por completo con tan solo verme un segundo.
-¿Por qué has llorado?-Habló en ingles como el resto de la semana.
¿Como lo hacia? ¿Tenia un chip hecho en Londres para detectar que había hecho y que no?
Yo le miré y suspiré andando hacia el para darle un abrazo, tenia muchas ganas de llorar así que cuando la primera gota calló las demás fueron de golpe detrás de ella.
El me abrazaba con fuerza sin decir ni una palabra, solamente estaba y eso me consolaba. 
Cuando la última lágrima salió me sequé la cara y levanté la vista hasta sus ojos, hasta esos ojos color miel que me volvían totalmente loca, al verlos sonreí tontamente y el me besó la nariz mientras me sonreía.
-Thanks-Le dije-.
-¿Por que?
-Por todo, por estar aquí conmigo, por apoyarme y por, por.... por existir básicamente.
El me miró tierno y me volvió a abrazar pero esta vez me levantó de la cama y nuestros labios se juntaron durante varios segundos. 
-¿Nos vamos a dar un paseo?-Dijo mientra me soltaba.
-Me parece bien, voy a cambiarme.
Giré sobre mis talones con una sonrisa y salí de la habitación para cambiarme y justo cuando iba a entra en mi habitación me cogió del pantalón, me atrajo hacia el y nuestros labios se volvieron a juntar.
Entré en mi habitación dando saltitos de alegria hasta que abrí el armario y empecé a buscar ropa.
Al final me decidí por unos pantalones de adidas negro y blanco, una camiseta con un gato negro y una sudadera de Starbucks que me compré hace dos años o así. Me cambié, cogí mi BB y bajé corriendo.
-¿A donde vamos?
-Íbamos a ir a comer pero si quieres ir al gimnasio.
Yo me miré, resoplé y volví a subir arriba para cambiarme. Esta vez me puse una vaqueros, una camiseta de tirantes, una bufanda verde, mis converses verdes y mi sudadera de Starbucks. Bajé de nuevo pero esta vez iba a velocidad tortuga, me había cansado mucho subiendo las escaleras 2 veces.
Lucas llevaba unos vaqueros, una sudadera de Abercrombie y un gorro que le quedaba perfecto.
-Estas guapísimo-Le dije asombrada-.
-Pero tu más.
Yo le sonreí y salí por la puerta hasta ver un Mini Cooper aparcado en la puerta con un chófer, como no.
Siempre había querido un Mini y ahora montaría en uno ¡Genial!
-¿A donde vamos?-Le pregunté ya en el coche.
-Pues a Guadalajara, me apetece dar un paseo por allí.
-También podríamos haber cogido el bus.
-Ya pero esto queda más profesional.
Yo reí y miré por la ventanilla para ver el paisaje aunque ya me lo conocía de memoria me gustaba mirarlo. Cuando llegamos empezamos a andar sin rumbo hasta que a los 20 minutos a Lucas le entró hambre y tuvimos que entra a una cafetería para comprar unos churros ¡Este chico comía todo el rato!
En cuanto me senté Natalia empezó a llamarme.
-¿Quien?
-Soy Natalia, oye.
-¿Que?
-La carta que te mandó Lucia y que nos enseñaste, ¿La tienes guardada?
-Claro, yo guardo todas ¿Por?
-Porque a lo mejor venia dirección.
-En esta no me he fijado pero seguramente no aya.
-A bueno, es que como siempre nos dices si hay o no hay pues.
-Nunca hay Natalia..
-Lo sé...
Silencio momentáneo.
-¿Y que tal con Mark?
-Genial tía, bua es, es, ¡El mejor de todo el mundo!-Yo me reí un poco.
-Me alegro de que estés bien y te tenia que decir una cosas-Se me había olvidado por completo lo que le tenia que decir a Natalia- ¡A si! Hemos quedado el Miércoles a las 5:30 en el parque.
-Que guay, 3 días después de mi cumpleaños.
-¡Si tía! Cada vez queda menos, solo 3 días.
-¿Me tenéis preparado algo?
-La verdad es que no-La dije sinceramente-, no que yo sepa, bueno adiós te quiero-La colgué antes de que contestara-.
Lucas seguía comiendo como un loco y yo le miré atentamente ¿Como podía ser tan perfecto? Ni idea, pero eso si, me volvía totalmente tierna y me sentía totalmente segura a su lado, como si solo con su presencia un globo de protección apareciera alrededor mio.
Salimos de la cafetería a las 12:30, Lucas me miró mordiéndose un labio, sabia lo que quería, quería un beso. Nos acercamos lentamente hasta que nuestras sonrisas se convirtieron en un dulce besó que duró aproximadamente un minuto.
-¿Volvemos a casa?-Me pregunto a pocos centímetros de mi.
-Claro.
Nos dirigimos hasta el coche que nos estaba esperando en el mismo sitio donde nos había dejado, pobre hombre estar hay esperando a dos niñatos.
Llegamos a casa y en cuanto pasamos Lucas empezó a besarme el cuello, a morderme la oreja y a rodearme con sus brazos hasta llegar al sofá donde yo me tumbe sobre el y poco a poco nos fuimos convirtiendo en una sola persona.

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