sábado, 7 de abril de 2012

Capítulo 34

-Lucas.
Me quedé mirándole a los ojos no sabia que hacer, acercarme y darle dos besos, cerrarle la puerta en las narices o simplemente echarle todo en cara.
-¿Podemos hablar dentro?-Dijo con una sonrisa triste-.
Me dieron ganas de besarle pero no, no debía. Asentí dejándolo pasar. Empezó a andar hacia el salón y cuando entró me acordé, Tati. ¿Ahora que le digo? Bueno le diré la verdad.
Respiré hondo y entré al salón donde me encontré a los dos muchachos mirándose extrañados, estaban parados y parecía como que no respiraban.
-Lucas, este es Tati-Dije sin pensar-. Tati, Lucas.
Por un momento pensé que se me iban a tirar encima pero lo único que pasó fue que Tati se levantó y se presentó formalmente.
-Hola, soy Tati, un buen amigo de Clara.
-Hola yo soy...
-Lucas, si-Le cortó Tati parecía ¿Enfadado?-. Tu eres quien le a roto el corazón ¿No?
Me quedé perpleja ¿Que leches acababa de pasar? Lucas se quedó mirándome con tristeza y arrepentimiento, pero yo no podía ver aquella mirada así que miré al suelo.
-Bueeeno.... Creo que aquí sobro-Dijo Tati mientras se iba de la habitación-Si queréis algo estoy en la cocina.
Yo asentí y vi como se marchaba.
Lucas me miró, vino hacia mi y me abrazo, yo no supe que hacer así que no le devolví. Se separó de mi con lágrimas en los ojos.
-Yo-yo lo siento muchísimo de verdad no quería-Empezó a arrodillarse-, fue ella, se abalanzó sobre mi sin darme cuenta y-y...
Yo me arrodillé también y empecé a quitarle las lágrimas. El seguía disculpándose y yo cada vez quitaba más lágrimas del rostro.
-Lucas, Lucas por favor tranquilízate-Dije mientras tiraba de el y le sentaba en el sofá-. Ya esta ya a pasado...
-Pe-pero.... ¿Seguimos juntos?
-N-no lo se-Me había quedado completamente en blanco-, necesito pensármelo.
-No, Clara por favor no me hagas esto... t-te necesito.
-Lucas... no se que decir.... no tengo las cosas claras...
-Por favor...
Me quedé mirandole, mirandole esos ojos inundados de lágrimas. El corazón se me hizo en un puño, no podía verle así, con las lágrimas cayéndole por las mejillas. Lo único que se me ocurrió hacer fue besarle la frente y abrazarle con fuerza. El me devolvió el abrazo con fuerza y nos quedamos así unos segundos hasta que yo me separé y miré directamente a los ojos, esos ojos de color miel que tantas veces me habían reflejado felicidad y amor, esos que ahora mismo estaban inundados en lágrimas y en una plena tristeza, me dolía muchísimo verle así y sin resistir un segundo más le puse mis manos en la mejillas y le planté un beso en los labios, un beso que a Lucas le pilló desprevenido pero que me lo devolvió con pasión y dulzura. Ese beso sabia a... sabia a amor, ternura, angustia y sobre todo deseo, deseo de que nuestros labios se volvieran a juntar de nuevo. Al separarnos el soltó un pequeño gemido y seguido de ese una sonrisa amplia apareció en su cara, en aquella hermosa cara. Me fijé en sus pómulos marcados, sus fracciones bien definidas y su pelo castaño claro, casi rubio.
Yo le correspondí la sonrisa y al fijarme en su pelo me dieron ganas de revolverselo y eso hice, levanté mi mano derecha y le revolví el pelo, después lo agarré flojo y volví a a traerlo hacia mi para que nuestro labios se volvieran a juntar.

[NARRA LUCAS]


Por fin, por fin volvía a sentir sus hermosos labios, los había echado tanto de menos. Cuando nos separamos por segunda vez fue ella la que soltó un segundo gemido, un gemido que a mi me encendió por completo y empecé a besarla el cuello con ansia pero ella me empujó hacia atrás con delicadeza y señaló hacia la cocina.
-Esta Tati-Dijo con tono avergonzado-, mejor en otro lado.
Ella empezó a levantarse pero yo la cogí de la muñeca con un movimiento ágil y la volví a sentar en el sofá.
-Quiero que me expliques todo lo de Tati-Le dije preocupado, tenia miedo de que hubiera hecho algo con aquel chico- ¿Que has hecho con el?
Ella me miró divertida y de pronto empezó a reírse a carcajadas, ¿De que coño se reía? Era un tema bastante importante... por lo menos para mi.
-Piensas que yo.... el... JAJAJAJA-Seguía riéndose a carcajada limpia hasta que se calmó un poco- Uf.. bueno haber. Tati es mi mejor amigo desde hace mucho, hace un año se fue a vivir a Marruecos con su familia y cuando volví de París-De pronto su cara se volvió sombría- me lo encontré en el aeropuerto y bueno, no tenia donde dormir y se auto invitó a vivir en mi casa para pasar el tiempo que estuviera aquí, el es como.... mi hermano.
-¿Y que pasó con Danny?-Pregunté con dureza, ella sonrió levemente mirándome a los ojos y soltó una pequeña risita.
-No aguanto a ese tío-Me tranquilizó oír eso-, se me insinuó un par de veces pero me lo quité de encima y Tati me ayudó un poco.
-¿Como que se insinuó?
-Pues se me acercó un par de veces demasiado y yo me lo aparte.
-Será hijo de....
-Tranquilo, ya no va a hacer nada más-Me cogió a la mano y me invitó a levantarme-.
Fuimos hasta la puerta y ella se enganchó a mis brazos. Me dijo que fuéramos a mi casa, allí tendríamos más intimidad y yo asentí contento, parece mentira que hace unos minutos estuviera llorando tirado en el suelo creyendo que nunca más la tendría.
-¡Tati!-Gritó ella de pronto- ¡Nos vamos!
-¡Nada de cochinadas!-Gritó el desde la cocina.
-¡ Adiós!
Le pasé un brazo por los hombros y salimos de la casa. Mientras íbamos hacia el coche (a un par de manzanas de su casa) empecé a pensar el Carla, lo puta y guarra que había sido. Estuvimos juntos bastante tiempo y va y se enrolla con otro mientras que yo estoy en Londres, después de unos meses vuelvo a verla y no me lo cuenta pero se lo cuenta a Mark, el me lo dice, rompemos y al cabo de unos meses nos volvemos a ver y no se tira encima, ahí es cuando pensé que había cambiado pero estaba equivocado. La vi en la fiesta de París, me alegré al verla, creía que era mi amiga y como no, me puse a bailar con ella. Recuerdo a la perfección lo último que me dijo antes de besarme, "recuerda que me perteneces"
Sacudí la cabeza para sacar ese pensamiento de mi cabeza.
-Ya hemos llegado-Me dijo Clara mirándome con una sonrisa-.
Yo sin aguantarme un segundo más me acerqué a ella y la besé con ternura. Después la abrí la puerta y la dejé pasar, cerré la puerta de un portazo y me senté en el asiento del conductor. Llegamos a mi casa a los 10 minutos. Abrí la puerta todo lo deprisa que pude y cuando ya estábamos dentro empecé a besarla, la cogí en brazos y la subí a mi habitación, la quité toda la ropa y ella hizo lo mismo conmigo, la tumbe en mi cama y yo me puse encima de ella con deseo y antes de unirnos me acerque a su oído.
-Te quiero-La susurré al oído-.

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